Cine

'El 47', imparable, triunfa en unos Gaudí muy repartidos

'Polvo serán', con cuatro premios, y 'Casa en llamas' y 'Segundo premio', con tres, confirman el buen año del cine catalán

Marcel Barrena, director de 'El 47', y Joana Vital, nieta de Manolo Vital
19/01/2025
7 min
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BarcelonaNo hay quien detenga el autobús deEl 47. La película de Marcel Barrena sobre la lucha vecinal de Manolo Vital continúa su recorrido imparable y, tras batir récords sucesivos de taquilla en los cines, ayer triunfó en los premios Gaudí que se celebraron en el Auditori Fòrum del Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona (CCIB). El 47, que partía como favorita gracias a su récord histórico de 18 nominaciones, se llevó finalmente siete premios: mejor película, actor (Eduard Fernández), actriz secundaria (Clara Segura), dirección de producción, vestuario, efectos visuales, maquillaje y, de propina, el premio especial que vota al público.

Al recoger este último premio, con Barrena subió al escenario Joana Vital, limpia de Manolo Vital, que aprovechó para hacer un alegato en pro del entendimiento y el bilingüismo: "El mío hoy era extremeño , hablaba castellano con la abuela, que era de la Espluga de Francolí. bueno... Si tú quieres comunicarte, no hay ningún problema". Ha sido uno de los momentos de una gala muy combativa en la que el gran tema a reivindicar ha sido el derecho a la vivienda digna, en sintonía con la lucha por la dignidad del barrio de Torre Baró que recrea la película de Barrena.

La cosecha de premios deEl 47 no es de récord (lo conserva Pan negro desde el 2011 con sus 13 estatuillas), pero sí un reconocimiento bastante contundente que proclama El 47 como vencedora de unos premios que, sin embargo, han sido muy repartidos. Así, el drama Polvo serán sobre el deseo de morir juntos de un matrimonio, de Carlos Marques-Marcet, se lleva cuatro premios, que incluyen el de mejor música para Maria Arnal y el de mejor película en lengua no catalana, confirmando el romance de los académicos con un director que, desde 10.000 km, ha ganado el Gaudí con todas sus películas, incluso las que ha dirigido para televisión. Con el de Polvo serán ya son nueve los Gaudí que posee Marques-Marcet, un récord que sólo supera a su productor, Tono Folguera, que amplía a doce su cuenta personal de premios Gaudí

Siguiendo con los récords, Eduard Fernández amplia su como actor más premiado de los Gaudí con la quinta estatuilla, que recogió por su papel de Manolo Vital en El 47. El actor reclamó coherencia a los espectadores que "se emocionan, lloran y aplauden la película" y luego "ponen un alquiler lo más alto posible". Clara Segura, que interpreta a su mujer en el filme, también amplió su récord con el cuarto premio que gana, el de actriz secundaria por El 47, que no pudo recoger porque tenía función de Todos pájaros en Tàrrega pero que, a través de un mensaje que leyó Zoe Bonafonte, aseguró que haría llegar a la Asociación de Vecinos y Vecinas de Torre Baró. La química y ternura de Segura y Fernández son el gran activo de la película de Barrena y no podían marcharse sin premio.

Tres premios en 'Casa en llamas'

Con sólo tres Gaudí, Casa en llamas perdió el duelo con El 47 que los directores de ambas películas habían atizado con sentido del humor durante los últimos meses –y también en la gala de ayer en una rutina cómica bastante divertida antes de entregar conjuntamente el premio al mejor corto–, pero Dani de la Orden puede irse satisfecho: los Gaudí para Eduard Sola (guión original), Enric Auquer (actor secundario) y Emma Vilarasau (actriz principal) son una buena cosecha para una película que cuenta con el handicap de ser una comedia, un género que siempre juega en contra en las votaciones de los premios. En diecisiete ediciones, la única comedia –aunque bien sui generis– que ha ganado el Gaudí a mejor película es Seis días corrientes.

Enric Auquer, Emma Vilarasau y Eduard Fernández con sus Gaudí

El premio en Vilarasau fue especialmente celebrado: que una de las mejores actrices catalanas aún no tuviera Gaudí era una anomalía que había que enmendar, y así lo entendieron los académicos. La actriz agradeció a De la Orden que hubiera dado protagonismo "a una mujer de más de 60 años que ni está enferma ni necesita que la cuiden, que tiene problemas y vida propia". "No podemos permitirnos el lujo de perder la mirada de todas esas mujeres que han llegado a una edad en la que deben decidir cómo quieren gestionar los últimos años de vida y su final", remató. Auquer, en cambio, aprovechó su discurso de agradecimiento para realizar un llamamiento para detener el desahucio de la Casa Orsola de Barcelona: "Es el día 31, por si no tiene nada más que hacer". La noche de Auquer aún fue más redonda gracias al premio a mejor cortometraje que se llevó El príncipe, que protagoniza él mismo y que dirige su primo Àlex Sardà.

Una de las películas catalanas del año, el vibrante biopic de Los Planetas Segundo premio, también puede irse con lo más alto gracias a sus tres premios: mejor fotografía, mejor sonido y, sobre todo, mejor dirección, el tercer galardón en importancia del palmarés, que se llevan los codirectores Pol Rodríguez e Isaki Lacuesta. La película que los académicos españoles eligieron para representar a España en la carrera de los Oscars quizá tenga más opciones en la futura gala de los Goya. Y también rascó premios en estos Gaudí la turbia visión de la maternidad que ofrece Mar Coll en Salve María, que pescó a los merecidos Gaudí de mejor guión adaptado –compartido por Coll y su guionista habitual, Valentina Viso, que dio un discurso emocionante– y el de intérprete revelación para la magnífica Laura Weissmahr. En las tres ediciones que lleva esta categoría, que no distingue al género del intérprete, le han ganado siempre actrices.

Una gala que se reinventa

La gala arrancó siguiendo los cánones de las ceremonias de premios, con un buen número musical conducido con gracia por Paula Malia a ritmo deEl tren de medianoche de Sau –en buena parte registrado para evitar los riesgos del directo– y lleno de referencias en las películas de esta edición. Pero el trabajo de una Malia chispeante acompañado por un Marc Clotet más bien rígido se vio interrumpido cuando, al cabo de cuarenta minutos, el actor Pep Ambròs se rebeló contra las llamadas al glamour de los presentadores y cogió el micro para secuestrar la gala y, con una camiseta del sindicato de inquilinos, denunciar las condiciones económicas de los trabajadores del cine.

Una apuesta escénica valiente que subvertía los códigos habituales de estos espectáculos, aunque costaba seguir su lógica interna cuando Ambròs pasó el relevo a la actriz Marta Torné y todo ello se replegó a las convenciones habituales. Sin embargo, el experimento sirvió, al menos en algunos tramos, para subir la temperatura política de la gala, que acabó de estallar cuando la cineasta Mi Hoa Lee, libradora del premio a mejor dirección novel, se saltó el guión para denunciar el "genocidio que está cometiendo Israel con Palestina".

La otra jugada original fue vestir con un uniforme de bombero al guionista Eduard Sola para que amenazara a los ganadores que se extendían demasiado en sus parlamentos, una ocurrencia que algunos se tomaron con más humor (Takuro Takeuchi) y d otros con menos (David Bassa, jefe de documentales de TV3). Ya sin el disfraz, Sola recogió su premio por Casa en llamas e hizo uno de los discursos de la noche. "Si mi abuelo era analfabeto y yo me dedico a escribir es porque ha pasado algo, y eso se llama progreso", dijo el guionista, "orgullosamente charnego" y muy emocionado, que en la línea combativa de la noche invitó al público a "enviar a la mierda a los xenófobos". "Acogemos con los brazos abiertos y veremos cómo en unos años escribirán grandes historias catalanas", añadió.

En su discurso institucional, la presidenta de la Academia, Judith Colell, reivindicó una vez más el departamento contra los abusos –cuestionado hace semanas por las víctimas de Eduard Cortés– y extendió la mano a las víctimas del sector: "Os animamos a seguir denunciando". Y el Gaudí de Honor, Paco Poch, recordó el impacto que le provocó de joven un viaje formativo al Festival de Aviñón con su estilo expansivo y sin tamaño; tanto, que Sola estaría a punto de enfundarse de nuevo el disfraz de bombero. "La investigación es tan importante como la obra terminada", resumió el productor más radical del cine catalán.

Palmarés de los XVII Premios Gaudí

Mejor película

El 47, de Marcel Barrena

Mejor película en lengua no catalana

Polvo serán, de Carlos Marques-Marcet

Mejor película documental

Diario de mi sextorsión, de Patricia Franquesa

Mejor película de animación

Mariposas negras, de David Baute

Mejor dirección

Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez por Segundo premio

Mejor dirección novel

Celia Giraldo por Un lugar común

Mejor guión original

Eduard Sola por Casa en llamas

Mejor guión adaptado

Mar Coll y Valentina Viso por Salve María

Mejor protagonista femenina

Emma Vilarasau por Casa en llamas

Mejor protagonista masculino

Eduard Fernández por El 47

Mejor interpretación revelación

Laura Weissmahr por Salve María

Mejor actriz secundaria

Clara Segura por El 47

Mejor actor secundario

Enric Auquer por Casa en llamas

Mejor cortometraje

El príncipe, de Àlex Sardà

Mejor dirección de producción

Carlos Apolinario por El 47

Mejor dirección de arte

Laia Ateca por Polvo serán

Mejor montaje

Chiara Dainese por Polvo serán

Mejor música original

Maria Arnal por Polvo serán

Mejor fotografía

Takuro Takeuchi por Segundo premio

Mejor vestuario

Olga Rodal e Irantzu Ortiz por El 47

Mejor sonido

Diana Sagrista, Alejandro Castillo, Eva Valiño y Antonin Dalmasso por Segundo premio

Mejores efectos visuales

Laura Canals e Iván López Hernández por El 47

Mejor maquillaje y peluquería

Karol Volvería por El 47

Mejor película europea

Anatomía de una caída, de Justine Triet

Premio especial del público a la mejor película

El 47, de Marcel Barrena

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