Memoria histórica

Un tribunal español escucha por primera vez a un querellante por torturas franquistas

Julio Pacheco ha declarado como víctima en los juzgados de Madrid después de un primer intento frustrado en julio

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Julio Pacheco y Rosa García a la salida del juzgado de Plaza Castilla de Madrid este viernes.

Madrid"Somos optimistas", expresaba el abogado Jacinto Lara este viernes a las nueve y media de la mañana ante las puertas del juzgado de la plaza Castilla de Madrid. Él es quien lleva la defensa de Julio Pacheco, quien presentó una iniciativa contra cuatro policías de la Brigada Político-social, entre ellos el excomisario José Manuel Villarejo, por "un supuesto delito de crímenes de lesa humanidad y torturas" durante el franquismo. Esta vez, no iba mal encaminado.

El caso de Pacheco es el primero de la historia que encuentra una ventana abierta a los tribunales españoles. Después de un intento frustrado a mediados de julio, este viernes Pacheco ha podido declarar como víctima. También lo ha hecho su esposa, Rosa García, como testigo. "Estoy muy contento", expresó el querellante a la salida de los juzgados.

Su denuncia es la única que ha sido admitida a trámite y que se está investigando en un tribunal del Estado y por eso la expectación era máxima. Como en el primer intento, ante las puertas del juzgado madrileño se han concentrado decenas de personas vinculadas a organizaciones memorialistas y por los derechos humanos, desde Amnistía Internacional hasta Ceaqua, La Comuna Presxs e Irídia, que han querido acompañarle. La primera vez que Julio Pacheco y Rosa García debían declarar, la magistrada del caso, Ana María Iguacel, les comunicó que se había añadido un juez "de refuerzo" a la causa y que, por tanto, su declaración se posponía. Hasta la fecha.

"Convicción"

La declaración ha comenzado a las diez de la mañana y se ha alargado dos horas, aunque solo una ha sido de interrogatorio. "He visto a la juez muy interesada en los hechos", ha comentado el abogado de Pacheco en una conversación telefónica con el ARA tras la declaración. Tanto Julio Pacheco como Rosa García han respondido a todas las preguntas: las de su abogado, las de la magistrada y las de la Fiscalía, tanto de la fiscal adscrita en el juzgado que lleva la causa como de una fiscal adjunta que forma parte de la sala de derechos humanos y memoria democrática. "Julio ha transmitido mucha convicción durante la declaración. También Rosa", explica Lara al ARA, quien añade que en el caso de Julio se ha tratado de una declaración "muy extensa, con preguntas para conocer mucho en detalle qué ocurrió".

"La juez ha sido muy amable y receptiva, con un trato muy bueno. Me he sentido muy a gusto y muy tranquilo", ha dicho Pacheco a la salida del juzgado. Y especificó que las preguntas de la fiscal eran más "concretas" y "pedía datos muy específicos", mientras que las de la juez eran "políticas". El proceso apenas comienza ahora y el querellante no tiene dudas de que "saldrá adelante": "Tengo esperanza. Irá despacio, pero tengo mucha esperanza". El siguiente paso sería que la magistrada que lleva el caso dé el traslado a los acusados por si quieren personarse.

Una ventana abierta

"Se trata de romper el muro del silencio y de impunidad que tenemos desde el franquismo. Que hoy hayamos declarado significa que puede haber más casos y, por fin, encontrar justicia en España", ha dicho Pacheco. De hecho, entidades como Irídia ven este caso como un "precedente" en un momento en el que están pendientes de la resolución de la denuncia de Carles Vallejo, torturado en la comisaría de la Vía Layetana de Barcelona, contra policías franquistas. Un caso en el que recientemente la Generalitat se ha personado como acusación popular.

Lo cierto es que en los últimos seis años el centenar de causas similares a las de Julio Pacheco y Carles Vallejo se han acabado archivando y no han prosperado. Aunque algunas habían iniciado las tramitaciones, a medio procedimiento se paralizaron. La particularidad del caso de Pacheco es que por primera vez se ha dado el paso de la declaración, una oportunidad insólita hasta ahora. "Debemos insistir en que es la primera vez que en el marco de un proceso penal se toma declaración a un querellante que ha denunciado un delito de torturas durante el franquismo en un contexto de crímenes contra la humanidad", han expresado en un comunicado conjunto Amnistía Internacional, el centro Sira, Irídia y Ceaqua.

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