Ser amarillo en Estados Unidos
'Interior Chinatown', de Charles Yu, explora cuestiones como la asimilación cultural, el precio de la ascensión social y los estereotipos raciales
- Charles Yu
- Ediciones de 1984
- Traducción de Alba Dedeu
- 320 páginas / 21,90 euros
Interior Chinatown, de Charles Yu (Los Angeles, 1976), es una original mezcla de géneros llena de humor, un relato experimental y alegórico que explora cuestiones profundas como la asimilación cultural, el precio de la ascensión social, la cultura pop , la inmigración, la ansiedad paralizante, la fuga de los papeles que nos vemos obligados a jugar y los estereotipos raciales. La pregunta clave del libro de Yu es: ¿la raza realmente nos condiciona a no poder aspirar a nada mejor?
A partir de una estructura teatral en siete actos, la trama deInterior Chinatown se vehicula a través de su protagonista, Willis Wu, quien no se siente protagonista de nada porque es amarillo. No es privilegiado como blanco, ni está oprimido como negro. Relegado al margen, nunca puede ser la estrella de su propia narrativa. Vive en "una habitación en la octava planta del Edificio VPO de Chinatown", un lugar minúsculo con "cosas dentro de cosas dentro de cosas", y cada día baja al restaurante chino Palau Daurat situado bajo el edificio, un espacio sórdido que hace las funciones de plató de televisión donde se graba la serie policiaca Blanco y negro —del estilo de CSI—, con una Poli Blanca y un Poli Negro, héroes, guapos, inteligentes y talentosos. Él, por el contrario, es un joven asiático que trata de triunfar como actor en Hollywood. Para Willis Wu, interpretar a alguien parecido a Bruce Lee es un sueño: quiere hacer el gran papel de "Payo del kungfu", pero se siente frustrado porque el sistema sólo le ofrece papeles de "Payo oriental de fondo". Tras tropezar en el punto de mira, Willis se ve lanzado a un mundo más amplio de lo que nunca ha conocido en el que descubre la historia secreta del barrio chino y el legado enterrado de su propia familia. Willis trabaja y vive en una especie de metamundo en el que los actores pueden hablar entre ellos durante las escenas. La reflexión de Yu se basa en los estereotipos en la representación de la cultura asiática en la televisión y en el cine ("Valía más una leyenda que una estrella"), y en la historia de la discriminación —en la ley, y más tarde en la práctica— que ha hecho más difícil la asimilación de los asiáticos-americanos en América. Pero como dicen en Blanco y negro: "el modelo funciona, y no se debe chapotear un modelo que funciona".
La vida como simulación
En cuanto al estilo narrativo, en una interesante segunda persona, Yu apuesta por la confusión y por un narrador que juzga en todo momento al protagonista: "De alguna manera te has quedado atrapado en una versión de feria del país de origen". Hay una norma literaria al principio, pero el autor enseguida la dobla y rompe las reglas. Notemos cómo, literalmente, hay un guión de televisión. Un guión dentro del gran guión que después derivará hacia pensamientos o monólogos interiores del protagonista. Todo se vuelve muy borroso y el lector nunca acaba de saber si está en la cabeza del personaje o si lo que está pasando es verdad. Estamos en un espacio muy interior, en una especie de escenario de película pero también en un territorio mental, un panorama psicológico que retrata lo que representa estar marginado tal y como se sienten Willis, su familia y el resto de personas de la comunidad.
El lector soporta el tema central de la obra —la vida como simulación— gracias a la calidad literaria y al humor excepcionales de Yu. Los conceptos artísticos y políticos actúan como puerta de entrada a la exploración de la condición humana. Interior Chinatown es una sátira consciente y cáustica contra el mundo del espectáculo americano en la que Yu distorsiona y difumina la línea casi invisible entre la vida y el entretenimiento guionizado para hablarnos, todavía, de la ficción especulativa y de la política de identidad.