John Williams dice que las bandas sonoras nunca le han gustado mucho
El compositor de grandes temas musicales de filmes como 'Parque Jurásico', 'Tauró' y 'La guerra de las galaxias' dice que no se pueden equiparar a las obras para concierto
BarcelonaJohn Williams (Nueva York, 1932) es uno de los compositores de bandas sonoras más importantes de la historia. Es autor, entre otros, de las bandas sonoras de películas como Tiburón (1975), Parque Jurásico (1993) y La guerra de las galaxias (1977). Pero a pesar de haber ganado cinco Oscar y haber creado música muy conocida y popular, el artista considera que este arte es menor en comparación con otras obras históricas. "La música de cine nunca me ha gustado mucho. Las bandas sonoras, por muy buenas que puedan ser, y normalmente no lo son, más allá de un tramo de ocho minutos aquí o allá, no son música. Lo que nos parece un tema precioso de una película pertenece, en realidad, a la forma en que la recordamos, de forma nostálgica", afirma el compositor The Guardian.
"Pensar que las bandas sonoras ocupan el mismo espacio en una sala de conciertos que la mejor música de canon es una idea errónea", dice Williams, quien añade que "muchas bandas sonoras son efímeras y fragmentarias y, hasta que alguien no las reconstruye, no se pueden considerar piezas de conciertos". El compositor ha creado bandas sonoras para más de un centenar de películas, entre ellas la saga de Indiana Jones, ET (1982) y los tres primeros films de Harry Potter. De hecho, Williams es la persona viva con más nominaciones a los Oscar –a lo largo de su trayectoria ha recibido 54.
Estas declaraciones han surgido durante las conversaciones con el periodista Tim Greiving, que prepara una biografía del compositor. "Sus comentarios son chocantes, pero no son falsa modestia. Lo piensa genuinamente", dice Greiving. Williams entendía la creación de bandas sonoras "como un trabajo", y se la tomaba "tan en serio como cualquier otra persona ha hecho a lo largo de la historia". El compositor es precisamente muy crítico con sus creaciones. "Si tuviera que volver a hacerlo ahora, trabajaría para hacer música más pulida, más unificada", dice el artista.
En el libro también explicará cómo, en los inicios de su carrera, estuvo muy frustrado porque los directores no entendían la música. Williams habla de su relación con Steven Spielberg, con quien estableció "una colaboración especial", sobre todo porque el cineasta recibió formación musical. "Tiene mucha más educación musical que la mayoría de directores con los que he trabajado. Creció con su madre, que tocaba Clementi, Bach y Chopin, y le llevó a conciertos. Él aprendió a tocar el clarinete", dice el músico. Más allá de las bandas sonoras, Williams ha compuesto docenas de conciertos y otras piezas. Durante más de una década fue director de la orquesta Boston Pops.