Carla Simón: “Espero que gracias a 'Alcarràs' mucha gente descubra el catalán”

Barcelona“Es muy fuerte, esto es una locura”, dice Carla Simón (Barcelona, 1986), que habla con el ARA un par de horas después de haber ganado el Oso de Oro del Festival de Berlín con Alcarràs. El triunfo es histórico y la consagra como la gran cineasta catalana de su generación y una de las directoras jóvenes de referencia del cine europeo actual. Su carrera, por suerte, apenas acaba de empezar.

Decidiste apostar por la película más difícil de los dos proyectos que tenías después de Verano 1993. ¿Qué sientes ahora, después de ganar el Oso de Oro?

— Que ha valido la pena. Cuando haces las cosas desde dentro y confías en el hecho de que lo que quieres explicar tiene sentido, pasan cosas mágicas. Ahora lo hablaba con el coguionista, Arnau Vilaró, y también con la directora de fotografía, Daniela Cajías, y la montadora, Ana Pfaff, con quien he estado trabajado muchas horas. Hemos sudado para hacer esta película, ha sido un proyecto muy difícil y todo el mundo que ha colaborado en él lo sabe. Hemos tenido que pensar mucho y preparar mucho las cosas, no ha salido así de casualidad.

¿De quién te acuerdas más en estos momentos? ¿De tu abuelo, quizás, que fue la primera chispa de la historia?

— Sí, de mi abuelo y de mis tíos, que hoy siguen cultivando melocotoneros. Para ellos todo esto es muy fuerte. Cuando les expliqué que quería hacer una película sobre ellos, no lo entendían. “¿Qué quieres explicar, de aquí?”, me decían. No les parecía que hubiera nada interesante para retratar de su mundo. Pero les hice entender que a mí me parecía muy potente cinematográficamente. ¡Y todavía no han visto la película! Tengo muchas ganas de volver y proyectarles la película.

En Alcarràs, el pueblo, la gala se ha seguido desde una pantalla gigante y se ha celebrado como si el premio fuera también suyo. Y un poco es así, ¿verdad?

— Sí, del pueblo y en general de toda la zona y de sus agricultores. En esta celebración también estaban los actores de la película, los que no habían podido viajar a Berlín y los que sí, que han vuelto hoy y que han ido ahí directamente para vivirlo todo juntos. Todavía no he hablado con ellos, pero se ve que ha sido una locura.

Has comentado alguna vez que creciste sin referentes de directoras, que la mayoría eran hombres. ¿Qué le dirías ahora a una chica que sueña con ser directora?

— Que no se lo piensen, que expliquen lo que les apetezca. Está claro que siendo mujer se puede hacer cine, y tenemos que hacer cine y explicar nuestras historias. Se ha demostrado este año en el que, desde Canes, todos los festivales grandes los han ganado mujeres. ¡Y ahora yo! Es increíble.

Hace unos días te preocupaba cómo sería el recibimiento de una película tan diferente de Verano 1993. ¿Cuándo has empezado a creer que Alcarràs podía ser lo que ha acabado siendo?

— No lo sé. ¡Ahora mismo! El recibimiento del estreno el martes fue muy cálido, pero que este año el festival esté tan comprimido ha hecho que todavía no lo haya podido digerir. Además, he pasado los dos últimos días haciendo entrevistas internacionales, supongo que lo iré digiriendo los próximos días.

El cine en catalán está en mínimos históricos de producción, y, a pesar de todo, tú has podido hacer tus dos películas en catalán. ¿Ha resultado muy difícil?

— En realidad no. Y es porque he tenido productores que también creían que estas historias tenían sentido en catalán y que se tenían que explicar así. Esto demuestra que el cine es una gran herramienta de exportación de la cultura. Con Verano 1993 sentí que había gente que descubría la existencia del catalán gracias a la película y espero que esto vuelva a pasar ahora, que gracias a Alcarràs mucha gente descubra la lengua. Al final, las historias son historias, todos somos seres humanos y nos identificamos con lo mismo, y da igual la lengua en la que se expliquen.

En la rueda de prensa has dicho que querías rodar la próxima película pronto. ¿Cómo de pronto?

— Mucho no, porque primero tengo que ser madre [está embarazada de cuatro meses] y ver cómo llevo esto de trabajar y tener un hijo. Pero el proyecto está muy encaminado para rodar el año que viene o quizás el siguiente, ya lo veremos. No habrá que esperar cinco años como nos pasó con Alcarràs.