A pie de página

Es necesario que lea 'Fantàstic Ramon', de Claudia Cedó

Una escena de 'Fantástico Ramon'
26/04/2025
2 min

BarcelonaA veces entro en conflicto con el término "necesario" aplicado a lo cultural: un libro necesario, una obra de teatro necesaria, un concierto necesario. De vez en cuando, me parece que cargamos demasiado la cultura de esta responsabilidad y que, mientras lo hacemos, nos olvidamos de la diversión y del entretenimiento por sí mismos, de leer o ver una película por el puro placer de hacerlo, sin otra finalidad que pasar un buen rato. Esta semana recomendé la novela La vida del librero AJ Fikry, de la Gabrielle Zevin (Periscopio; traducción de Octavi Gil Pujol), diciendo que es "agradable de leer". Alguien me preguntó: "Eso es que no te ha gustado, ¿verdad?". Me sorprendió. ¿Es algo malo decir de un libro que es agradable? También pudo decir que me entretuvo, porque es la pura verdad: le leí casi de un tirón. ¿Es un libro que quedará para siempre en mi memoria? No. ¿Me gustó leerlo? Sí, porque es una novela... agradable de leer.

"Id a las salas, pero lea teatro, también!". Esta semana he oído a Clara Narvión y Bernat Dedeu hacer esta reivindicación a los medios. Como soy muy partidaria, me adhiero, y le recomiendo un texto teatral, una comedia oscura y con un punto fantástico que me hará entrar en contradicción conmigo misma, porque es una obra –quizás ya lo ha adivinado– “necesaria”. Comanegra acaba de publicar Fantástico Ramon, el texto de Claudia Cedó que, de hecho, todavía se puede ver en la sala grande del Teatre Lliure de Barcelona. Cedó es una de las almas de Escenarios Especiales, un proyecto que trabaja para reflejar en escena la diversidad real que existe en nuestra sociedad, lo que significa que en sus montajes participan personas con diversidad funcional, trastorno del espectro autista o necesidades educativas especiales. Con toda esta experiencia a sus espaldas, ha participado en la creación del proyecto Ànima Lliure, del Teatre Lliure, "que quiere conseguir que ves y cuerpos diversos, que normalmente no habitan los escenarios, los conquisten".

También han conquistado las páginas de Fantástico Ramon, que habla de lo que ocurre en un pueblo "normal", cuando nace una criatura "diferente". Utilizo las comillas con toda la intención, porque la obra pone en evidencia esta terminología recurrente, esa terrible dicotomía que no tiene más origen que el miedo a la diferencia, ligada a la incapacidad de verla en positivo. En este tipo de "Twin peaks a la catalana", como la describe Cedó, Ramon es un niño de trapo, que ni se mueve, ni habla ni oye. La autora explica muy bien lo que ocurre con los demás, con los habitantes de Santa Aurora de la Piedad –cuanta ironía, en la elección del nombre– que deben convivir, pero también describe especialmente bien la experiencia de los padres y sienten frustrados y culpables por no saber comunicarse bien. A mí, que el tema me toca de muy cerca, me emocionó sentirme representada, y me consta que les ha pasado lo mismo a muchas otras familias. actores con diferentes tipos de diversidad, es también para que llegue a todas las personas que no conviven con el tema. Fantástico Ramon. Es necesario.

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