Urtasun anuncia la extinción de cuatro fundaciones franquistas
El consejo de ministros aprueba un real decreto para eliminar todos los símbolos de la dictadura
BarcelonaEn octubre el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, firmó el procedimiento de acuerdo con la ley de memoria democrática para extinguir la Fundación Francisco Franco. No es la única que puede tener en los días contados. Este martes, durante el consejo de ministros, Urtasun ha anunciado que iniciará las actuaciones previas del procedimiento de extinción de la Fundación José Antonio Primo de Rivera, la Fundación Blas Piñar, la Fundación Privada Ramón Serrano Suñer y la Fundación Pro Infancia Gonzalo Queipo de Llano. Todas son fundaciones contrarias a la democracia y que ensalzan la dictadura.
Primo de Rivera fue el fundador de la Falange Española. La carrera política de Blas Piñar comenzó en Acción Católica, ocupando varios cargos durante el régimen franquista, como procurador en las Cortes españolas y consejero nacional del Movimiento. En 1966 fundó la editorial Fuerza Nueva, que diez años más tarde se constituyó como partido con el mismo nombre y bajo el lema "Dios, patria y justicia". Ramón Serrano Suñer fue ministro en varios gobiernos de Franco, y Queipo de Llano fue un general considerado un criminal de guerra por muchos historiadores.
"Un gobierno democrático, digno de ese nombre, no puede permitir que el olvido de todo lo que ha pasado en este país se infiltre en nuestra memoria colectiva y la desintegre. Un gobierno democrático debe exigir, siempre y en todo momento, verdad, reparación y justicia, y eso es lo que hacemos y hace".
La eliminación de los vestigios franquistas
Durante el propio consejo de ministros se ha aprobado el real decreto que regula la creación de un catálogo de símbolos franquistas, tal y como establece la ley de memoria democrática. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha asegurado que la previsión es que el catálogo esté terminado antes de fin de año y que se creará una comisión técnica en la que también participarán las comunidades autónomas y las entidades locales.
El gobierno español calcula que hay unos 4.000 vestigios del franquismo pendientes de eliminar. Por ejemplo, Torres ha señalado que hay siete pueblos en los que todavía se conservan nombres con connotaciones franquistas. Un caso es la monumental pirámide de hierro forjado de Tortosa que debía desmantelarse en el 2020 pero que sigue de pie y proceso judicial abierto.
Con este real decreto se establecerán los mecanismos para eliminar estos símbolos. Cualquier entidad, asociación, institución o particular podrá pedir su retirada, y una vez retirados, deberá especificarse cuál es su destino. Torres ha querido hacer balance de los tres años de la ley de memoria democrática y ha destacado, entre otras cosas, las fosas exhumadas: "Según un estudio de 2019, en España había 20.000 fosas que podían ser exhumadas, y ya hemos exhumado más de 9.000". Torres ha explicado que 206 familias han pedido recuperar los restos de familiares enterrados sin su permiso en Cuelgamuros y que por el momento se han exhumado 458 restos y se han identificado 31 víctimas.
El ministro de Política Territorial y Memoria ha sido muy crítico con el hecho de que las comunidades autónomas de Aragón, Comunidad Valenciana, Cantabria, Extremadura, Baleares y Castellano León hayan derogado las leyes de memoria: "Han aprobado leyes que erróneamente han llamado de concordia. El ministro ha anunciado que el miércoles presentará más de 400 actividades para conmemorar los 50 años de democracia bajo el lema "La democracia es tu poder".
En este sentido, se ha colgado una lona gigante en catalán en la Gran Vía de Madrid. A la pregunta de un periodista sobre el hecho de que la lona haya recibido críticas por estar en catalán, Torres respondió que no entiende que se critique, porque España es un país con diferentes lenguas cooficiales y así lo reconoce la Constitución. "Habrá lonas que hablarán de democracia en diferentes lugares del país, en catalán, castellano, euskera... porque refleja una realidad plural. El catalán es una lengua con su propia historia", aseguró.