Mika electriza Cap Roig y celebra a los fans en catalán
El cantante libanés empezó el concierto escondido entre el público
Calella de PalafrugellMika lo hizo todo el sábado por la noche para meterse al público de Cap Roig en el bolsillo: empezó el concierto escondido entre el público y con un “Bona nit”. Más adelante volvió entre los espectadores para cantar uno de sus grandes éxitos, Big girl (you are beautiful), y durante todo el concierto habló una convincente mezcla de español e italiano. Y para rizar el rizo, hizo subir a una fan al escenario para que lo ayudara a decir en catalán que había llegado a Calella de Palafrugell sin estar seguro de si podría dar el concierto porque había tenido el covid por cuarta vez y que quería que el público cantara con él. Mika es generoso con los suyos y, a pesar de que su espíritu naif y rosa ahora podría parecer pasado, su reino adornado con luces de colores vivos y fuentes escupiendo fuego aguanta. “No somos lo que te piensas que somos. / Somos de oro”, advierte Mika en We’re golden, como si quisiera sacar pecho y al mismo tiempo acoger bajo su ala a todos aquellos adolescentes que en algún momento se han sentido discriminados.
Para Mika todo empieza con “una buena historia”, y los capítulos de la suya en Cap Roig, donde no pudo actuar en 2020 por el covid, fueron una mezcla de sus hits infalibles, como el inicial Lollipop y Relax, con otros de más recientes, como Ice cream, del último disco, My name is Michael Holbrook y el sencillo que lanzó en mayo, Yo yo, uno de sus temas más bailables. Y las historias de Mika encima del escenario no tienen ni un gramo de paja: la segunda mitad del concierto fue una sucesión de triunfos, como Underwater, Happy ending, Elle me dit y Grace Kelly. Y tuvo un gran final, con una versión con tintes apoteósicos de Love today y con los cuatro músicos que lo acompañaban (guitarra, bajo, teclados y batería) bailando con él para despedirse del público.
El concierto de Cap Roig fue el único concierto de la gira The Magic Piano en España en 2022 y asistieron 2.400 personas. Al piano y bailando como uno poseído, Mika fue un rey juguetón con muchas ganas de divertirse. “Calla, cabrón”, le espetó, divertido, a un fan que se lo quería llevar a casa. También recordó que cuando hizo un intercambio lingüístico en Sitges estudió a “los españoles” en lugar de los matices del castellano. Hay un trasfondo doloroso y catártico en el hecho de que Mika haya titulado su último disco con su nombre real, Michael Holbrook, pero al menos en Cap Roig eligió olvidar las penas haciendo mucha fiesta.