¿Cuántos profesores caerán por el camino?
BarcelonaComo padre y docente, el inicio del nuevo curso escolar me genera preguntas de las que no tengo claras las respuestas. Por ejemplo, ¿los alumnos recordarán algo de lo que aprendieron al volver de las vacaciones? ¿Lograremos que las clases sean algo más que pasárselo bien? ¿Querrán aprender cuando lo tienen todo al alcance de un clic? ¿Sabremos inculcarles la cultura del esfuerzo y la necesidad de interpretar, memorizar y adquirir nuevos conceptos? ¿Tendremos a las familias de nuestro lado o nos mirarán con recelo cuando reclamemos nuestros derechos? ¿Lograremos que la burocracia no agote la energía del profesor y que éste se pueda concentrar en el progreso del alumno?
¿La IA será nuestra aliada o nuestra condena? ¿Tendrán sentido los deberes en casa? ¿Tendrán sentido los deberes, en general? ¿Todo lo que no sea hecho a mano y en directo valdrá nada? ¿Lograremos mejorar los resultados horrorosos? Alguien de peso hará un mea culpa? ¿Cómo nos espabilaremos con las herramientas actuales? ¿Lograremos prohibir (de verdad) los móviles en el aula? ¿Encontraremos el equilibrio entre las nuevas tecnologías y los métodos clásicos? ¿Algún día volverán los clásicos? ¿Y la literatura? ¿Tendremos todos los recursos materiales necesarios o seguiremos con edificios fríos en invierno y calurosos en verano? Quizás dispongamos de pantallas grandes y muchos ordenadores, pero ¿cuándo eliminaremos los barracones?
Estimar el oficio
¿Cuántos docentes caerán por el camino? ¿Quemados, decepcionados, enfermos? ¿Serán más que el curso anterior? En proporción, ¿ganarán los funcionarios o los interinos? ¿Tendremos sus sustitutos a tiempo para no morir en las guardias? ¿Se notará en los resultados y en la profesionalidad la incorporación de todos los nuevos funcionarios con plaza definitiva? ¿Cómo gestionaremos la diversidad? ¿Y la inmigración, para evitar guetos y estigmas? ¿Alguien del claustro recordará a los compañeros que la lengua vehicular es el catalán? ¿Alguna familia se quejará por que muchos docentes imparten las clases de matemáticas, sociales, tecnología o educación física en castellano? ¿Cuántas huelgas se convocarán? ¿Qué reivindicarán los alumnos? ¿Qué ocurrirá este curso cuando los docentes reclamen la pérdida de un 25% del poder adquisitivo en los últimos años? ¿Tendremos que detener las clases?
Públicamente, ¿nos dejarán entre las patas de los caballos? Repetirán aquello que somos unos privilegiados ¿en un país cada vez más pobre (no sólo en el sentido económico)? Entonces, ¿por qué faltan docentes en algunas especialidades? En fin, son muchas preguntas que generan preocupación en nuestro sector. Sin embargo, la mayoría todavía amamos este viejo oficio. Que tengamos/tenga un buen curso.