La mercantilización del tiempo de mediodía en las escuelas
BarcelonaEl tiempo de mediodía es un momento educativo de primera magnitud. Esto quien mejor lo sabe son las compañeras que trabajan con los niños de 0 a 3 años y los equipos de monitorización de mediodía de las escuelas de infantil y primaria. En la guardería el tiempo de mediodía, con el almuerzo y el reposo, es uno de los momentos educativos más importantes y que se acoge con más cuidado por parte de los equipos de maestros. Por eso duele mucho en el alma ver que cada vez hay más ayuntamientos que optan por diferenciar esta franja de tiempo, sacándola del horario de los equipos de maestros para ofrecerla a empresas que la gestionan como “tiempo de ocio”, con la única intención de abaratar sus costes. Esta mercantilización que se hace en la escuela pública debería sublevarnos.
Este modelo, en cambio, está completamente normalizado. En las escuelas, estas dos horas y media del mediodía están bajo la responsabilidad de un cruce de interlocutores: AFA, escuela, ayuntamientos, Generalitat y consejos comarcales. Este cruce a menudo se aprovecha como pretexto para sacudirse las responsabilidades ante situaciones muy concretas: la acogida de los niños con derechos específicos, con necesidades especiales, que en el tiempo de mediodía muy a menudo no disponen de los apoyos a los que tienen derecho , es el exponente más claro.
Las orientaciones dietéticas que se dan desde el departamento de Salud con recomendaciones tan interesantes como la reducción de proteína de origen animal o el uso de los productos de proximidad y ecológicos, combinadas con fijar un tope máximo en los precios que se cobran a las familias (7,25 euros por el curso 24-25), hacen una pinza que resulta difícil de cuadrar. Esto acaba revirtiendo en los equipos de monitorización, que trabajan con condiciones muy difíciles, fruto de estos ajustes: ratios de niños deplorables, poco tiempo (o nada) para coordinación ni entre el equipo de mediodía ni con el de maestros de la escuela... Un despropósito. Hay dignísimas excepciones donde las AFA resisten, y con mucho sacrificio de energía mantienen la gestión del servicio, pero en la mayoría de escuelas del país el tiempo del mediodía se encuentra en manos de empresas externas. Para los cazadores que van en busca de la entrada del pensamiento neoliberal en las escuelas, sepan que ya tenemos la empresa privada en la escuela pública desde hace tiempo.
Recuperar a su potencial educador
En unos momentos en que vuelve a hablarse de la sexta hora, no deja de ser sorprendente que no se vea ni se considere recuperar el potencial educador de esta franja horaria, haciéndola universal, más económica y más vinculada a lo cotidiano que está bajo la responsabilidad de los equipos de maestros.
Conviene releer a las personas que hace tiempo que defienden esta idea. Las investigaciones de personas como la doctora Àngels Geis, con el libro Los comedores del parvulario. Instrumentos para la evaluación de la calidad educativa (Pagès editores), o los amigos de la Toscana Penny Ritscher y Gianfranco Staccioli, con Vivir la escuela. Temas de infancia 54 (Rosa Sensat), pueden ser todo un redescubrimiento que puede iluminarnos en estos momentos en los que parece que la prioridad educativa sea enderezar los resultados de las pruebas PISA.
Sueño una escuela en la que el tiempo del mediodía sea considerado realmente como tiempo educativo, con la dignidad que los niños se merecen.