Cómo detectar si tu hijo tiene problemas de visión
Uno de cada cinco niños en edad escolar necesita corrección visual
BarcelonaLa miopía, el astigmatismo y la hipermetropía son problemas oculares muy comunes entre la población y que suelen diagnosticarse en la infancia. De hecho, uno de cada cinco niños en edad escolar necesita corrección visual. Según el servicio de oftalmología del hospital San Juan de Dios un niño debería realizarse la primera revisión ocular a los 3 años y este examen debería repetirse cada año o, como máximo, cada dos. "La detección y tratamiento precoz de los problemas de visión pueden evitar la progresión de la pérdida de la vista y prevenir enfermedades", dejan claro los oftalmólogos de San Juan de Dios.
¿Cuáles son los problemas oculares que más detectan?
Miopía
El niño no ve correctamente los objetos que están lejos. Se puede detectar porqué los miopes suelen pulsar los ojos para enfocar mejor. "Si no lleva gafas, tu hijo puede mostrarse más tímido y despistado, decantándose por actividades que requieran una buena visión de cerca, como la lectura, las manualidades o pintar", explican los oftalmólogos.
Hipermetropía
El niño tiene una borrosa percepción de los objetos cercanos. Debido a forzar la vista, se quejará de dolor de ojos y de cabeza, o sufrirá lagrimeo y parpadeo frecuente. Los niños hipermétropes prefieren jugar al aire libre.
Astigmatismo
El niño percibe una visión deformada de los objetos, tanto de lejos como de cerca. Se asocia tanto a la miopía como a la hipermetropía.
Ambliopía u ojo vago
Se trata de la pérdida parcial de visión en uno de los dos ojos, lo que afecta a uno de cada cien niños en España. Aunque esta patología no puede ser corregida con lentes, puede tratarse y corregirse si se detecta antes de los siete años.
Estrabismo
Se trata de una desviación ocular consistente en la pérdida de paralelismo de los ojos. Es decir, el niño mira bizco. Cuanto antes se diagnostique, menos complicaciones conlleva la corrección.
¿Cómo detectarlo?
Aunque muchos de estos trastornos suelen detectarse en la escuela, en casa también se pueden observar los primeros síntomas de tener problemas oculares. En este sentido, el hospital San Juan de Dios recomienda visitar al oftalmólogo si el niño hace alguna de estas cosas:
- Se sienta muy cerca del televisor.
- Se queja de dolor de cabeza y de ojos cansados.
- Escribe con la careta pegada al papel.
- Presenta dificultades al leer a distancia.
- Entrecierre los ojos para vislumbrar algo que está lejos.
- Pierde interés por la lectura y los estudios.
- Tiene dificultades para correr y sus movimientos son torpes.
La mayoría de problemas oculares simples pueden corregirse con gafas. Ahora bien, los oftalmólogos son conscientes de que para los niños, el uso de gafas no es algo agradable: "Les es difícil adaptarse a ellos, se olvidan de utilizarlas, no cuidan como es debido o temen burlas de sus compañeros por su apariencia". Sin embargo, insisten en que es importante que se anime al niño que las utilice porque es la única manera de corregir su defecto de visión. "Elija juntos la montura, y compre una que se ajuste a su gusto ya su criterio, pero que sea fuerte, estable y todoterreno por si se le caen las gafas jugando o saltando. Los cristales orgánicos y un puente cómodo que se adapte a su nariz, aún en crecimiento, son la mejor opción para las gafas de los niños".
¿Cuáles son las causas?
En realidad, no se sabe a ciencia cierta qué causa exactamente problemas de visión como la miopía o la hipermetropía en los niños. Las investigaciones apuntan a los factores ambientales y genéticos. Frecuentemente, se le ha atribuido un efecto dañino al uso prolongado y continuado de la televisión y ordenadores, aunque los estudios no han podido confirmarlo. Lo que sí está claro es que leer con poca luz o la exposición a las pantallas produce fatiga visual y, por tanto, conviene corregir los malos hábitos de los más pequeños.