Pierce Brosnan, otra vez de etiqueta y con licencia para asesinar
El actor interpreta un sicario carismático en 'Fast Charlie', entretenido y pantanoso 'pulp' de venganza
- Dirección: Phillip Noyce. Guión: Richard Wenk y Victor Gischler
- 90 minutos
- Estados Unidos (2023)
- Con Pierce Brosnan, Morena Baccarin y James Caan
"Si se parece a lo que ya he escrito, lo vuelvo a escribir", afirmaba el novelista pulp Elmore Leonard en su ensayo Elmore Leonard's tiene rules of writing. Leonard fue el gran retratista del crimen del sur de Florida, pese a sus incursiones en otros géneros literarios, y resulta imposible no recordarlo viendo Fast Charlie. Primero, porque éste noir que supone el regreso de Pierce Brosnan en el cine de acción tiene como escenario el sur de Florida y el área de Nueva Orleans y, segundo, porque la película dirigida por Phillip Noyce (Salto, Juego de patriotas), basada en la novela Gun monkeys con que Victor Gischler debutaba en el género, se asemeja a muchas, muchísimas películas que ya hemos visto y, contra todo pronóstico, es entretenida e incluso puede presumir de cierta personalidad.
Brosnan, como cabe esperar, aparece impecablemente elegante en el papel de Charlie Swift, uno de esos sicarios con un código de honor propio que nunca se despeina en un tiroteo. Ya hace casi veinte años que el protagonista trabaja a las órdenes de Stan (James Caan), el jefe de la mafia de Orlando, y hace también unos años que sueña con huir de esta vida, pero nunca ha tenido la ocasión de escapar del agujero en el que se encuentra. Hasta que sus rutinas criminales se dieron la vuelta cuando uno de sus aliados les traiciona y Charlie busque vengarse con la ayuda de Marcie (Morena Baccarin), la exmujer de su última víctima. Ni que decir tiene que el planteamiento narrativo de Fast Charlie es previsible y la puesta en escena tampoco da para filigranas visuales, pero el filme se beneficia de estas carencias porque sabe reconvertirse en un ejercicio de amor al género gracias a un guión con un montón de diálogos afilados, un particular tono de humor negro, bastantes giros argumentales y asesinados a diestro y siniestro.