Literatura

Mary de Rachewiltz, poeta e hija secreta de Ezra Pound, celebra sus 100 años en su castillo

Tras crecer entre granjeros tirolesos, la autora recuperó el contacto con el padre y acabó traduciéndolo al italiano

Imagen de archivo de la poeta Mary de Rachewiltz
12/07/2025
3 min

BarcelonaLa poeta y traductora Mary de Rachewiltz ha celebrado esta semana su centenario en el castillo de Brunnenburg, situado en el Tirol italiano, donde vive desde hace décadas. Autora de recopilaciones de poemas como Whose world? (1998) y de las memorias de niñez Discreciones (1971), Mary de Rachewiltz también ha destacado por haber traducido al italiano la obra de su padre, Ezra Pound, recogida en The Cantos (1985) y Veneziane cantos (2001).

Nacida el 9 de julio de 1925 en Brixen con el nombre de Maria Rudge, Mary era hija de Ezra Pound (Hailey, 1885 – Venecia, 1972) y la violinista Olga Rudge. Como Pound estaba casado con la actriz Dorothy Shakespear y no podía ocuparse de la criatura, la madre dejó a la niña con una pareja de granjeros tirolesos. Fue allí donde la niña creció, aunque de vez en cuando se encontraba con su madre y Ezra Pound en el apartamento que Olga tenía en Venecia. Fue durante estas visitas que la niña se sintió atraída por el mundo cultural y literario, y ese amor no dejó de aumentar durante su adolescencia, cuando el padre decidió ocuparse personalmente de la educación de la chica. Durante la Segunda Guerra Mundial, años en los que Pound leía manifiestos fascistas en la radio italiana, en casa enseñaba literatura a su hija: "Es lo único de provecho que puedo hacer", le decía, según explica De Rachewiltz en sus memorias.

De la cárcel a un castillo del siglo XIII

No fue hasta casi al final de la Segunda Guerra Mundial que Pound le contó a su hija que estaba casado con otra mujer y que tenían otro hijo, Omar. Poco después, Pound fue arrestado por las autoridades estadounidenses por apoyar a Mussolini, y tras una temporada privado de libertad en Pisa, regresó a Estados Unidos, donde no se le pudo juzgar por sus problemas mentales y acabó pasando doce años en el hospital psiquiátrico St. Elizabeths, de Washington. Pound regresó a Italia a finales de la década de los 50 convertido en un veterano clásico maldito. Vivió hasta casi al final de su vida en el castillo que la hija y su marido, el egiptólogo Boris de Rachewiltz (1926 – 1997), habían comprado poco después de casarse, en 1946.

Construido en el siglo XIII, el castillo de Brunnenburg fue décadas. Ella todavía vive allí y ha celebrado esta semana su centenario, después de una larga vida dedicada a la literatura. Además de escribir sus poemas y de ocuparse de las traducciones italianas de Pound, ha clasificado y mantenido el archivo Ezra Pound, ha dado conferencias en Estados Unidos, Canadá y Europa para hablar de la obra del padre y de la poesía modernista y ha organizado recitales y congresos literarios en Brunnenburg.

Hace unos meses, Edicions de 1984 publicó la primera edición catalana integral deLos Cantos de Pound, un libro que el poeta norteamericano fue escribiendo y reescribiendo a lo largo de prácticamente toda su trayectoria, durante casi cinco décadas. medio. "Hay dos lemas del autor que marcan su obra. El primero es make it new, que hace referencia a cómo aunque los temas sean siempre los mismos, siempre hay nuevas formas de abordarlos: Pound revolucionó la forma y la técnica –seguía–. El otro es que, en la disyuntiva de escribir más o mejor, él se decantaba por escribir mejor", explicó. Pound maravilló a poetas como Marianne Moore, TS Eliot, Allen Ginsberg y EE Cummings, pero también narradores tan singulares como James Joyce.

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