"Intenta observar las casas de tus amigos"

Los arquitectos Anna Prats y Joan Valls nos dan tres consejos sobre cómo realizar una reforma

Los arquitectos Anna Prats y Joan Valls, en su estudio en el Eixample barcelonés
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¿Quién no sueña con reformar su casa con un cheque en blanco? Por qué los reportajes sobre rehabilitaciones de casas y pisos del suplemento delAhora Domingo ¿son de los que más furor causan en la web de este diario? Ambas preguntas pueden parecer frívolas, pero en el fondo no lo son en absoluto. Abordarlas abre la puerta a mirar con otros ojos nuestra casa (¡incluso a hacer cambios!). Para reflexionar sobre esta fiebre que nos hace curiosear proyectos arquitectónicos como si tuviera que acabar el mundo, nos hemos adentrado en un callejón oscuro para hacer una entrevista a una pareja que se dedica a transformar los espacios que habitamos: los arquitectos Anna Prats y Joan Valls.

Las preguntas se acumulan ante este estudio del Eixample barcelonés, que tiene una gran portaza de cristal para dejar entrar la luz del final del callejón: ¿nos gustan tanto estos artículos porque queremos vidas que no podemos tener? ¿O sí que las podemos tener? ¿Cuánto dinero se necesita para empezar proyectos como los suyos? ¿Hay trucos? Son preguntas demasiado directas para profesionales que tardan años en materializar sus obras. Empecemos suave: ambos han nacido en los 80, lo que significa que, durante la carrera, colaboraron como estudiantes con grandes despachos de construcción de obra pública. Pero entonces vino el batacazo.

Después de años de encargos a capazos vino la casi nada: la crisis del 2008 fue un durísimo golpe para el sector. “Si el siglo XX fue el de la construcción, el XXI es el de la reforma y ya nos gusta. Aparte de ser una de las pocas opciones que muchas personas tienen en un contexto de precios desbocados, reformar es una gran oportunidad: significa sumarse a la historia de un espacio, intervenir en una vida que ya existía y ahora se transforma. Además, muchísimos edificios de nuestra casa tienen un gran margen de mejora a todos los niveles: el reto es saber reformular lo que construyeron las generaciones precedentes”, explican desde la misma mesa en la que trabajan ellos y su equipo.

Un vistazo rápido a sus proyectos da algunas ideas de cómo transforman los espacios. En 2021 dotaron de luz y sensación de espacio a una casa de sólo 3,10 metros de anchura y ahora trabajan en un CAP que se aleja de la blancura de laboratorio que reina en la mayoría de espacios de salud. “Buscamos la luz, que los espacios sean amables y confortables, que los puedas vivir de forma tranquila; sea ​​un CAP o tu casa”, explica Valls, mientras Prats atiende una llamada. Es julio, echan humo por las orejas, deben cerrarse trabajos antes de las vacaciones.

¿Pero cómo podemos crear estos espacios (y, sobre todo, cuánto cuesta)?

Tres consejos

Anna Prats y Joan Valls tienen tres consejos para transformar nuestra casa. El primero: “Intenta huir de la tiranía de la imagen”. Es decir, evita empezar a pensar en una reforma adentrándote en Pinterest o Instagram. “¿Verdad que los cuerpos que ves en las redes no son los de la realidad? Pues igual con las casas”, afirman. Pinterest e Instagram no son el demonio, pero estos arquitectos nos invitan a inspirarnos y entrenar nuestra percepción de otras formas más útiles. Por ejemplo: "Intenta observar las casas de tus amigos cuando vayas a cenar". O mira los edificios de las calles por las que paseas, o visita espacios interesantes arquitectónicamente cuando viajes. Así tomarás muchas ideas, y lo más importante: serán realistas.

El segundo consejo: “Da valor a los espacios intermedios”. Es decir, dedica tiempo a pensar en aquellos elementos de tu casa que te conectan con el exterior. Persianas, cortinas, toldos, terrazas, cubiertas, porches, patios, lavaderos… “Debemos reivindicarlos, son la respuesta arquitectónica a nuestro clima, ya que nos permiten hacer entrar el sol en invierno para calentar el interior y, en en verano, nos proporcionan una segunda fachada que hará que nuestra casa sea más fresca. No tiene sentido que vivamos en pisos herméticos y climatizados en un contexto de emergencia climática”.

Y todavía un tercer consejo para transformar tu casa: “Recupera el vínculo físico con el espacio”. Abre las contraventanas por la mañana, las ventanas por la tarde para que corra el aire, pon las cortinas en verano, ventila a menudo para que no haya humedades, pásate un fin de semana pintando las ventanas de madera… “En las nuestras abuelas no se lo tenías que contar, ¡todo esto!”, exclaman. Y ahora nos estamos olvidando. "Si lo confiamos todo a la tecnología, perdemos mucho conocimiento: gestos, momentos, maneras de interactuar con nuestra casa".

El presupuesto

Solo falta una pregunta en la libreta por responder: la cantidad que debemos tener ahorrada para afrontar una reforma con ellos. Y, hacia el final de la entrevista, cae: “¿Cuánto dinero se necesita?” "No es a base de dinero que tienes buena arquitectura". ¿Una cifra?, insisto. “Ahorra lo que puedas y ve a un despacho de arquitectura a asesorarte. Si algo tiene nuestra profesión es la capacidad de transformación del espacio sin acabados o materiales de elevado coste”.

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