"La gente normal es capaz de cometer grandes maldades"
Jaume Clotet explora la naturaleza del mal en 'La hermandad del ángel caído', premio Josep Pla
BarcelonaUn grupo de caballeros templarios consigue huir del agonizante reino de Jerusalén en 1291. En la galera donde viajan llevan “el secreto mejor guardado de la cristiandad, un arca misteriosa que a partir de entonces debe ser custodiada de los infieles en el lugar más seguro del mundo”. Así arranca La hermandad del ángel caído, con la que Jaume Clotet (Barcelona, 1974) ha ganado el último premio Josep Pla, dotado con 10.000 euros. Después de Libres o muertes (2012) y El cátaro proscrito (2016), el periodista y ex director general de Comunicación del Gobierno de la Generalitat ofrece un híbrido de novela histórica y thriller –un Dan Brown en la catalana, según la editora Glòria Gasch–donde combina el peso del pasado con una trama ambientada en la actualidad y protagonizada por Bernat, un monje de Montserrat y profesor de filosofía, y la moza de escuadra Berta Bosch. Será Bernat el elegido por el papa Pablo VII para transportar desde el Vaticano hasta la abadía catalana la preciada arca, codiciada por las fuerzas demoníacas, que quieren apoderarse de ella.
“Lo que me interesaba explorar en esta novela ·la es la naturaleza del mal, desde un punto de vista global, pero también íntimo, a través de nuestras debilidades y tentaciones”, avanza Clotet. La muerte macabra de buena parte de la Santa Hermandad de Guardianes del Ángel Caído –protectora del arca– y la desaparición del cardenal Hwang añaden algo de tensión al traslado del objeto por parte del monje protagonista de la novela la. El enigmático Belzebú persigue a Bernat, que acabará haciendo equipo con Berta, moza de escuadra. "Belzebú es uno de los siete lugartenientes del diablo, y juega un papel central en el libro", promete el autor, que ha buscado ofrecer "un entretenimiento de ritmo siempre picado a los lectores". “Si algo he aprendido escribiendo es que cada capítulo debe acabar con un momento de intriga para pasar al siguiente –admite–. Si no, el thriller queda desdibujado”.
Monstruos ejemplares
Clotet recuerda unas palabras de Tomás de Aquino en relación a uno de los temas centrales de la novela, "el mal es la ausencia del bien". Y añade: “Yo lo veo algo distinto. Ambas cosas están mezcladas. En determinados contextos, cualquiera de nosotros podría comportarse como monstruo. Hay trabajadores ejemplares que en casa se transforman en maltratadores. La gente normal es capaz de cometer grandes maldades: lo hemos comprobado en muchas ocasiones a lo largo de la historia”. Otro de los flashes de historia del libro envía a los lectores al Berlín de 1945, durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, cuando el régimen nazi emprende una expedición para ir a buscar el santo Graal a Montserrat, lugar donde se creía que había ido a parar.
Jaume Clotet no dudó demasiado a la hora de convertir a un monje de Montserrat, reflexivo, astuto y con algún secreto torturado dentro, en protagonista de la novela. “Cataluña y el cristianismo van de la mano –dice el autor–. Los elementos religiosos y bíblicos nos han acompañado durante siglos y todavía nos constituyen”. El autor se siente tan cómodo con el monje Bernat y la moza de escuadra Berta que no descarta escribir un segundo o incluso un tercer libro con nuevas peripecias de ambos.