Cine

Aquaman cierra la puerta y devuelve las llaves del universo DC de Warner

Jason Momoa protagoniza la segunda entrega de las aventuras del superhéroe acuático

2 min
Jason Momoa en 'Aquaman y el reino perdido'
  • Dirección: James Wan. Guión: David Leslie Johnson-McGoldrick a partir del personaje creado por Mort Weisinger y Paul Norris
  • 134 minutos
  • Estados Unidos (2023)
  • Con Jason Momoa, Patrick Wilson y Yahya Abdul-Mateen II

El intento de Warner de emular el universo cinematogràfica de Marvel que arrancó el 2013 con El hombre de acero ya tiene, ahora sí, un capítulo final. Aquaman y el reino perdido clausura una saga marcada por la gravedad y la violencia que imprimió Zack Snyder en las primeras películas. En este contexto, el primer Aquaman (2018) aportaba notas de ligereza y un espíritu camp refrescante. Crápula y pendenciero, la versión del personaje parecía más moldeada en torno a la personalidad del actor (Jason Momoa, el Khal Drogo de Juego de truenos) que de los cómics de DC, pero sin renunciar al imaginario de reinos marinos, tridentes mágicos y caballitos de mar.

El plano más recordado de aquel filme era el de un pulpo tocando la batería con los tentáculos, sublimación feliz del ridículo que la secuela abraza de nuevo recuperando al animal –ahora tiene un nombre, Topo, y un puñado de escenas– en una historia enfocada a reconstruir la relación entre Aquaman y su hermano Orm, enemigos acérrimos en la primera parte. Si Momoa ya imbuye a su personaje de una energía muy parecida a la del Thor de Chris Hemsworth, la reconciliación con el hermanastro malvado tiene un deje igualmente familiar –en un diálogo, Aquaman incluso llama a Loki a su hermano– que no ayuda a paliar la sensación de estar viendo una película más de superhéroes, poco inspirada en las hinchadas secuencias de acción y que pone la rúbrica final al Snyderverse a la espera de abrir la nueva etapa de James Gunn.

Trailer de 'Aquaman y el reino perdido'
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