¿Cómo preparar a los niños para la muerte de una mascota?
Si el animal sufre una enfermedad grave es mejor anticipar a los niños su traspaso
BarcelonaLa AIAC, la base de datos informatizada creada por el Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña, inscribió 114.744 animales en Cataluña en 2023. De ellos, 74.214 son perros, 39.264 son gatos y 769 son hurones. Probablemente, en un gran grueso de los hogares en los que se han censado también hay criaturas, las cuales se benefician de las muchas ventajas que supone convivir con un animal de compañía. Pero... ¿qué pasa a medida que el animal se va haciendo mayor y se vislumbra el momento de su muerte? “La muerte es parte de la vida y, por tanto, enfrentarse a ella es parte del proceso de aprendizaje que debemos recorrer las personas desde pequeñas”, explica Jaume Fatjó, doctor en veterinaria. “Son conversaciones naturales que deben tenerse con los más pequeños, y no sólo cuando se acerca el momento de la muerte”, subraya el también director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud, del departamento de psiquiatría de la UAB.
¿Cómo anticipar este momento sin que provoque sufrimiento extra?
Muchas veces, los padres y madres pensamos que hablar de la muerte sólo traerá dolor, y esto nos hace optar por el silencio o por dar una información incompleta o incongruente. Esta forma de hacer, subraya Fatjó, angustia más al niño y, por tanto, "hay que evitarla". Lo que hace falta, añade, es adaptar el mensaje a cada fase de la infancia. Una recomendación sería consensuar el mensaje entre adultos y dar espacio a las preguntas de los niños. "Dar mucha información no es necesariamente mejor para los niños, pero sí es importante que puedan expresar sus inquietudes, y que cuando lo hagan no vean que esto genera preocupación o angustia en los adultos", apunta.
Y una vez llega el momento, ¿cómo comunicarlo?
En la medida de lo posible, si se trata de una enfermedad grave o un proceso final de vida, sería adecuado poder anticiparles la muerte del animal. Si ya ha muerto, Fatjó recomienda que lo intentemos explicar de forma tranquila, en un momento en que haya algo de intimidad y cuando estemos preparados para sostener como adultos las emociones que surgirán en el niño. El doctor en veterinaria también alerta de que las reacciones de los niños a menudo no son necesariamente de llanto desconsolado: “En ciertas edades, pueden aparecer incluso reacciones momentáneas de ira contra el animal, a quien el niño culpa de haber marchado y haberlo abandonado”. Fatjó sugiere hablar de la muerte con los niños de manera "honesta y sencilla" y evitar mentiras y expresiones que puedan confundir a los niños. "También es buena idea compartir nuestros propios sentimientos", añade.
¿Cómo enfrentar los días posteriores a la pérdida?
En función de la edad, madurez y experiencias previas, el menor irá comprendiendo y elaborando la pérdida. “El impacto y el tiempo requeridos serán menores en función de la ayuda que reciban por parte de los adultos”, señala Fatjó, que apunta, sin embargo, que en los días siguientes deberemos estar especialmente atentos y disponibles para atender las emociones y los dudas. Uno de los recursos útiles para estos momentos son los cuentos que hacen referencia a la muerte, como por ejemplo el que está disponible en la muerte web del proyecto VetBonds.
¿Qué ocurre cuando, a raíz de una enfermedad o el deterioro general del animal, debemos aplicarle la eutanasia?
Si es posible, el doctor en veterinaria recomienda adelantar la muerte al niño, porque ayuda a empezar un duelo anticipado. Incluso podemos dar la opción de despedirse del animal como él o ella quiera: “Cada padre o madre conoce a su hijo y puede saber si es adecuado que la despedida sea en el hogar, en el veterinario. .”, sostiene. Y un último apunte en torno a esta eutanasia: "Hay que presentarla como lo que realmente es, un último acto de amor para evitar al animal un sufrimiento innecesario que ya no podemos aliviar".
¿Y si se trata de una muerte súbita?
"Con independencia de la edad, la muerte súbita suele ser más traumática y provoca un duelo más intenso", alerta Fatjó. Hay que saber, sin embargo, que la forma en que nos comuniquen la pérdida puede tener mucho que ver en la magnitud de este impacto. Por eso, señala, si es posible, se lo diremos al niño o la niña cuando nosotros estemos tranquilos. También hay que tener en cuenta que, en caso de muertes inesperadas, debemos dar más tiempo a la elaboración de la pérdida.
¿Cómo debemos actuar para que quede un recuerdo agradable?
El duelo es un proceso natural que evoluciona en el tiempo hasta su resolución. "Es importante recordar que superar el duelo no significa olvidar y, por eso, hay que explicar claramente a los niños que en ningún caso queremos que se olviden de su compañero", destaca Fatjó. El animal con el que hemos convivido será siempre miembro de la familia y parte de nuestra biografía. Sin embargo, avanza, poco a poco, a medida que avance la resolución del duelo, tanto nosotros como el niño podremos recordar al animal con cariño y ya sin tristeza.
¿Es conveniente adoptar un nuevo animal de compañía enseguida?
Faltjó afirma que no es necesario correr. Es importante estar seguros de que todo el mundo está listo para adoptar un nuevo animal de compañía. Además, desaconseja totalmente adoptar a un animal de características similares e incluso ponerle el mismo nombre que el animal que nos ha dejado: "Puede confundir a los niños ya nosotros mismos".