Entrevista

Daniel Turienzo: "Los docentes y las familias ven con buenos ojos que el alumnado repita"

Maestro y coautor de 'Educa Fakes' (Capitán Swing)

Daniel Turienzo
21/03/2025
4 min
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BarcelonaDaniel Turienzo (1987) ha trabajado de maestro en diferentes comunidades autónomas y también ha dado clases en diversas universidades españolas. Ahora lo hace como adscrito a la conselleria de Educación de la embajada de España en Marruecos. Junto con el profesor Jesús Rogero han escrito Educa Fakes, un libro que quiere desenmascarar las 50 mentiras y medias verdades sobre la educación española.

¿Cuál es la mentira más grande que se dice del sector educativo español?

— Que las personas que más han progresado en el sistema educativo son las que más se han esforzado. Dicho de otra forma, la creencia de que el sistema educativo garantiza totalmente la igualdad de oportunidades.

¿Y la verdad que siempre se esconde?

— Que la educación está ligada a otras políticas. Nos cuesta mucho reconocer, la educación no es algo que ocurre aisladamente, sino que también está vinculada a políticas como las de viviendas, que influye en los resultados educativos, o en las tasas de pobreza. Si queremos mejorar en el ámbito educativo es necesario mejorar también en el social. Por lo general, nos cuesta aceptar que cualquier cambio es complejo. Por eso muchas veces, a la hora de explicar cualquier fenómeno educativo, es más fácil optar por argumentos simplistas, que coincidan con nuestros prejuicios y estereotipos, antes que buscar las complejas causas que hay detrás de cualquier proceso de transformación.

Una de las primeras afirmaciones que desmonta el libro es que la educación actual es peor que la de antes. Pero, si se analizan los últimos resultados PISA, sí se confirma un...

— El primer problema que tenemos es presuponer que la calidad del sistema educativo sólo se mide por los resultados PISA. En la sociedad española actual, las personas tienen un nivel formativo mayor, el nivel de competencias también es mayor, más personas acceden a la universidad, tenemos más niños escolarizados o hay menos abandono escolar. Por tanto, hay toda una serie de indicadores que sí muestran que vamos mejor, aunque también hay otros, como las pruebas PISA, que señalan que no estamos mejorando. Pero nosotros no decimos que la educación de ahora sea mejor, sino simplemente no es peor.

Destaca que ha descendido el abandono escolar: en cambio, todavía se apuesta mucho por la repetición de curso. ¿Es útil?

— La repetición escolar es conocida como el "mal francés" porque en el sistema educativo del país vecino se abusaba mucho, pero precisamente ahora Francia y otros países han aprobado reformas que han hecho que los alumnos dejen de repetir. Cuando analizamos los datos PISA, vemos que nuestros alumnos tienen un rendimiento similar en países de nuestro entorno, pero aún así repiten mucho más. Las causas deben buscarse en el uso social que se ha hecho de repetir. Los docentes y las familias ven con buenos ojos que el alumnado repita, pero es ineficaz porque la mayoría de alumnos después de repetir no saben más, es una política injusta porque afecta más a las clases desfavorecidas y, además, es muy cara porque tiene costes para el alumnado que repite, pero también tiene unos costes muy altos económicamente. Creo que existen alternativas que serían mucho más eficaces.

¿Cómo ahora?

— Pues una detección temprana de las dificultades, establecer perfiles que podrían tener más riesgo de desarrollar unas competencias más bajas, tutorías en pequeños grupos, refuerzos en el aula... Son una serie de medidas que podrían traernos mejores resultados ya no abusar tanto de la repetición. El problema es que no hemos sido capaces de dar a los docentes una respuesta clara a este problema.

Hablamos precisamente de los docentes. ¿Sufren un desprestigio social?

— En las encuestas, la valoración social de los docentes sigue siendo alta. Sin embargo, el profesorado no lo percibe así. Además, estamos en un círculo vicioso: cuando se detecta un problema social no se asume de forma pública, sino que queremos que le afronte la educación escolar. Se acaba atribuyendo a la formación de los docentes la capacidad, por ejemplo, de luchar contra la violencia de género, contra el uso intensivo de tecnologías, contra el acceso a pornografía... Si seguimos generando nuevas demandas y no las acompañamos de recursos y propuestas a largo plazo, estamos situando al docente en un punto comprometido porque cada vez se sentirá más cuestionado y nunca llegará a todas. En todo este contexto, no debe olvidarse que estamos en uno de los mejores momentos de la historia en cuanto al nivel formativo de los docentes.

Estamos en época de preinscripción escolar. ¿Se aprende más en una pública, en una concertada o en una privada?

— Las pruebas internacionales concluyen que no existe ningún valor añadido a estudiar en una concertada o privada que en una pública en España, salvo la capacidad de segregación escolar. Hay familias que buscan la diferenciación social y lo encuentran en las concertadas y privadas, pero, a día de hoy, no se observan mejoras significativas vinculadas a la titularidad del centro.

Por último, un tema que intencionadamente han decidido no incluir en el libro, pero que sigue muy vigente y del que ustedes han escrito mucho: ¿las escuelas deben hacer jornadas partidas o continuadas?

Es el tema estrella. Lo que nosotros tenemos claro es que es necesario un debate más amplio porque actualmente está muy viciado de entrada y las dos alternativas ofrecen muchos riesgos. La jornada continua tiene el riesgo de que el servicio de comedor y las extraescolares desaparezcan, de que los centros escolares estén cerrados por la tarde y de que no sean un espacio de socialización para el barrio. En cuanto a la jornada partida, tiene el riesgo de que los niños lleguen a casa a las ocho de la tarde o realicen jornadas escolares de diez o doce horas. Debemos enfocar este debate con unos términos mucho más amplios que incluyan también la valoración del calendario escolar: si, por ejemplo, deben tenerse más o menos días lectivos, si hay que replantear el número de horas de clase, cómo se articula el horario lectivo y el no lectivo...

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