¿Cansado de beber tanta agua en verano? Frutas que hidratan

Las frutas de verano aportan agua al organismo, porque la naturaleza es sabia y la afirmación es poderosa. Es el momento del año en que hace más calor, las temperaturas del termómetro ascienden y por eso necesitamos hidratarnos con mayor frecuencia. En invierno, por el contrario, las frutas aportan calorías, porque es el momento del año en el que las necesidades energéticas son otras.

Dicho esto, los médicos y nutricionistas hacen algunas recomendaciones, como no mezclar la ingesta de fruta ácida con dulce. "Si come fresas o naranjas, no las mezcle con melón, sandía o plátanos, porque la fruta ácida inhibe la ptialina, un fermento que facilita la digestión de los hidratos de carbono y, por tanto, mezclar la fruta ácida con la dulce puede dificultar que se acaben diciendo bien".

Para continuar, una recomendación más: como las frutas de verano refrescan, lo ideal es comerlas fuera de las comidas principales del día. Para el desayuno o la merienda, como protagonistas, van bien. Sin embargo, si sois de los que les gusta acabar las comidas con una fruta, el consejo es optar por la pera y la manzana, que son consideradas frutas neutras. El resto de frutas, entre horas, porque podrían dificultar la digestión de las comidas.

Y siempre comidas enteras, mejor que en zumos, porque entonces desaparece la fibra, importante y necesaria para el organismo, porque ayuda a regular el tránsito intestinal.

Así pues, dar mordeduras en las frutas de verano significa refrescarnos, hidratarnos, además de tragarnos nutrientes que ralentizan el envejecimiento y que ayudarán a nuestro organismo a mantenerse joven.