Aaron Lee: “Ya no creo en Dios, pero no por lo que ocurrió ese día”

Violinista. Su familia le engañó para hacerle una terapia de conversión en una isla perdida de Corea

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El violinista Aaron Lee

Aaron Lee (1988, Madrid) tuvo una infancia cómoda hasta que llegó el momento de salir del armario. Con 17 años, su padre le engañó para llevarle a Ulleungdo, una isla entre Corea y Japón, para intentar cambiarle la orientación sexual. Se escapó, pero la historia no acaba aquí: la familia le echó de casa y tuvo que buscarse la vida solo en Madrid con un violín y unas partituras. Contra todo pronóstico, se convirtió en el músico más joven en entrar en la Orquesta Nacional de España.

En 2005 Lee era un adolescente que acababa de tener la primera experiencia sexual. "La autoaceptación fue un camino duro", explica, ya que se sentía culpable por estar "en contradicción" con los valores cristianos de sus padres. Salió del armario por accidente: una factura de teléfono sospechosa llamó la atención a casa y tuvo que confesar. Pero lo que no se esperaba era la reacción tan violenta que tuvo su padre: "Tuve que utilizar el instinto de supervivencia". A partir de entonces, los chantajes y las amenazas empezaron a formar parte de su día a día. Pero aún quedaba lo peor.

"El mismo día que terminaba el curso, entre boletines de notas y despedidas, subí a un avión rumbo a Corea". Su padre le llevó allí para ver a sus abuelos. O eso le dijo. Pero en realidad pasaron todo el verano en Ulleungdo, encerrados en una iglesia. "No marcharemos de aquí hasta que no cambies", le dijo el padre, con la intención de revertir su orientación sexual.

Aaron vivió aquellos meses completamente aislado del mundo: tenía prohibido llamar, utilizar el ordenador o hacer cualquier cosa que no fuera participar en las actividades de la Iglesia. Se intentó escapar de la isla. Consiguió el teléfono de la embajada española gracias a una de las feligreses con las que tenía una buena relación. Pero papá le pilló haciendo la llamada: "Fue el momento más violento que he vivido con él. Pensé que nunca saldría de allí". Es el instinto de supervivencia lo que hace que, antes de "rendirse" y poner fin a su vida, Aaron decidiera hacer un último intento por escapar. Haciendo teatro, fingió que la terapia de conversión había funcionado y, con las semanas, todo el mundo creyó la mentira.

Aaron Lee, con 17 años, en la isla de Ulleungdo (Corea del Sur). Lee decidió bautizarse como una estrategia para "fortalecer" a la farsa.

La farsa continuó dos años más, hasta que los padres se mudaron a Corea y descubrieron el engaño: "Decidí no esconderme más, ya era mayor de edad, pero ellos me hicieron elegir. Ahora que se dice libertad o comunismo, en ese caso era libertad o muerte". Volvió solo a Madrid con un violín y unas partituras: "Fue el peor momento de mi vida". Trabajó de camarero, dependiente… Pero sin dejar de tocar el violín. Hasta que con 20 años se convirtió en la persona más joven en entrar en la Orquesta Nacional. Estuvo hasta los 26 años: "Se convirtió en una pesadilla. La música me alimentó, pero cuando toqué techo, llegué a odiarla".

Hoy en día todavía hace recitales de violín y una obra de teatro basada en el libro que escribió sobre su vida, Yo soy lo que soy (2020). No fue hasta el pasado año que su padre le pidió perdón. Pero Aarón ya le había perdonado mucho antes: "Lo hice por necesidad. Estaba asqueado con la vida, tenía tanta rabia acumulada…" Sin embargo, con los años perdió la fe: "Ya no creo en Dios, pero no por lo que ocurrió ese día".

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