El rey del ramen aterriza en Barcelona: del orgullo regional a la fama global

BarcelonaAhora que ha llegado el frío de manera indiscutible, apetece comer una sopa humeante. Podríamos recomendar lugares para hacer una escudilla, como la de caza que hacen en Alkostat o la de Haddock, que los viernes hacen un menú temático pantagruélico, maravilloso y no apto para quien debe trabajar por la tarde. Ahora bien, si lo que buscamos es una opción rápida, económica y que sacia, tenemos la alternativa del ramen, que además está diseñado para que, como hacen muchos japoneses, también te lo puedas zampar solo. Y si hablamos del mundo del ramen en Barcelona acaba de haber una apertura muy significativa: el Ippudo.

Ippudo es una cadena familiar de Fukuoka. ¿Qué significa esto? Que no es franquicia, sino que es la misma familia la que gestiona todos los restaurantes. En Europa tienen cinco en Londres y cinco en París. Y llevaban tiempo en la cabeza abrir uno (o más) en Barcelona. ¿Por qué aquí? Porque no es una capital, al igual que ellos no provienen de la capital de Japón, y porque es una ciudad de mar. En este restaurante, ubicado en la calle Diputació 164, se puede encontrar la especialidad de su región, Hakata, en la que la base es caldo blanco de huesos de cerdo. Pero antes de entrar en la carta y su económico menú de mediodía, algo de historia.

Ippudo nace en Fukuoka en 1985 y es una marca reconocida en todo el mundo. Shigemi Kawahara es su fundador y recibe el apodo de rey del ramen. El motivo es que ha ganado en tres ocasiones el premio Ramen Chef Championship. Esto le valió que un programa de televisión le coronara como el mejor maestro de ramen y lo hiciera extremadamente popular en Japón. En 2008 se aventura a abrir el primer establecimiento fuera de su país, en cuyo caso la ciudad escogida es Nueva York. Allí las colas en la calle son marca de la casa, así como los Hirata buns, unos panecillos al vapor rellenos que se inventan allí y toman el nombre del cocinero que les ideó. En Barcelona también podemos probarlos.

De hecho, en el nuevo local se pueden degustar muchos de sus logros, pero también platos diseñados para la Ciudad Condal. Por ejemplo, la receta del tantanmen, una de las opciones que ofrecen de ramen y que han hecho para nosotros. En la carta se puede encontrar el original de su región (en Japón se considera que hay 30 tipos distintos de ramen). Éste recibe el nombre de shiromaru. El caldo permanece 48 horas haciendo chup-chup. También existe la versión akamaru. En esta la base es la misma, pero se añade una mezcla de especias que le da un sabor intenso y un punto picante. Aparte, existe una versión vegetal, y una de caldo de pollo y soja que ahora mismo está muy de moda. Para los más valientes y amantes del picante, encontrará el tantanmen antes citado.

Aparte de las sopas de fideos (éstos varían en espesor en función del ramen elegido), en el restaurante también tienen un excelente karaage, que es el nombre que recibe el pollo frito, unas grandes aletas de pollo, o una ensalada de caballa. El menú de mediodía de lunes a viernes vale 15 euros e incluye uno de los panecillos al vapor o pollo frito, un cuenco de ramen a escoger y la bebida. Una muy buena oferta. No reservan, así que basta con ir y esperar en caso de que no haya sitio.

Otras novedades que humean

Aparte de la apertura del Ippudo, debemos recordar que en Barcelona existen otros locales donde sirven un buen rameno. Uno de ellos es el Kobuta, que tiene dos locales en la ciudad: uno en Sants y otro en Gran Via. Además, tenemos al decano, el primer puesto que popularizó el ramen en Catalunya y nos obligó a hacer colas en la calle. Es el Ramen-Ya Hiro. Los catalanes intentamos no hacer muchas colas, pero por esta sopa hemos hecho muchas (esta y la de los helados DelaCrem). Sin embargo, el restaurante ahora acepta reservas para la hora de cenar y es muy recomendable tener una. Y, finalmente, el Shoronpo, que acaba de estrenar segundo local. Aparte del de Gracia, tiene uno nuevo en avenida Roma 1, muy cerca de la estación de Sants. Este segundo espacio es mayor que el de la calle Doctor Rizal, que siempre está lleno como un huevo.