De 0 a 3, pantallas nada

¿Cómo ayudar a tu hijo pequeño a dejar las pantallas?

Un niño se puede acostumbrar rápidamente a las pantallas, pero también puede realizar cambios espectaculares en pocos días

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BarcelonaAunque parezca paradójico hay padres y madres que me piden ayuda para ayudar a su hijo o hija menor de tres años a no ser tan dependiente de las pantallas, cuando lo mejor que podría ocurrir sería que me preguntaran cómo introducirlas gradualmente a partir de esta edad.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el cerebro de un niño tan pequeño es muy maleable para bien y para mal. Se puede acostumbrar rápidamente a las pantallas, pero también puede realizar cambios espectaculares en pocos días (una semana, como mucho) si se hacen cambios significativos en su entorno. Tanto para engancharse como para dejarlas se necesitan los adultos, que son los que se podían sentir "liberados" del niño utilizando las pantallas de "niñera/chupete digital" y que ahora tendrán que ser muy vigilantes no sólo con los usos que hace el niño, sino con los suyos propios! debe ver. Intente no tenerlos en las manos cuando esté con el niño. Úselos cuando no esté juntos, en otra habitación o en los ratos que duerme o está atendido por alguien.

- Siempre que sea posible, sé paciente, lento, y habla con ellos mientras comparte una actividad conjunta, como puede ser el cambio de pañal o al comer.

- Cuando dispongas de un momento o un rato para estar para el niño, deja tu móvil en otra habitación, y esté sólo para él: en el suelo , y con actividades tranquilas. (¡Los juegos de regazo y cantos populares en los que interviene el cuerpo son ideales!)

- Para tranquilizarlo, antes de acostarse, explícale pequeños cuentos, incluso sin soporte en papel. ¡Invéntales! Usa tus manos, u objetos cotidianos (calcetines, cucharas, la esponja del baño...) para escenificarlos. en el transporte público, en una sala de espera, lleva una bolsa con juguetes, utensilios para dibujar, pegatinas...

- Si tienes que realizar una actividad en casa que no te permite estar plenamente para el niño, procura- le un espacio seguro (sin riesgos de caídas o lesiones) cerca de donde estás tú, que sea entretenido para él (pelar mandarinas, romper hojas de lechuga, hacer pilas de tuppers, arrancar etiquetas de unas latas, poner cosas en una caja de cartón...)

- Cuando la criatura empieza a comunicarse con palabras, hay que escucharlo, no corregirlo. En todo caso se podría repetir la palabra de forma correcta, y continuar vosotros, invitándole a seguir la comunicación. dará cuenta de los cambios de conducta espectaculares que hace!

Si necesita un buen motivo: su desarrollo saludable. Y si necesita un buen argumento para la criatura: que se lo ama mucho y ha descubierto que había cosas que no le hacían bien y las saca de su vida (las pantallas).

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