Literatura

La novela que Gabriel García Márquez quería destruir finalmente se publica

'En agosto nos vemos' es el último inédito del premio Nobel de literatura

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Gonzalo García Barcha, hijo de Gabriel García Márquez, en la novela inédita de su padre, 'En agosto nos vemos'

MadridDesde ese 6 de marzo toda la obra del escritor colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014) está a disposición de los lectores, lo que deja "tranquilo" a su hijo pequeño, Gonzalo García Barcha. La confesión de Barcha esconde, en esencia, la intención de él y su hermano mayor, Rodrigo García Barcha, de sobreponer la democratización de los textos de quien fue premio Nobel de literatura en 1982 al propio deseo suyo, en particular respeto en la novela póstuma En agosto nos vemos: "Este libro no sirve. Destruidlo", llegó a decir García Márquez, que era conocido de manera cariñosa con el apodo de Gabo. Ésta era hasta ahora la única obra del colombiano que no había visto la luz. A partir de este miércoles, coincidiendo con su cumpleaños, el texto se podrá encontrar en las librerías de decenas de países de todo el mundo después de que sus dos hijos, de la mano con la editorial Penguin Random House, decidieran sacar adelante la publicación.

"En un acto de traición [a nuestro padre], decidimos anteponer el placer de sus lectores a todas las demás consideraciones. Si ellos [los lectores] lo celebran, es posible que Gabo nos perdone. Confiamos", escriben Rodrigo y Gonzalo en el prólogo de la novela. Los dos hermanos también se aferran a que cuando su padre decía que el libro no podía publicarse era un momento en el que la huella de un cáncer, pero sobre todo el Alzheimer, se habían apoderado: "Creemos que, al igual que perdió la capacidad de escribir y de leer, quizás también perdió la capacidad de juzgar un libro. [Al final de su vida] era una persona que había perdido el entendimiento", ha afirmado Rodrigo durante la presentación del libro en la prensa, este martes en Madrid.

El último libro "no terminado"

"Cualquier libro que no terminaba y que no le satisfacía, lo destruía. El hecho de que en este caso [con la novela En agosto nos vemos] no lo hiciera, se volvió algo indescifrable", ha apuntado su hijo mayor, quien a la vez ha confirmado que se trata del último libro pendiente de publicarse: "Ya no hay ninguna novela misteriosa"

Tras la muerte del padre, el texto quedó "secuestrado" en un cajón hasta que dio el salto, junto con muchos otros papeles del autor, en el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas. Rodrigo y Gonzalo le releyeron –también lo hicieron académicos y críticos literarios a los que se les dio acceso, en exclusiva, a ese material inédito– y fue en una de esas relecturas que tomaron la decisión definitiva de publicar- lo: "Era mejor de lo que pensábamos y decidimos que merecía la pena editarlo", ha explicado Gonzalo.~ García Márquez trabajó hasta que la salud se lo permitió. un texto "pulido" ni "acabado" como otros grandes títulos suyos, como Cien años de soledad y Crónica de una muerte anunciada, han reconocido a sus hijos. Por eso ha sido imprescindible el trabajo de edición de Cristóbal Pera, que ya había trabajado con García Márquez cuando publicó sus memorias. "No se ha añadido nada", han querido dejar claro a los hijos, que han comparado el trabajo de Pera con el de un arqueólogo. "Era cuestión de recolectar los manuscritos que existían y ordenarlos", ha dicho Gonzalo.

Una mujer protagonista

El resultado de todo ello es una novela de 150 páginas formada por cinco capítulos autónomos que, a su vez, forman un todo unitario protagonizado por Ana Magdalena Bach, una anciana, culta y elegante que cada verano viaja al pueblo donde está enterrada la madre y visita la tumba. Más allá de lo que puede parecer una tradición vinculada a la tristeza, la protagonista convierte las visitas en una oportunidad para reflexionar sobre el deseo, el sexo y el amor.

"¿Qué habrían pensado [nuestros padres] de lo que hemos armado? Siempre nos quedará la curiosidad", ha reflexionado Gonzalo en referencia a la publicación de la novela. Quienes sí tendrán la oportunidad de resolver la pregunta a partir de ahora serán los lectores.

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