Carme Elias: "No estoy enfadada con la vida, le estoy agradecida"

BarcelonaMientras rodaba el drama Las consecuencias, Carme Elias (Barcelona, 1951) tuvo muchas dificultades para recordar las frases del guión. Esos momentos de frustración y dolor, de toma de conciencia de un problema serio, se ofrecen en carne viva en el documental sobre la actriz que se estrena este viernes justo después de ganar al Gaudí: Mientras seas tú, que ha dirigido Claudia Pinto –la misma directora de Las consecuencias–, habla sobre el Alzheimer que padece Elias, pero sobre todo es un canto a la vida de la actriz y a su lucha por mantenerse conectada a si misma.

"Poco después de tener el diagnóstico cogí un tren a Valencia con mi hijo para contárselo a Claudia, porque es una de mis grandes amigas y no quería decirle esto por teléfono –explica Elias–. Y ella me dijo: «¿Quieres que dejemos un rastro sobre esto?» Yo dije que sí y, para mi sorpresa, dos horas después ya apareció un equipo con cámaras y arrancó el documental". La entrevista con ARA tiene lugar en un bar del barrio barcelonés de Gràcia, donde vive Elias, y transcurre con fluidez, pese a algunos lapsus normales. La actriz se muestra animada: "Lo llevo bien, he aceptado lo que me pasa. El Alzheimer es un enemigo contra el que no puedo luchar, así que he decidido hacerme amiga y lo llamo Al, que me gusta más. Y hablar contigo, con la prensa, me estimula. Es como darle continuidad a mi vida de actriz. Y si puedo contribuir a visibilizar una enfermedad que siempre se quedaba encerrada en casa... Es una misión en la vida que me motiva".

A Mientras seas tú, Elias desnuda su intimidad sin reservas. La cámara captura momentos de fragilidad –poco después del homenaje que le hacen a la Academia del Cine Español, tiene problemas para recordar a la gente que acaba de participar–, pero abundan los momentos de feroz lucidez, ya sea repasando su archivo personal, conversando con el neurólogo o preparando el discurso por el Gaudí d'Honor. Ella quita hierro a su generosidad: «Muestro mi intimidad con facilidad porque he pasado mucho tiempo ante las cámaras, estoy acostumbrada a ello. La actriz aún existe, yo la noto. Y sé representar bien el papel de mí misma: cuándo callar, cuándo hablar... Si alguien no me conociera no se daría cuenta de que me pasa nada. De alguna manera, sigo haciendo mi trabajo, con la diferencia de que esta vez no represento una ficción, sino algo que me está pasando de verdad».

Sería frívolo hablar de un lado positivo del Alzheimer, pero incluso Elias reconoce que la enfermedad le ha ayudado a gestionar mejor su exceso de perfeccionismo. Ahora está "más tranquila", dice. "Me acepto más y no soy tan exigente conmigo misma. Cuando era joven siempre buscaba maestros y aprender más, quería la excelencia y la perfección. Pero la perfección no existe, sólo existes tú". En este sentido, dice, hacer público que sufre Alzheimer le ha hecho sentir liberada: "Ha sido como desnudarme y decir, mirad, yo ahora soy esto, es lo que hay. Tenía miedo de que por la calle me atracaran o vete a saber qué, pero ha sido lo contrario, he recibido una ola de cariño, tanto de la gente que me conoce como de la que me para por la calle. Y en lugar de sentirme desnuda, me siento protegida".

El año pasado, Elias publicó un testimonio en forma de libro sobre su situación, Cuando deje de ser yo. En el documental se la ve firmando ejemplares por Sant Jordi, charlando animadamente con los lectores. "Todo el mundo me contaba una historia dramática sobre una madre, una hermana... La gente tiene la necesidad de compartir lo que le pasa". Y pese al avance de la enfermedad, Elias sigue escribiendo. "Estoy escribiendo cosas para mí y resumiendo mis diarios, y me lo estoy pasando muy bien. Cuando miro atrás pienso que he sido valiente. No había ningún actor, en la familia. He arriesgado, y he llevado la vida que quería. He tenido disgustos en la vida privada, como todo el mundo, pero estoy satisfecha. No estoy enfadada con la vida, le estoy agradecida".

Última voluntad

Pese al agradecimiento que siente por la vida –o precisamente a causa de ese agradecimiento–, Carme Elias ya se está preparando para morir. La actriz está decidida ("cuando ya no sea yo misma", subraya) a hacer uso de la eutanasia, que se legalizó unas semanas después de conocer su diagnóstico. "Visité a una amiga que tiene Alzheimer avanzado y me di cuenta de que yo no quería llegar hasta ese punto –dice–. En este sentido, tener la opción de una muerte digna me da mucha tranquilidad. He hecho un testamento vital y mi familia ha participado en la decisión. Es complicado para ellos, porque con las enfermedades mentales son los familiares quienes deben ejecutar la voluntad. Pero estoy segura de que serán suficientemente fuertes para hacerlo".