Iaia no pierde la magia
El grupo de Osona cierra una gira de celebración en una sala Apolo emocionada y llena hasta los topes
BarcelonaPresenciar un regreso y al mismo tiempo una despedida es una sensación agridulce. Pero, pese a ser un adiós, La Iaia cerró ayer, miércoles, una gira de celebración en la sala Apolo de Barcelona que si algo ha dejado es emoción. Y durante dos horas, un público devoto se olvidó de que quizás era la última vez que veía al trío de Osona en directo.
Hacía cerca de seis años que Ernest Crusats, Jordi Torrents y Jordi Casadesús no se reunían para dar un concierto. Y ¿Dónde está la magia?, el disco que este año celebra su décimo aniversario, sonaba como el primer día. De hecho, el concierto en Apolo, que había agotado las entradas, era el final de la pequeña gira que La Iaia había organizado para esta celebración.
El trío de Vic hizo un repaso de casi todos los temas de su segundo álbum de estudio, pero también tuvo tiempo para canciones tan conocidas como La mejor flor del balcón, que todo el mundo conocía palabra por palabra, y La última noche, emocionante y serenada, que en el pasado no tocaban en directo pero que en este caso la ocasión lo requería.
El público, entregado, y ellos, casi sorprendidos por el recibimiento de un sonido que marcó el panorama musical catalán hace ya unos años. Con la sala llena cantando a corazón que quieres, era inevitable preguntarse por qué hacía tanto tiempo que no los escuchábamos en directo. Poco a poco se fue creando una atmósfera fenomenal que culminó cuando un piano en medio de la sala reunió al público en un círculo gigante. En medio del silencio, la voz característica de Crusats llenó la sala. Un micrófono defectuoso tampoco estropeó el momento; si acaso, le hizo aún más especial. Era la despedida, el instante de canciones que el público cantaba al unísono: La playa, la reconocida Mi barco y, por último, una euforia máxima despedía al público con Yo quiero ser mi abuela.
Fue un adiós perfecto (un adiós que no sabemos si va a durar para siempre), un adiós cercano, efusivo. El hueso, la canción más especial del disco, logró hacer bailar toda la sala. El momento de euforia reclamaba más: quizás una vuelta a la fama de un grupo que tuvo su pico hace tiempo pero que demuestra que definitivamente tiene potencial para crecer más.
Tampoco faltaron temas muy queridos por el público, como Declaración de principios y Explosión, ambos pertenecientes a Las rayas del bañador (2011), el álbum que les hizo un nombre en la escena. También hubo espacio para alguna sorpresa: una versión de Wa yeah, de Antònia Font, cantada por Socunbohemio, el telonero de la noche.
Iaia no publica música desde 2017, desde Volver a ser uno. Pero con la celebración de los diez años de¿Dónde está la magia?, el grupo ha sacado a la luz tres canciones inéditas, escritas en el mismo momento que el resto del álbum y que habían quedado olvidadas. Ahora se pueden escuchar en una edición exclusiva en vinilo, y este miércoles tocaron en directo uno de estos temas: Mágico! Mágico!, ha sonado con una ilusión que solo se vive durante las primeras veces: "Es un regalo que sede todos aquí", declaraba Crusats en el escenario.
En esta gira de celebración, el grupo de Vic ha pasado por el Festival (A)phònica de Banyoles y el Cantilafont en Olost, ha llenado la sala Jazzbah de Ciutadella de Menorca y ha decidido acabar esta pequeña gira en Barcelona, 'Apolo, donde, si es de las últimas veces que cantan en directo, definitivamente habrá sido por recordar.