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Viva la revolución de Fina Miralles, Susana Solano y Eva Lootz

La Fundació Joan Miró reconstruye en una exposición las instalaciones que realizaron las tres artistas en el Espai 10

Un detalle de la instalación de Eva Lootz 'Arenes'
27/02/2025
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BarcelonaCuando Joan Miró se planteó la creación de su fundación no quiso que fuera un mausoleo para su arte, sino un centro que cobijara a los artistas más jóvenes. Así, el Espai 10, que más adelante fue rebautizado como Espai 13, fue un lugar pionero para que los creadores de las jóvenes generaciones pudieran exponer, a veces por primera vez, en una institución. Entre estos creadores se encuentran Fina Miralles (Sabadell, 1950), Susana Solano (Barcelona, ​​1946) y Eva Lootz (Viena, 1940), que expusieron en el Espai 10 en los años setenta y ochenta.

Ahora la fundación celebra su afán revolucionario con una exposición donde se pueden ver la reconstrucción de las instalaciones que expusieron los años 1979, 1980 y 1986, respectivamente, y otros trabajos actualmente conservados en museos como el Macba, el CA2M de Móstoles y el Museo de Asimismo, pone de relieve que durante décadas las tres no han escatimado esfuerzos por consolidar y continuar su trayectoria. "Los tres proyectos destacan mucho, y ellas son unas artistas que han perseverado y han sabido llevar una práctica artística hasta una edad muy respetable, algo bastante insólito en nuestro país, sobre todo siendo mujeres", afirma Martina Millà, jefa de exposiciones de la Fundación Joan Miró y la comisaria de la muestra.

De izquierda a derecha, las artistas Fina Miralles, Susana Solano y Eva Lootz.

La exposición lleva por título Entre dos patios, una referencia a que el Espai 10 estaba ubicado entre los dos patios del edificio de Sert, el del algarrobo y el del olivo, y estará abierta hasta el 18 de mayo. Para poder reconstruir las instalaciones, han sido esenciales los esbozos de las artistas y las fotografías existentes. Para Millà, las tres comparten una actitud frente a "un sistema heredado". "Las tres nacieron tras el fin del mundo, del descalabro de la Segunda Guerra Mundial, que dejó Europa en ruinas, y España estaba destrozada. Eva Lootz tuvo que marcharse de Austria y Fina Miralles y Susana Solano fueron hijas de la posguerra española", explica Millà. En este contexto, Miralles fue la primera que expuso en 1979 con un proyecto titulado Paisaje, con el que planteaba una alternativa de reconectar con la tierra y, artísticamente, deconstruir el género del paisaje.

"Son tres artistas fundacionales, porque después del fin del mundo querían repensar las reglas del juego, y lo consiguieron, y empezaron de cero", dice Millà. "Trataron con mucho cuidado su relato para no entrar en el juego de unos modelos femeninos impuestos con los que no se identificaban y que quisieron dejar de lado", dice la comisaria. "La naturaleza ha sido mi gran maestra, yo no he tenido que hacer nada, me he puesto a disposición, he seguido el dictado de las formas y palabras", afirma Miralles. "Elegi el camino de la cultura y de hacerme a mí misma, el mercado del arte y los demás artistas hacían otro camino", explica.

Detalle de la reconstrucción de 'Paisaje', la exposición que Fina Miralles presentó en el antiguo Espai 10 de la Fundación Joan Miró en 1979.

Asociar los materiales a las ideas

Un año después de Fina Miralles le llegó el turno a Susana Solano, con la muestra Esculturas y dibujos. Entonces Solano aún estudiaba bellas artes, y tenía que aguantar las burlas de que sus profesores tildaran de "bolsas para llevar el pan" unas telas en bruto que desbordan al bastidor como las que expuso en la fundación. La madre de Solano era modista, aunque no ejercía, y verla trabajar con las manos fue un estímulo para empezar. "Después esto lo abandonas, porque tienes que asociar el material a una idea", dice Solano. "Esa exposición fue una gran oportunidad –añade–. Y hubo una persona que me dijo que, puesto que exponía a Miró, debía saber qué exponía porque definiría mi trayectoria. Fue muy importante poder ver mi trabajo como espectadora".

Detalle de la reconstrucción de la exposición 'Esculturas y dibujos' de Susana Solano en el antiguo Espai 10 de la Fundación Joan Miró.

Para Lootz, que en 1986 expuso el proyecto Arenas, lo que tienen en común los trabajos expuestos de las tres es que "no hacen caso al discurso, sino que parten de cosas muy elementales, de lo que tienen delante de la nariz". En su caso, fueron un cubo de madera abierto por la parte de arriba, en el que entra la arena que le rodea, y otro cubo de madera que funciona al revés. Al tener las aristas abiertas, la arena que tiene dentro va cayendo fuera. "Entonces lo hice de forma muy intuitiva, pero en perspectiva veo que había un tema que me ha preocupado mucho, el de la dualidad y los contrarios", dice Lootz.

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