Redes sociales

Hablan los 'influencers' gastronómicos en catalán: "Como no existía, era sencillo abrir camino"

El éxito de los creadores de contenido culinario en otras lenguas ha impulsado una nueva generación que apuesta por el catalán por mostrar al mundo sus recetas

Laura Zurriaga, la divulgadora gastronómica también conocida como La Croqueta de Chocolate.
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BarcelonaNo fue la primera categoría a destacar en las redes sociales, pero el tiempo acabó dando la razón a quienes consideraban que la gastronomía podía ser una de las comunidades más sólidas de internet. Por la capacidad prescriptiva, la pedagogía culinaria y la facilidad con la que se puede hablar de cocina a partir de clips cortos y con ritmo, el contenido que involucra comida se ha convertido en uno de los preferidos de un público acostumbrado a convivir con total naturalidad entre uno reeles de moda, uno de videojuegos y una receta de escudilla mezclada. En este contexto de auge delinfluencer de cocina, la red catalana se encuentra en un claro momento de efervescencia: como ha ocurrido con el resto de escenas en internet, cuando hay una comunidad estable, los creadores se atreven a hacerlo en el idioma propio del país. Y una vez se comienza, ya no hay freno. Hoy en día los creadores en catalán son pocos si los comparamos en número y grosor de seguidores potenciales, pero cada vez existen más nombres destacados y que suman cifras más remarcables, llegando a colocarse en los niveles de estrellas del gremio televisivo.

Precisamente la rotura con los medios de comunicación convencionales es uno de los puntos a tener en cuenta para entender dónde y cómo se mueven y trabajan. "Ahora mismo la gente está más pendiente de las redes que de la televisión o radio", explica Laura Zurriaga, alias Croquetadechocolata en internet, una de las voces más populares de la escena catalana. Esta cocinera, pastelera y creadora de contenido ha conseguido sumar más de 130.000 seguidores entre Instagram y TikTok, donde publica vídeos de recetas de pastelería rápidas, con mucho ritmo y que parecen accesibles para cualquier tipo de público que quiera intentar hacerlas en casa.

Sus números comienzan a impresionar, pero el camino de Laura se aceleró justo el año pasado, después de que recibiera un premio de la fábrica digital de creación de contenido en internet La Fera, vinculada a Òmnium Cultural. También ha estado fulgurando el ascenso de Eric Ayala. Su especialidad, más que en los fogones, está en el horno, y es que este joven de Sant Quirze del Vallès se ha hecho popular a un ritmo endemoniado haciendo pizza napolitana.

Eric Ayala, influencer de gastronomía especialista en pizzas

"Nunca he dominado las redes sociales, ni siquiera he tenido un Instagram mío con fotos personales. Pero quería abrir la pizzería y necesitábamos una manera de comunicar todo lo que haríamos", explica el pizzaiolo, que trabaja mano a mano con su hermana: "Es ella quien ha hecho la magia porque sumamos tantos seguidores". Y sí, colecciona a miles y la cifra no para de subir de los 149.000 que tiene hoy en día en Instagram.

Una de las características en las que coinciden Eric y Laura, que han compartido publicaciones juntos, es la falta de referentes que tenían en nuestra lengua. En otras palabras: lo han hecho en catalán porque así les ha salido y lo han querido, pero no porque hayan tenido ningún espejo claro en el que mirarse. "Me gustaba mucho seguir contenido de cocina en Instagram. Qué recetas, cómo las hacían o el estilo que tenían, pero ninguno de ellos era en catalán", recuerda la Croqueta de Chocolate. Podría ser un panorama desolador, pero ellos han hecho de la desgracia una virtud, ya que se han encontrado campo para correr: "Realmente lo he tenido más fácil de lo que pensaba entonces –dice Laura–, al no existir ese contenido, era sencillo abrir camino".

Y a ese camino se ha añadido gente como el Cintet, que antes de lanzarse en solitario tuvo el empuje de una gran empresa: "La gente de Almendro Origen me va preguntar si quería hacer contenido en Instagram, talleres de cocinas... Salí de mi zona de confort, porque no estaba acostumbrado a que me enfocara la cámara", recuerda el creador. Hace tres años empezó con su cuenta personal, y aunque todavía tiene números más discretos que sus compañeros, en poco tiempo está a punto de alcanzar los 30.000 seguidores. "Costó y daba mucha pereza, pero de un tiempo a esta parte que me he puesto en serio y publico contenido cada semana", dice Cintet, que realmente se llama Jacint Carafí.

Hacer contenido gastronómico en catalán no es un valor per se, también debe hacerse bien. En ese sentido, cada uno tiene sus trucos. El caso más curioso de todos es el de Eric Ayala, que a primera vista podría parecer un anti-influencer, por su ademán desgarbado y el entusiasmo, muy poco estudiado, que desprenden todos sus vídeos. "Estoy convencido de que mi clave del éxito es la naturalidad", explica el pizzaiolo: "No soy nada televisivo y nunca miro a la cámara, sino a mi hermana que graba. Es como si todo se lo contara a ella". El Cintet, que reconoce haber aprendido en "base de hostias", también apela a hacer las cosas por gusto y no obligación: "Hay que crear lo que realmente te gusta, desde el corazón, que no parezca trabajo", asegura , pero a la vez también estar vigilando a lo que ocurre en la red y "estar al día de lo que está gustando a la gente y los tipos de vídeo que son tendencia". Por último, Laura Zurriaga también apela a la calidad del producto. "Los dos grandes secretos para que un creador funcione: calidad y constancia. Sin estas premisas nada funciona. Cuando haces un buen contenido te diferencias del resto, y eso incluye que se sienta bien, con buena imagen y que lo que dices sea interesante" . En el caso de Ayala, que es el único de ellos que va variando de lengua según el día, trabaja en equipo con su hermana.

Todos ellos tienen claro que esto apenas "acaba de empezar" y esperan que las marcas del sector de nuestro país también apuesten por impulsar este nuevo movimiento. "Tengo la sensación de que están despertando y cada vez más están buscando a creadores de contenido en catalán", dice la Croqueta de Chocolate, que reconoce haberse negado a hacer campañas en internet debido a que le obligaran a hacerlas en castellano: "Si eres una quesería catalana, ¿no te es más fácil vender queso junto a tu casa y hacerlo en catalán? Las marcas deben delimitar cuál es su público objetivo e ir a buscarlo", explica Laura. El futuro dirá hacia dónde se encamina el sector, pero casos como el de Eric Ayala son un claro referente de éxito: hace unas semanas que ha abierto su pizzería en Sabadell y parece que lo de ser conocido en internet ha sido un valor añadido: "La inauguración fue multitudinaria. La gente está respondiendo muy bien y con mucho cariño", explica orgulloso. Tan buena es la respuesta que no se puede cenar en unos meses porque está todo reservado con antelación. Definitivo: la cocina catalana –y en catalán– se hace fuerte en internet.

Las estrellas culinarias en catalán en la red

Eric Ayala: 149.000 seguidores en Instagram. Especializado en pizza napolitana.

Maria Nicolau: 31.300 seguidores en Instagram. Cocinera todoterreno con presencia mediática.

Llorenç Porta: 46.600 seguidores en Instagram. Recetas con texto e imagen.

Pau Gómez: 13.500 seguidores en Instagram. Clips de cocina tradicional catalana.

Laura Zurriaga: 94.700 seguidores en Instagram. Pastelería y repostería en vídeos ágiles.

La cocina del Barbut: 17.300 seguidores en Instagram. Recetas, restaurantes y curiosidades gastronómicas.

Jacinto Carafí: 30.700 seguidores en Instagram. Humor y recetas en vídeo.

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