Vinos y espumosos

Ton i Josep Mata: "Por primera vez nos dicen que un espumoso hecho en el Penedès está al mismo nivel que el mejor champán francés"

Familia Recaredo

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Josep y Ton Mata, en el viñedo de cepas de xarel·lo Turó d'en Mota de Sant Sadurní d'Anoia

San Sadurní de AnoiaLa bodega Recaredo de San Sadurní de Anoia, adscrita a Corpinnat, acaba de recibir la máxima puntuación en una de las guías más prestigiosas de vinos y espumosos, la Parker. Lo ha conseguido por el espumoso Turó d'en Mota 2001, que tiene un precio en el mercado de 580 euros. El Turó d'en Mota 2010 (145 euros) también ha recibido una puntuación muy alta, 98 puntos.

La noticia ha llegado a los primos Ton y Josep Mata en un año muy especial, el del centenario, durante el que dedican hasta tres fiestas distintas para celebrarlo. Los entrevistamos en la sala 1949, de techo de bóveda, construida el año que le da nombre, en 1949, donde tienen referencias de espumosos y vinos (estos últimos, bajo la marca Can Credo) que elaboran. En la pared también hay una fotografía en blanco y negro que integra a la familia trabajando en la bodega. Pasamos un rato mirándola y describiendo quién era quien. La posición del padre de Ton Mata, Antoni Mata Casanovas, fallecido en noviembre del 2023, es inevitable comentarla. Debe tener unos siete u ocho años, y está sobre una bota enorme removiendo los levantes. El resto de la familia está realizando otras tareas, excepto la niña pequeña, que está dentro de una caja, seguramente para que no se cayera. La foto está tomada en la misma sala donde los entrevistamos.

Dentro de la caja, Eulàlia Mata Casanovas. Al lado, su hermano Josep (padre del actual Josep Mata). En medio, el abuelo fundador (Josep Mata Capellades) y la mujer, Paquita, y, de espaldas, la bisabuela, Antonia. Arriba de la bota, Antoni Mata Casanovas (padre del actual Ton Mata)

El 2024 es el año que celebra los 100 años de la bodega. El mismo año reciba la máxima puntuación por un espumoso suyo. Pregunto primero por el centenario. ¿Tiene fecha exacta del inicio de la bodega?

— Ton: No, no la tenemos. En 1924 sabemos que el abuelo, Josep Mata Capellades, comienza a trabajar en el mundo del vino y el espumoso como degollador. Aquí donde estamos ahora mismo, la familia tenía un tejar, hacían cerámicas, baldosas, ladrillos. La bisabuela recomendó a nuestro abuelo que buscara otro trabajo porque la labor familiar no tenía mucho futuro. El hijo le hizo caso, y tenemos un documento de 1924 que dice que el abuelo comienza a trabajar en “asuntos de champaña y experimentos”, literalmente. En 1935, sabemos que el abuelo ya asume una dirección técnica en la Mancha. En resumen, nuestra familia era alfarera; no teníamos viñedos.

Ton Mata afirma que la variedad xarel·lo (en la foto) es resistente a la sequía

¿El bisabuelo era el Recaredo?

— José: La historia del nombre es singular. El bisabuelo se llamaba León Mata Figueres, y nació en 1878. El nombre de León le habían puesto en honor del papa de la época. Pero, nada más nacer, su padre empezó a decirle de otra manera. Le llamaba Recaredo porque fue el primer rey visigodo que se había pasado al cristianismo. Así que el bisabuelo era el Recaredo. Murió en 1936 y pudo ver cómo su hijo, nuestro abuelo, Josep Mata Capellades, se hacía camino trabajando en el mundo del vino y de los espumosos.

¿Qué implica que la guía Parker le acabe de otorgar 100 puntos por el Corpinnat Turó d'en Mota 2001?

— Ton: De entrada, una alegría mucha mayor. Siempre trabajamos para hacerlo todo muy bien, y que lo reconozcan es una ilusión enorme. Y, para continuar, por primera vez nos dicen que un espumoso hecho en el Penedès está al mismo nivel que el mejor champán francés. Es decir, situamos al Penedès en el mapa de los mejores espumosos del mundo, porque es la primera vez que un espumoso elaborado fuera de la región de la Champaña ha sido premiado con la máxima puntuación por la guía Parker.

Y, digámoslo todo, no hay tantos en total.

— Ton: Son un total de nueve.

¿Ha notado repercusiones en ventas?

— Ton: No, todo es muy reciente; es pronto para saberlo. Pero el impacto mediático ha sido grande, mucha gente nos ha felicitado, y nosotros lo tomamos como difusión de las cavas pero sobre todo del territorio.

— José: Debemos creer que podemos hacer grandes espumosos; tenemos grandes profesionales y unos buenos viñedos para conseguirlo.

Josep Mata opina que la puntuación recibida por el Turó d'en Mota es una buena noticia para todo el territorio del Penedès y Corpinnat

¿Por qué decís que no nos lo creemos?

— Ton: Porque es un sentimiento ancestral nuestro de no dar valor a lo que tenemos cerca, a lo que se hace en nuestra casa. Cuando sacamos el espumoso Turó de un Mota por primera vez, en 1999, recuerdo que nos oímos frases al estilo: “Un Citroën intenta hacer un Mercedes”. También nos reprocharon que el espumoso costara 100 euros. Nosotros estábamos seguros de lo que hacíamos, queríamos romper un muro en los espumosos porque apostábamos por la larga crianza (23 años en botella) y por el xarel·lo. Además, lo hacíamos con la uva proveniente sólo de un viñedo viejo, del término de Sant Sadurní d'Anoia, todavía a norte, con suelo calizo, con un bosquecillo cerca. Esta parcela lleva por nombre Turó d'en Mota, y de ahí el nombre que elegimos para el espumoso.

Mientras lo explica, me viene a la cabeza la frase que se ha dicho tradicionalmente que había pronunciado Gandi: “Primero te ignoran, luego se ríen, después te atacan y al final ganas”.

— Ton: Se trata de creer en lo que haces. Quizás nosotros teníamos cierta ingenuidad cuando pensamos en hacerlo, pero creíamos en ello. Y ahora todavía me pregunto por qué nadie había vinificado sólo la variedad xarel·lo para hacer un espumoso. Creímos que teníamos que poner al frente de todo el terruño, al que entonces tampoco se le daba importancia. Recuerdo a un titular que se publicó en el 2008, cuando se puso a la venta el Turó d'en Mota, que no resaltaba el esfuerzo de todo lo que habíamos hecho, sino que decía que era el espumoso más caro del mundo. Todo lo nuevo que habíamos hecho en la elaboración no se decía.

Un espumoso de 20 años de guarda significa tener mucha paciencia.

— Ton: Y visión de futuro, mirar un horizonte. Nosotros las guardamos en el espacio que llamamos enoteca, una palabra que nos gusta más que cementerio. En la enoteca las botellas están vivas y, antes de que se mueran, nos las bebemos.

— José: Consideramos que los vinos son para beberlos, deben abrirse, pero guardar es una maravilla.

Los dos primos encaran el futuro con la ilusión de poder beber más Turó d'en Mota

Déjeme que insista. Cada Turó d'en Mota implica 20 años de guarda.

— Ton: Sí. Es tiempo. Yo tenía 38 años cuando presentamos la primera añada, y este año haré 54 años. Es una historia de vida. Te diré que hasta ahora no había tenido prisa para que pasaran los veinte años, porque era joven, pero ahora sí tengo. Desde que cumplí los 50 años, que me di cuenta de que estoy en mitad de la cinta métrica, quiero que pase el tiempo más rápidamente. Pienso que no hay tiempo para que pruebe más Turons de Mota, y es una pena, porque el proyecto es muy incipiente. Sólo hemos sacado al mercado once añadas y tenemos catorce guardadas. El Turó d'en Mota sólo tiene 25 años de vida, y nosotros hemos vivido ya gran parte de la nuestra.

El espumoso de terruño, monovarietal, con crianza de 20 años, el Turó d'en Mota, sale de una colina encarada al norte

Cambio de tema. En el Penedès se elaboran espumosos etiquetados bajo tres nombres distintos. Corpinado, Clásico Penedès y Cava. Sé que les gustaría que Corpinnat y Clàssic Penedès fueran juntos.

— Ton: Tengo la ilusión de juntarnos, sí, porque sería bueno para el territorio. Hemos hablado y hablamos, y de momento no lo logramos. Corpinnat es un proyecto increíble, en el que creímos unos pocos de forma muy decidida. Tenemos unos requisitos muy exigentes, y fortalecer la marca con más bodegas es darle más estructura. Todo el mundo en el sector sabe que, si llego a los 80 años y no he conseguido que Clàssic Penedès y Corpinnat vayan juntos, no me sentiré satisfecho.

Por último, ¿cómo encaran los efectos de la sequía en los viñedos?

— Ton y Josep: Estamos en fase de adaptación y reflexión. Todo ha ido muy rápidamente. Y debemos tomar decisiones al mismo ritmo. El macabeo, por ejemplo, ya no lo plantamos, y creemos que va a desaparecer. Por el contrario, el xarel·lo es más resistente. El sumoll avanzará porque resiste bien. Aparte de la sequía, hay muchas otras amenazas en el Penedès: la presión urbanística, el cuarto cinturón. Si dejamos perder un viñedo, pondrán una carretera. Así que el cambio climático debe hacernos acelerar la apuesta por la calidad porque, si no, desapareceremos como zona vitivinícola. Por eso creemos que son tan importantes los 100 puntos de la guía Parker, porque nos han dicho que podemos conseguir la calidad máxima.

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