MWC

El Mobile, comidas pantagruélicas (pagadas por las empresas)

El congreso, que empieza hoy, convierte a Barcelona en la ciudad más visitada del Estado, con un 63% más de reservas que Madrid durante esta semana

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Joan Manubens, propietario del Pasillo de Pep, con el pescado y el marisco que tiene preparados para las comidas de la semana, en el que tiene las reservas llenas de congresitas del Mobile Wold Congress 2023

En el Pasillo de Pep, el restaurante de llano de Palau de Barcelona al que se entra por una portería de pisos, todo está preparado para una de las semanas más fuertes de reservas. "Tenemos clientes fijos, como el propio director del congreso, John Hoffman, que actualmente es cliente y amigo", explica Joan Manubens, propietario del establecimiento. Y a continuación enumera el producto que prevé gastar durante la semana: veinte kilos de atún, veinticinco de almeja, cuarenta de cigalas, cincuenta de calamar, noventa de lubina. En términos similares se expresa el cocinero Òscar Manresa, de los restaurantes de Barcelona L'Altar y la Torre de Altamar, que desde el sábado y el domingo previos al inicio del congreso ya ha llenado con grupos de congresistas que han comido " comidas valoradas en 100 euros o más, sólo de producto, y muy generosa, que les paga la empresa", señala Manresa. Por su parte, el cocinero Ivan Surinder, con dos restaurantes dentro de los pabellones de la Fira y otros dos restaurantes en la ciudad, también sabe que los platos habituales de la carta los tendrá que acentuar en tonos picantes más altos, porque en el su caso es el escogido preferentemente por el congresista oriental, que opta por comer la cocina que conoce.

En general, la feria más importante de telefonía de la ciudad de Barcelona, ​​el Mobile World Congress, podría acoger este año a 100.000 asistentes, una cifra habitual de los salones anteriores pero que este año, por primera vez, la organización no ha querido pronosticar. También hay otro dato relevante: durante esta semana, la Ciudad Condal encabeza el ranking de ciudades visitadas de todo el Estado: concretamente tendrá un 63% más de reservas que Madrid, que es la segunda más visitada, según la agencia de viajes online Kiwi.com.

Detalle de la bandeja de producto que para hoy lunes servirá Joan Manubens para los congresistas, entre ellos el director, que come cada año.

El menú para los congresistas del Pasillo de Pep tiene varios platos, todos de producto, el sello de la casa, y rondará los 110 euros. Comenzará con un plato exclusivo de embutido, de la marca Joselito, y que consistirá en coppa de lomo (un embutido italiano que la marca de Guijuelo elabora de forma muy limitada) con pan de torta del horno Vilamala y tomate, un tártaro de atún rojo Balfegó, una cazuela de almejas, navajas y mejillones con aceite de oliva extra virgen, vino blanco y jamón ibérico. Después, para continuar, camarón cristal frito de la ciudad de Huelva, pimiento del Padrón, calamar a la plancha, y, por último, cigalas de playa, salteadas y acompañadas de cebolla caramelizada. Aún no habrá terminado, porque a partir de ahí, como plato principal, el congresista podrá elegir entre lubina salvaje [véase en la fotografía] o un corte de solomillo de vaca de rubia gallega, hecho en la parrilla. El punto final, el postre, será crema catalana con fresones. “Aparte de este menú, que es el que ofrecemos especial para el Mobile World Congress, también se pueden elegir otros platos, como son las gambas rojas del Mediterráneo, las deseadas Aristeus antennatus, o el arroz salteado con chipirones”, señala Manubens.

Todo el barrio del Born

El producto y la gestión de las compras será el que más trabajo dará a Joan Manubens, porque las irá ajustando a medida que se vayan gastando y según lo que haya en mercado. "Todo el barrio del Born trabaja bien los días del congreso de la telefonía móvil, especialmente por las noches, cuando las cenas van ligadas también con la oferta de copas que se puede encontrar". En este sentido, el propietario del restaurante familiar Passadís del Pep, que empezó en 1979, relata las buenas relaciones que existen entre los restauradores del barrio. “Compartimos incluso proveedores y también negocios futuros, como el que Joan Manubens con otros dos empresarios, el grupo Varela y Joan Carles Ninou (del restaurante Xampanyet), está a punto de inaugurar en el barrio este mes de marzo. Así que podría decirse que los restauradores unen fuerzas, e inversiones, claro está, para que el barrio sea un polo de atracción durante el congreso pero también durante todo el año.

Sobre los platos que cocinará esta semana, Joan Manubens detalla que hay unos que son especiales y emotivos, porque los lleva a la mesa como les hacía su abuela, Pilar Figueras Carreras, que era la que cocinaba, y su padre les servía en la mesa. “La cigala con cebolla caramelizada y el arroz son dos homenajes a la abuela”, y Manubens lo cuenta siempre con muy buen recuerdo de una época que él vivió de pequeño, pero no coincidió trabajando porque él va llegar al restaurante después de haber sido profesor y jefe de estudios de instituto. "Cuando murió mi padre fue cuando decidí hacerme cargo del restaurante, porque si no no habría habido continuidad", dice. Con su gestión, el Pasillo de Pep ha redistribuido espacio, ha creado una bodega que preside la sala y un reservado de una capacidad de treinta sillas. “Lo divertido es que, según nos movemos, nos encontramos en una calle diferente del Born; la puerta de entrada es la única que está situada en Pla de Palau, número 2”. Justamente el reservado más nuevo será uno de los más concurridos en las comidas de esta semana, en las que la comida y también las buenas botellas llegan a la mesa. ¿Cuáles? "De blanco, Pazo Barrantes Albariño; y de negro, Milsetanta y Seis, del grupo Alma Carraovejadas". Joan Manubens prevé un consumo de sesenta botellas de cada uno de los dos que recomendará, aparte de los que elijan los congresistas de la carta.

En la Rambla de Barcelona, ​​L'Altar y La Torre de Alta Mar, el cocinero Òscar Manresa empezó a trabajar para los congresistas el fin de semana anterior al inicio del congreso. "El sábado y el domingo por la noche ya tenía reservas de empresas que han venido de Texas, y les he preparado cenas basadas en producto; el jamón ibérico no ha faltado, por supuesto", explica el cocinero, que añade que "la vida de congresista" es un no parar de actos y fiestas, porque cada uno de los stands puede invitarles a cenas privadas a diferentes restaurados de la ciudad de Barcelona. "Hay algo claro, que es que ellos no pagan, porque los recibos van a cuenta de la empresa", comenta.

Gustos comunes

Mientras, el cocinero Ivan Surinder revela que los platos que elaborará esta semana estarán adaptados al gusto de los congresistas, a los que les gusta especialmente el picante. Él trabajará mucho especialmente porque tanto en el pabellón 4 como también en el 6 de la Fira tiene restaurantes que atraen a congresistas orientales, principalmente indios, pero también de internacionales, “especialmente franceses y americanos”, explica en el restaurante Tandoor, que está situado en el número ocho de la calle de Aragó de Barcelona. Justamente en el Tandoor y también en el segundo local que tiene en el Raval, Mirch (en la calle dels Àngels), prevé que los congresistas acudan por las noches, de martes a jueves. "Los congresistas que eligen nuestros restaurantes, tanto los de dentro de la Fira como los dos que están situados fuera, quieren comer los platos que conocen, son de opciones fijas", dice Surinder. De hecho, muchos repiten cada año. "El ticket medio lo tenemos entre 35 y 50 euros, y aseguro que después de Navidad el Mobile World Congress es un buen momento para nosotros, lo que no es así durante el tiempo intermedio". Y, a continuación, lo argumenta: “La cocina india todavía no está dentro del día a día del cliente local; Barcelona no es como Londres, donde ya existen cuatro o cinco generaciones de indios”. Pese a ello, es cierto que la cultura viajera de los catalanes a Oriente ayuda a que, a la vuelta, busquen restaurantes que reproduzcan los platos que ha comido. “Nos ayuda mucho a que la gente viaje a la India y también a toda Asia en general, porque nos encontramos con este cliente que quiere probar lo que cocinamos”, señala Surinder.

El cocinero Ivan Surinder asegura que el toque picante de los platos que elabora les subirá durante esta semana; los adaptará al gusto de los congresistas.

Sobre los platos, por supuesto que en los restaurantes de Surinder no faltará el Moong dhal, las lentejas y judías estofadas típicas del norte de la India. Otro será el curry de corball, en el que el pescado tiene la cocción justa para que en cada corte se puedan desprender las láminas. Y, de postre, samosa de chocolate, hojaldre con ganache de chocolate con cardamomo. “Sabemos que los congresistas que comen dentro de la Fira, que pueden ser unos cuatrocientos diarios, tienen poco tiempo, lo que nos implica que desde las doce del mediodía hasta las cuatro de la tarde sea nuestra hora punta de trabajo ”. Y así todos los días, desde hoy lunes hasta el jueves. Por las noches, en los restaurantes de Surinder fuera de la Fira, las cenas son diferentes. “Si vienen para seguir hablando de trabajo, porque realizan reuniones con la cena, el servicio se alarga, y también va ligado con demanda de vinos”, que en Tandoor y Mirch puede ser con vinos de las denominaciones de origen catalanas y también del Estado.

Por último, las reservas de viajes a la ciudad de Barcelona previstas para esta semana han aumentado un 90%, cifra que supera la edición de 2019 del Mobile World Congress, según datos de la agencia online de viajes Kiwi .com, que añade que “entre el 23 y el 27 de febrero Barcelona encabeza los destinos en el Estado, con un 63% más respecto a Madrid, y también muy por delante de Tenerife y Málaga”.

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