La calidad está en el alimento de proximidad

Los seis alimentos importados que comes con poca transparencia de los pesticidas que se han utilizado

La banana, el melón, la naranja, la col, el tomate y la patata son las frutas y las verduras que más se venden en nuestro país, ya menudo proceden de otros países

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Alimentos variados en una mesa

El campesinado entró en Barcelona con sus columnas de tractores cargada de reivindicaciones entre las que se encuentran las diferencias en exigencias en el cultivo de los alimentos que llegan de fuera del mercado de la Unión Europea. Además, existe un agravio comparativo flagrante, en mercado estos alimentos se venden a precios muy bajos, cuando no garantizan los mismos requisitos ni medioambientales ni sociales ni tampoco de calidad.

Las columnas de tractores que inundaron el pasado miércoles las calles de Barcelona.

En la sede delorganización no gubernamental Justicia Alimentaria, Ferran Garcia señala que cuando compramos un alimento cultivado fuera de la Unión Europea no tenemos ninguna transparencia ni trazabilidad de cómo se ha hecho. “Ni la tenemos ni tampoco hay forma de acceder públicamente”, afirma Garcia, que es coordinador de Investigaciones de Justicia Alimentaria. Una vez al año el Ministerio de Agricultura publica un informe en el que los datos están explicados de forma tan poco claras, que es necesario realizar inducciones para llegar a la conclusión de que “los alimentos que importamos de fuera del mercado europeo utilizan pesticidas que están muy al límite de los niveles de permisividad de nuestra normativa”. Ahora bien, como todo es etéreo, y las inducciones hay que hacerlas de forma personal, "no se ponen alertas a la población porque no podemos basarlas en datos concretos".

A todo esto, hay que añadir otro hecho, “la industria importadora y la fabricante de pesticidas es la misma”, asegura Ferran Garcia, quien añade que “denunciar los alimentos importados que están en este límite supone poner en riesgo todo el modelo económico en el que se basa el mercado”.

Ésta es la realidad contra la que se enfrenta el campesinado, y que ha llevado a la ONG Justicia Alimentaria a crear un lema vital: “la alimentación saludable es un derecho, no un privilegio”. Tanto es así, que el coordinador de Investigaciones de la ONG destaca que en el informe anual del Ministerio de Agricultura sólo se analizan mil muestras de alimentos, de las toneladas del consumo que existen en el Estado de los alimentos importantes. “Analizar mil alimentos significa un tanto por ciento tan ridículo, que está claro que no es un hecho casual que lo hagan así; existe la intención de mirarlo mal para no explicar los niveles de pesticidas que se encontrarían”.

Altamente tóxicos

¿Y cuáles son esos pesticidas? Los hay altamente tóxicos, que están no autorizados, hace poco, que es el clorpirifoso, contra el que se había alertado por las naranjas llegadas de Sudáfrica. Otros están ahí porque durante temporadas los gobiernos las permiten, y esta decisión “es flexible, discrecional y libre” y, por tanto, puede durar un tiempo concreto, porque se busca la productividad. “En Europa existen 850 sustancias activas autorizadas, que se combinan para crear 2.000 pesticidas permitidos, así que podemos declarar que es imposible asegurar de forma científica las dosis seguras de consumo de los alimentos que consumimos”, dice Garcia, que argumenta la complejidad “porque habría que realizar analíticas infinitas para saber cuál es el comportamiento de los pesticidas en el organismo”. Lo que sí indica la ciencia es que “los efectos de los pesticidas en la salud son múltiples, y que los pesticidas pueden actuar como disruptores hormonales, lo que significa que pueden alterar el equilibrio hormonal del organismo”.

Hay otros indicadores de la salud medioambiental, provocada por el efecto de los pesticidas, que es la disminución de la población de pájaros y de abejas en la Unión Europea. “Mueren porque muchos pesticidas son también insecticidas, y por eso desaparecen las abejas, cuando tienen un trabajo primordial de fecundación en la naturaleza”.

Por todo ello, la reivindicación del campesinado tiene un peso relevante. La agricultura de proximidad asegura la transparencia y trazabilidad de los alimentos. Y este hecho, habría que añadir otras reivindicaciones como es “la reducción drástica de los pesticidas”, dice Ferran Garcia, quien recuerda que la Unión Europea tenía el compromiso de reducir un 50% el uso de los plaguicidas químicos, incluidos los de mayor peligro, en 2030, pero la iniciativa fracasó por falta de consenso. “Era una oportunidad; íbamos por el buen camino, porque toda la documentación con la que trabajaban indicaba que se ha descontrolado su uso, de las sustancias peligrosas, pero la presión de la industria agroalimentaria les llevó a detenerlo”.

Paralelamente, en Mercabarna, el gran distribuidor de alimentos de nuestra casa, indica los datos de los porcentajes de procedencia de los productos hortofrutícolas: un 8% llegan de Sudamérica (Costa Rica, Ecuador, Brasil y Colombia, especialmente); un 3% de otros países, sin especificar; un 18% de la Unión Europea (sobre todo Francia, Países Bajos e Italia), y el 71% restante, Cataluña y el resto del estado.

Os indicamos por orden de importancia cuáles son las frutas y, por otra, las verduras de importación que más se venden en Mercabarna.

1.
Banana

Rica en potasio, es apreciada especialmente por los deportistas

Banana

Uno de los alimentos que se han convertido en alimento básico, pero que no siempre los hay de proximidad, porque tiene una estacionalidad concreta. Por eso es una de las frutas más importadas.

2.
Naranja

Están asociadas a la vitamina C, y tienen prestigio por sus suculentos grillos.

Taronja

La temporada de la naranja cultivada de proximidad tiene una temporada concreta, la del invierno. Pero, como también ocurre con la banana, se ha convertido en una materia prima que queremos comer durante todo el año. Si en verano queremos comer naranjas, el precio a pagar es el de la importación.

3.
Melón

¿A nadie le extraña que haya en pleno invierno?

Meló

Si en pleno invierno se encuentra en el mercado y en los supermercados melones (a veces incluso se venden cortados a lonchas en bandejas), no tenga ninguna duda, es un melón de importación. Los de proximidad tienen una temporada concreta, el verano. Como las frutas precedentes, la naranja y la banana, se venden durante todo el año.

4.
Patata

Alimento que no falta en los mercados ningún día del año.

Patata

Se consumen en grandes cantidades durante todo el año, y vienen especialmente de países cercanos, como son Francia, Holanda y Bélgica, con normativas compartidas en cultivo, pero también de Marruecos, con otras legislaciones. A estos países, también llegan muchos productos cultivados a nuestra casa.

5.
Tomate

Sólo deberíamos comer en verano.

Tomàquets

El tomate, el de calidad, tiene una estacionalidad concreta, el verano. Comer todo el año, como es la práctica, implica comprarlo de importación, con todo lo que supone e implica. Si las propiedades nutricionales del tomate van ligadas para contrarrestar las temperaturas del verano, ¿qué necesidad de comer en pleno invierno?

6.
Col

Sólo deberíamos comerlo durante el otoño y el invierno.

Col

El repollo tiene muchas propiedades nutricionales, como la vitamina C y, entre otras muchas, el ácido fólico, deseado en los embarazos para el buen desarrollo de los fetos. Ahora bien, su temporada sólo es una, y muy concreta. Como en el caso de las patatas y tomates, encontramos todo el año en mercado procedentes de los mismos mercados mencionados en los otros dos casos.

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