Bernat Vivancos toca el cielo en Peralada
El compositor barcelonés estrena una versión contemporánea para coro a seis voces de las Lecciones de Tinieblas renacentistas en el tercer Festival de Peralada de Pascua
- De Bernat Vivancos. Estreno absoluto.
- Latvian Radio Choir. Dirección: Sigvards Klava.
- Festival de Pascua de Peralada, 18 de abril de 2025.
Noche memorable en el Festival de Pascua de Peralada, al día siguiente del concierto inaugural, con el estreno absoluto de los Responsorios de Semana Santa de Bernat Vivancos: una pieza para corazón a capella, escrita a seis voces, que revisita desde el presente la tradición cristiana de las Lecciones de Tinieblas, típicas del Renacimiento.
La revisión del compositor barcelonés no es ninguna estridencia contemporánea ni rareza artificial, sino que, partiendo e inspirándose en la herencia del pasado, construye una lamentación polifónica extremadamente moderna ya la vez respetuosa con la historia. Responsorios, divididos en tres partes tripartitas que se encadenan a medida que se apagan las velas del tenebrario, son puros, transparentes y contenidos, casi atemporales, con un sentimiento religioso a flor de piel que trasciende a cualquier doctrina. La escritura es extremadamente vertical: con acordes y armonías sostenidas en el tiempo que el corazón modula y resuelve en bloque, con dinámicas que amplifican y silencian la intensidad, sin necesidad de contrapunto ni diálogos melódicos o rítmicos, ya que, de manera admirable, la tensión dramática de toda la pieza se modela.
En este tratamiento milagroso de la polifonía coral resuena inequívocamente la maestría de Tomás Luis de Victoria, pero también la coreografía modal del canto gregoriano, sobre todo en los pasajes para cuarteto solista, más melódicos que el resto. En la evolución natural y coherente de Vivancos hacia lenguajes más contemporáneos también se palpa la semilla de la espiritualidad nórdica, etérea y mística e incluso la textura de las progresiones armónicas de las bandas sonoras de Hans Zimmer.
Y una mención aparte merece la impactante interpretación del Corazón de la Radio de Letonia, bajo la dirección de Sigvards Klava, absolutamente impresionante: preciso, decidido, quirúrgico y resonante como un órgano a seis voces, infalible en la emisión y sin ninguna dubitación en la afinación extremadamente exigente. Sepulto Domino, con el escenario a oscuras después de apagar la última vela, haciendo sonar una cadencia conclusiva en don sostenido mayor, gravísima y culminante, que dejó la iglesia en silencio unos segundos antes de la ovación final.