Pasión Vega homenajea a Pedro Almodóvar a ritmo de jazz en Peralada

Pasión Vega protagonizó el sábado la segunda velada del Festival de Peralada con el espectáculo Pasión Almodóvar con Pasión Vega, un repaso de las canciones más icónicas de las películas de Pedro Almodóvar –autor del cartel de la edición de este año del festival– “que recuperó todo un repertorio que había quedado abandonado”, según presentó la cantante. BK_SALTO_LINEA~ Acompañada de un excepcional cuarteto de músicos, Pasión Vega apareció por una boca de escenario decorada con luces de cabaret, zapatos de tacón y colores rosados ​​y brillantes, rememorando la estética almodovariana y con un traje lila de estética festivalera de los años 60, como hecho de papiroflexia, en una propuesta escénica del dramaturgo Joan Anton Rechi. Quizás, quizás, quizás (que Almodóvar incluyó a la banda sonora de La mala educación) y Cucurrucucú Paloma (deHable con ella), dos temas que mostraron por dónde iría el espectáculo. Un concierto intimista, con Pasión Vega recorriendo el escenario del mirador, con el público a tocar a ambos lados acompañada por los fantásticos arreglos jazzísticos del pianista Moisés P. Sánchez.

Vega cantó con buen gusto, entrega, a plena voz o como un susurro, a veces con ese punto de estremecimiento y arrastre de Chavela Vargas, otras con un tono personal de aires flamencos y siempre prestando atención a las letras que han configurado los personajes almodovarianos.

Se sucedieron canciones como la copla popularizada por Miguel Molina La bien paga (de ¿Qué he hecho yo para merecer esto?!), Un año de amor (de Tacones lejanos) en un dúo espléndido con el contrabajo de Toño Miguel, una Luz de luna (de Kika) a trío con la guitarra portuguesa de Sergio Menem (que combinaba con el violonchelo) y una jazzística Volver (de Volver) a dúo con el extraordinario piano de Moisés P. Sánchez. Después de un punto de inflexión con una versión jazzie de Nur nicht Aves Liebe Weinen (de La ley del deseo) a cargo de los músicos mencionados más Pablo Martín Jones (percusiones y electrónica), hubo una bajada de tono (hay que destrozar el no me deje no de Jacques Brel, lástima) que remontó con la expresiva Puro teatro (de Mujeres al borde de un ataque de nervios) que presentó saludando a Marisa Paredes, que estaba entre el público y que fue aplaudida calurosamente.

Piensa en mí, de Agustín Lara e interpretada por Luz Casal en Tacones lejanos, sonó íntima y fantásticamente bien, así como festiva En el último trago (de La flor de mí secreto), para acabar con una apasionada Se nos rompió el amor que el público aplaudió a corazón qué quieres. Cerró la velada dejando el listón bien alto con Ay, amor y I'm so excited, haciéndonos recordar la divertida escena de Los amantes pasajeros.