Ferran Garcia: "Sólo los seres humanos lloramos por una emoción"
El escritor de 'Guilleries' vuelve a las librerías con 'Sau', una novela de amores prohibidos durante la época esclavista en Cataluña
BarcelonaTodos aquellos que hayan leído una obra de Ferran Garcia (Taradell, 1971) saben que en sus historias predomina la oscuridad y la violencia. El autor de libros como Blasfemia (Malas Hierbas, 2019) y Guillerías (Malas Hierbas, 2022) ha escrito sobre personajes torturados, asesinos de asesinos y familias de monstruos. Por eso, con su última novela, Sau (Males Herbes), García confiesa que no sabe qué le ha pasado: "Es el libro más luminoso que he hecho, mi clímax de la bondad y la alegría. No creo que pueda superarlo". Sau relata dos historias de amor prohibido que al final se entrelazan y que transcurren entre Guinea Ecuatorial y Cataluña a principios y mediados del siglo XX, con el esclavismo como telón de fondo.
Como en las novelas anteriores, Garcia ha adoptado una temática (el tráfico de esclavos a principios del siglo pasado) y la ha llevado a Cataluña fusionándola con nuestra mitología y un tono de realismo mágico. "Busco injertar tópicos universales de catalanidad, de nuestro imaginario. Esto me genera un bienestar creativo", explica el escritor, que en Blasfemia hizo este ejercicio con los freak shows y en Guillerías lo aplicó a través del western. En el caso de Sau, la chispa se le apareció a través de un anuncio en un diario de principios del siglo XX. "Una persona buscaba un esclavo que se le había ido y hacía una descripción física. ¿Qué pasaba cuando algunos de los esclavos de plantaciones dejaban su país natal y venían a Catalunya?", se pregunta Garcia.
Este éxodo forzado da pie a la añoranza, que es el gran tema de la novela. "La primera emoción y la más poderosa es el miedo, pero la segunda es la añoranza. En cuanto nacemos empezamos a añorar y eso nos acompaña hasta la muerte", subraya el escritor. Sau tiene protagonistas que añoran su hogar, un espacio donde estar en paz, pero también añoran lo que nunca han tenido. Dos de ellas son una abuela y una limpia guineanas y esclavizadas por una familia de la llanura de Vic, que les obliga a dejar su país natal e instalarse en Catalunya para servir al hogar familiar. La novela solapa sus añoradores con los de dos jóvenes que trabajan con yeguas y viven en Sant Romà de Sau hasta que la construcción del pantano les fuerza a abandonar el pueblo.
Ante esta nostalgia colectiva, Garcia planta el amor, porque "amar suele ser sinónimo de añorar". Todos los personajes están heridos y dolidos y el amor se les aparece como la posibilidad de sanar. "Con el tiempo me he dado cuenta de que todos necesitamos mirar nuestro abismo desde el umbral. Pero para ver el fondo necesitamos una mano que nos coja, y esa mano es un amor profundo", dice el escritor. En la novela, el dolor de los personajes se transmite sobre todo a través de su mirada. "Solo los seres humanos lloramos por una emoción. Los ojos sirven para llorar, más que para mirar lo que nos rodea", destaca Garcia.
Volver después del éxito de 'Guilleries'
Sau es el regreso de García a las librerías después de Guillerías, que fue un pequeño fenómeno literario. Pero el escritor mira ese triunfo de ventas y de lectores con distancia. "Para mí el éxito no tiene que ver con ventas y entrevistas, sino con ser capaz de defender la novela frente a mí mismo. Y, de hecho, no hay mucha relación entre la calidad literaria y el eco de los libros ", señala el escritor, que dice que no se fija en cuántas ediciones llevan los libros que más le emocionan o en si sus películas preferidas han ganado premios. "El éxito y el fracaso son dos mentirosos. Te engañan constantemente, porque ni nunca eres tan bueno ni nunca eres tan malo —concluye Garcia—. No debes hacerles caso".