Cine

Úrsula Corberó: "Cuando hablo catalán soy una persona distinta, y también una actriz diferente"

Actriz, estrena la película 'El jockey'

Ursula Corberó
30/05/2025
4 min

BarcelonaÚrsula Corberó (Sant Pere de Vilamajor, 1989), la actriz catalana más internacional del momento, se estrena en el cine argentino con El jockey, una tragicomedia dislocada en la que ella y Nahuel Peréz Biscayart son dos jinetes de carreras rivales y, sin embargo, amantes. Como si el humor hierático de Kaurismäki se encontrara con el cine cartoon de Wes Anderson, la película de Luis Ortega (El ángel) que llega este viernes a los cines –uno de los grandes éxitos del cine argentino reciente– muestra una Corberó juguetona y carismática, una actriz en busca de nuevas formas de utilizar el talento y la cinegenia.

El jockey tiene un registro de humor absurdo muy autoral que no recuerda en nada a las series y películas que había hecho antes. ¿Quería ofrecer un registro nuevo como intérprete?

— Sí. Llevo años tratando de introducirme un poco en el cine más autoral, pero a veces cuesta porque la gente me tiene muy posicionada en cosas más comerciales. Y yo no reniego del cine y las series comerciales, pero me apetecía adentrarme en un mundo nuevo. Soy curiosa y me gusta salir de la zona de confort. Ya conocía al director, Luis Ortega, porque ha trabajado con Chino [Darín], mi pareja, y he sido un poco pesada: cada vez que le veía le decía que quería trabajar con él.

¿Y ha tenido que cambiar su forma de actuar para adaptarse al estilo de Ortega?

— No, no me he adaptado, y está bien, no adaptarse. Cuando te adaptas a algo es como: "Misión cumplida". Aquí, sin embargo, no tengo el control, y está bien no tener el control de las cosas, sobre todo creativamente. Sufres un poco, claro. Soy una persona muy estructurada, algo control freakpero esta era una película para soltarse. Me rodeaba un equipo maravilloso, había una hermandad especial, como de piezas de un puzle que encajan unas con otras. Y he oído que podía bajar revoluciones e investigar mi profesión desde otro sitio.

Nahuel Pérez Biscayart y Úrsula Corberó en la película 'El jockey'.

Hay un número musical sensacional que realiza con Nahuel Pérez Biscayart. ¿Cuánto tiene de coreografía y cuánto espontaneidad?

— No hay coreografía. Mejor dicho, había una coreografía que estuvimos mucho tiempo ensayando, pero al final la improvisamos. Fue mi segundo día de rodaje, y no por casualidad: Luis quería empezar con el baile y que nos soltáramos, saltar... Dicho esto, nosotros nos enfocamos en lo más interpretativo. Al fin y al cabo, el baile es la presentación de esta pareja y de cómo se relacionan entre ellos.

Explique los personajes a partir de su manera de bailar.

— Sí, sobre todo para hablar de su química. En el baile se ve que son personas muy diferentes, que son pareja y al mismo tiempo compiten el uno con el otro.

Esto es algo que transmite siempre como actriz, esa capacidad para disfrutar. ¿Qué importante es para usted pasárselo bien en su trabajo?

— Esencial. Estar mal no funciona. Respeto a la gente que tiene ese método, pero a mí pasarlo mal me hace peor actriz. Hay gente a la que le encanta, gente con la capacidad de superar todas las adversidades... Pero a mí no. Y haciendo El jockey me lo pasé muy bien: valorada, cuidada y libre.

¿Qué relación tiene con la fama y hasta qué punto la disfruta?

— A ver, yo disfruto lo bueno de la fama, pero no lo malo. La fama está sobrevalorada, desde fuera se idealiza. Siempre me lo he tomado como un juego. En mi casa no visto igual que en un festival de cine. Es decir, intento ser auténtica, pero en realidad todo esto tiene que ver con la vocación de interpretar a otras personas. Y siempre intento pasármelo bien, aunque a veces no lo consigo. Pero no quiero victimizarme. Al fin y al cabo, soy una privilegiada y puedo dedicarme a mi pasión. Y si tengo un mal día, no salgo de casa. Lidiarte con la exposición cuando tienes un mal día puede hacer que el día sea tres veces peor. Hay que escucharse a una misma y decirse: "Quizás es mejor no ir a esta cena".

Comenzó actuando en Ventdelplà y en algún telefilme en catalán, pero el grueso de su carrera lo ha realizado en castellano e inglés. Ahora que quiere intentar hacer un cine más autoral y que hay una nueva generación de cineastas catalanes, ¿le gustaría volver a trabajar en catalán?

— Me encantaría trabajar en catalán, y la verdad es que he estado a punto de hacer un par de cosas en catalán, pero al final, por distintos motivos, no llegaron a pasar. Pero sí, me gustaría mucho, porque siento que cuando hablo catalán soy una persona distinta, y también una actriz distinta. Es lo que más se parece a mi yo interior, porque yo pienso en catalán, es la lengua que hablamos en mi familia, yo con ellos nunca he hablado en castellano.

¿Y es frustrante no haber podido actuar más en catalán?

— No lo he vivido así, porque ya me gusta interpretar otras cosas que no soy yo. Con el inglés me pasa algo curioso, porque hace unos años no lo controlaba en absoluto, pero ahora siento que soy mejor actriz en inglés que en castellano porque me da la sensación de que no hay tanto prejuicio hacia mí. Cuanto más me alejo de lo que yo soy más me veo desde fuera, y esto, como actriz, es un mundo a explorar muy interesante. Pero si interpreto en catalán seguramente me conectaré con una vinculación más personal, y esto también puede ser bonito.

Trailer de 'El jockey'
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