¿Cómo será el primer concierto en el Palau Sant Jordi?

El Guitar Bcn pide que se retire el tope de 1.000 espectadores para el concierto de Carlos Sadness en marzo

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El Palacio Sant Jordi

BarcelonaPausa, de Izal, fue el último tema que se interpretó en directo en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Fue el 29 de febrero del 2020 y los acompañó un invitado de lujo, Enrique Bunbury. A continuación pincharon el Man on the moon mientras el público iba y, después, once meses y medio de silencio. Ahora, el Guitar Bcn Festival quiere reabrir el Sant Jordi con el concierto de Carlos Sadness del 20 de marzo, uno de los platos fuertes de una programación que se ha presentado este jueves en la Sala Barts en un acto presencial de talante reivindicativo en el que Joan Roselló, CEO de la promotora The Project y director del festival, ha defendido la cultura presencial y ha pedido al Procicat la retirada del tope de 1.000 espectadores para el Sant Jordi. “Si en el Sant Jordi Club, el Liceu o el Palau de la Música se pueden hacer conciertos de 1.000 personas, ¿por qué no de más de 1.000 en el Palau Sant Jordi, que es tres, cinco u ocho veces más grande y tiene más altura y puertas? –argumenta Roselló–. Nosotros queremos hacer un concierto de 3.500 personas con distancia de seguridad, mascarillas y lo que haga falta”.

El músico barcelonés Carlos Sadness en una imagen de archivo.

Roselló ha hablado con amargura del Wizink Center, “el espacio más similar al Sant Jordi que hay en Madrid”, que desde hace meses tiene una programación regular. “El problema que tenemos aquí es que las normas las están decidiendo personas que no sé si han ido a un concierto en la vida, pero está claro que no han montado ninguno –ha cargado Roselló–. Que bajen a la Tierra y hablen con el sector. Ya entendemos que se tienen que poner límites, pero que cuenten con nosotros para marcarlos de manera racional”. Entre los argumentos que defienden la seguridad de organizar conciertos en el Palau Sant Jordi están la especificidad del espacio, que según la directora de la Anilla Olímpica, Carme Lanuza, es “único en Catalunya” en cuanto a la ventilación natural gracias a sus cerca de 60 puertas superiores (a nivel de techo) y 40 puertas inferiores: “Pero es que también tenemos un sistema de ventilación automática que renueva todo el aire del Palau Sant Jordi cada quince minutos”.

Grupos estancos de entre 600 y 700 personas

La medida del Sant Jordi también sería un aliada a la hora de establecer protocolos de seguridad en los accesos gracias a la gran cantidad de puertas de las que dispone. Además de los protocolos sanitarios habituales, en el concierto de Carlos Sadness se hará una división sectorial del público en diferentes sectores estancos de entre 600 y 700 personas, de forma que ni en los accesos ni durante el concierto pueda haber ningún contacto entre dos espectadores de sectores diferentes. “La gente se tendrá que dirigir a la puerta que diga su entrada, donde estará su controlador, la medida automática de temperatura, etc. Los servicios de cada grupo serán independientes de los servicios de los otros”, explica Lanuza, que subraya también la facilidad de acceso “a pie, en coche o en bicicleta” al Palau Sant Jordi.

¿Y qué pasará si el tope no acaba bajando de los 1.000 espectadores? En este caso, Roselló lo tiene claro: el concierto de Sadness saldría adelante pero no al Palau Sant Jordi, sino en otros espacios más pequeños y que tienen más sentido para un concierto de 1.000 personas. Sea como fuere, la decisión final la tomará el Procicat a una o dos semanas vista. “Hace meses que hablamos con ellos y entendemos que de aquí al 20 de marzo esta limitación podrá crecer, al menos para el Sant Jordi –dice Roselló–. Estamos hablando de 3.500 personas, una cifra poco ambiciosa y que no llega al 20% de las 18.000 que caben en el Sant Jordi. Si este sale bien, quizás nos podemos plantear hacer conciertos de 5.000 o 6.000 espectadores. Pero es evidente que con 3.500 se tendría que poder hacer”.

De Zucchero a Pau Vallvé

El Guitar BCN ofrecerá una sesentena de actuaciones, que arrancan este viernes con el concierto en el Palau de la Música de Xoel López. La programación incluye a artistas como Iván Ferreiro, Zucchero, Nouvelle Vague, Los Secretos, Joan Miquel Oliver, Second, Coque Malla, Mala Rodríguez, Kevin Johansen, Danny Ocean, Ferran Palau y Pau Vallvé, que ofrecerá tres actuaciones en la Sala Barts. Roselló espera superar los más de 44.000 espectadores que, a pesar de las restricciones pandémicas, acudieron a los conciertos de la edición anterior, que tuvo un índice de ocupación del 92%.

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