Las primeras veces

Cómo llegar al Nirvana literario

Uno de los niños durante la ceremonia budista.
28/05/2025
2 min

BarcelonaDialogal es una revista de humanidades y espiritualidad que, como describen sus editores, "pone en valor la diversidad de creencias religiosas y el arraigo de todas ellas en este rincón de mundo que es Cataluña". Mi sección favorita es la Guía espiritual de Cataluña, que firma la escritora, periodista, traductora y editora Anna Punsoda (y también directora de la revista desde hace un año): una serie de crónicas escritas después de pasar un par de días en oratorios, monasterios o casas de retiro, que acabará siendo un libro de Fragmenta y que hará las delicias de todo el mundo que haya chado con su magnífica guía de la Segarra, La tierra dura, publicada en Pòrtic en el 2024. De momento, se han publicado dos: la del monasterio de Montserrat (aviso que si la lee terminará con un crush con su abadesa) y la de Casa Virupa, el centro budista mediterráneo de Llinars del Vallès. Aquí, Punsoda aprende las Cuatro Nobles Verdades que enunciaron Buda: que vivir comporta insatisfacción (la enfermedad, el envejecimiento, la pérdida, la muerte); que la causa de ésta es el deseo o el apego (al placer, a las ideas, al ego); que deshaciéndonos del apego podemos extinguir la insatisfacción; y que el Camino Óctuple es la vía para conseguirlo (comprensión, intención, palabra, acción, forma de vida, esfuerzo, atención plena y concentración).

La crónica me ha hecho pensar en un artículo del investigador Martin A. Schwartz, de la Escuela de Medicina de Yale, donde alerta de que, en ciencia, el ego de los investigadores y el deseo de que las hipótesis sean correctas contamina el experimento y pueden acabar forzándolas o retocar los resultados para publicar. Para contrarrestarlo y facilitar un pensamiento claro, él propone el camino del "desinterés apasionado" o el no apego, es decir, admitir las propias ambiciones para, a continuación, apartarlas de lo que hacemos. Lo he recordado bastante últimamente, porque he leído novelas donde el enamoramiento de los autores con sus personajes, la necesidad de sacar a pasear el ego o el empate de la autoconciencia que genera la exhibición en las redes sociales me han expulsado de la trama y, en algunos casos, he dejado de leer en diagonal o, directamente.

Como Schwartz o Casa Virupa, propongo el desapego como la vía que nos llevará a los escritores catalanes y del mundo al nirvana literario porque, incluso en la autoficción, el autor debe ser lo de menos de la ecuación. En el Camino Óctuple, encontraremos una brújula:

• Visión: ¿qué necesita el texto?

• Intención: compartir, no exhibir.

• Palabra: menos es más.

• Acción: manuscrito antes de que selfie.

• Vida: leer, escribir, callar.

• Esfuerzo: revisar, no flagelarse.

• Atención: modo avión.

• Concentración: publicar y soltar.

Si conseguimos apartar el ego y poner el texto y la historia en el centro, podremos abrirnos a una realidad mayor que nosotros mismos, escribiremos mejor y contribuiremos al mundo con obras que perduren. Namasté.

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