Emocionante y extraordinario homenaje a Víctor Jara en la Mercè 2023
La avenida de la Catedral de Barcelona queda desbordada en un gran concierto dedicado a la memoria del cantautor chileno
BarcelonaA veces los homenajes musicales los carga el diablo. La buena intención no es suficiente, y menos cuando la propuesta artística no conecta con el público. Pero a veces la buena intención confluye con un trabajo musical dedicado y respetuoso con la memoria del homenajeado que impacta intensamente en el público. Es entonces cuando todo entra en la categoría de lo extraordinario, por la emoción que remueve y por el talento artístico implicado. Es lo que ha pasado este domingo en el homenaje a Víctor Jara programado en las fiestas de la Mercè en una avenida de la Catedral desbordada por un público, mucho del cual chileno, que ha cantado, o quizás sería mejor decir que ha vivido, una docena de canciones del cantautor chileno asesinado hace 50 años por militares a las órdenes del dictador Augusto Pinochet. Entre los espectadores, personas que tuvieron que exiliarse en los años 70 cantando junto a generaciones muy jóvenes. "Esta me la cantaba mamá cuando era pequeña", explicaba una chica a dos amigas cuando sonaba Duerme, negrito. "Qué emoción tan fuerte", decía una mujer mayor abrazada a otra mujer mayor. Y qué estallido de dignidad, arriba y abajo del escenario, cuando al final del concierto ha llegado el estribillo de El pueblo unido nunca será vencido, y cuando la cantante Rusó Sala ha exclamado "¡viva Víctor Jara, viva la Unidad Popular y viva Salvador Allende!".
1.000 voces para Víctor Jara, que así se titulaba el espectáculo, ha reunido a las cantantes chilenas Ana Tijoux, Javier Mena y MC Millaray y las catalanas Sílvia Tomàs y Rusó Sala. Las cinco acompañadas por una banda montada por Borja Penalba y Marina Alcantud con músicos de confianza. Y al final se ha añadido el grupo chileno Inti-Illimani Histórico, con Horacio Salinas al frente. Antes de cada canción se ha recordado a varias mujeres desaparecidas durante la dictadura tras ser torturadas en el centro de detención de la infame policía secreta pinochetista, Villa Grimaldi, cuyo nombre ha sido contestado con silbidos desde la avenida. Efectivamente, cada intervención ha tenido una fuerte carga política, como no podía ser de otra forma, pero no solo como acto de memoria histórica, sino también para recordar las injusticias del presente, como cuando Ana Tijoux ha reivindicado a los presos políticos del pueblo mapuche, "cuyas convicciones" son "más altas que las montañas y los poderes". Además, la rapera MC Millaray, que ha interpretado La partida con una convicción impactante, ha terminado el concierto mostrando una bandera mapuche.
Tijoux, a dúo con Millaray, ya había inflamado la noche pronto con El aparecido, sobre todo con los versos "Correlé, correlé, correlá / Correlé que te van a matar", que culminó con el grito "ni perdón ni olvido". Pocas veces liga tanto lo que dice la canción y el comentario del artista. Como ha dicho Tijoux, recuperar las canciones de Víctor Jara implica "hacerse cargo históricamente de muchas cosas" y preguntarse qué diría él hoy en día.
Javiera Mena, Rusó Sala y Sílvia Tomàs
Menos apretada, Javiera Mena ha hecho honores a Luchín, "una de las canciones más bonitas que existen", y una Deja la vida volar que ha compartido con Sílvia Tomàs, la sorpresa del concierto por la potencia con la que ha cantado después A desalambrar, bien acompañada por la guitarra eléctrica de Lucía Zambudio. Quizás la mejor prueba del talento y el cuidado con que se ha hecho el concierto ha llegado con El arado: Rusó Sala la ha cantado tocando también la guitarra acústica, con la banda dejándole todo el espacio hasta la segunda parte, cuando los músicos han entrado para acabar de sublimar una canción que el público ya estaba llevando muy arriba, entregado no solo a la poesía política sino también al talento de Jara para las melodías. Sala y Tomàs también han cantado la versión en catalán de Manifiesto, y algunas estrofas de Te recuerdo, Amanda de acuerdo con la adaptación que hizo Raimon. Esta canción, interpretada por las cinco cantantes e Inti Illimani Histórico en catalán y castellano, ha sido uno de los momentos más emocionados de un concierto de hora y cuarto que ha terminado como ha empezado, con El derecho de vivir en paz, la canción que Víctor Jara escribió contra la intervención de Estados Unidos en Vietnam.