Cierra la Sala Hiroshima después de siete años de creación de vanguardia

BarcelonaLa Sala Hiroshima cerrará las puertas definitivamente este viernes y pondrá fin a casi siete años de exhibición de propuestas independientes de todas las disciplinas, principalmente internacionales. La decisión estaba anunciada hace un año, bastante tiempo para que su fundador y director, el argentino Gaston Core, se despida "bien, sin deudas, ni reproches" a la propiedad del inmueble, que lo quiere recuperar para otros usos. "Está bien que los proyectos sepan cerrar –ha dicho al ACN–. Lo importante es que éste se ha mantenido siempre fiel a su naturaleza, a su visión".

Core confía en que la experiencia "quede en la memoria de la ciudad" y también que en el futuro haya más "herramientas" para que proyectos como este no acaben así. La sala del Poble-sec bajará la persiana por última vez este viernes. Estos dos días, Gaston Core ha decidido reponer el solo de danza The very last northern white rhino, a cargo del bailarín Oulouy, que es una coproducción con el Grec que estrenó en este mismo espacio el verano pasado dentro del festival. Finalmente, la Hiroshima no tendrá segunda vida. Después de alguna tentativa frustrada para reproducir el espíritu de Hiroshima en un nuevo local, Core ha optado por centrarse en su carrera como creador. Core espera que este desenlace sirva para que, en el futuro, proyectos como este "encuentren las herramientas" que les "den apoyo debidamente", o en todo caso que los "estimulen". "Ahora lo cerramos, con aprecio y con la despedida que merece; y esperamos que vengan aventuras todavía mejores", se despide el coreógrafo y hasta hoy director de Sala Hiroshima.