Música

"A medio ensayo han empezado a sonar las sirenas antiaéreas"

El pianista Ignasi Cambra y el director Jacob Viñas participan en Ucrania en un concierto de una orquesta de Lviv

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Barcelona"A medio ensayo han empezado a sonar las sirenas antiaéreas", explica el pianista barcelonés Ignasi Cambra por teléfono desde la ciudad ucraniana de Lviv. Aun así, el ensayo de este miércoles no se ha suspendido inmediatamente. "Los músicos de la orquesta de Lviv estaban tocando una pieza y, a pesar de la alarma, han dicho: «Bueno, la hacemos una vez más y acabamos». Me decían que cuando hace siete meses que estás así empiezas a relativizarlo", añade Cambra. Desde el lunes, cada día han sonado las sirenas que alertan de un posible ataque ruso. Aparte de esto, "en la ciudad hay mucha vida, y los bares y los restaurantes están llenos de gente".

Ignasi Cambra y el director Jakob Viñas están en Ucrania atendiendo un compromiso con la INSO-Lviv Academic Symphony Orchestra. El estallido de la guerra en febrero obligó a cancelar el concierto que finalmente se celebrará este sábado en la Filharmonia Nacional de Lviv, en el oeste del país. Cambra interpretará el Concierto núm. 21 de Mozart, dentro de un programa que también incluye la Sinfonía núm. 41 del genio de Salzburgo y dos piezas de los compositores ucranianos Valentin Silvestrov y Miroslav Skorik. "Es una orquesta muy joven, que funciona muy bien con músicos supercompetentes que saben perfectamente lo que hacen. La impresión ha sido muy buena desde el primer momento", asegura el pianista.

El espacio que acogerá la actuación es "una buena sala de conciertos con un buen piano" que durante muchos meses ha funcionado como almacén del material de ayuda internacional. "De hecho, todavía hay cajas", dice Cambra. Este nuevo uso sobrevenido por la urgencia de la situación hizo que se desmontaran la mitad de las butacas. Se entiende que "se usara para guardar cosas importantes en un momento tan importante". Ahora solo tiene capacidad para 300 personas, que son "las que caben en el refugio antiaéreo". "La orquesta está haciendo menos conciertos porque una temporada normal no la pueden tener. Solo pueden mirar a corto plazo. Y cada cosa que hacen están muy agradecidos de poderla hacer", dice Cambra.

Lviv no es zona de combates, como el este y el sur del país, pero la amenaza está muy presente, y todavía más ahora que se acerca el frío. De momento, informa Cambra, no ha habido cortes de suministro eléctrico, pero "da la sensación de que intentan ahorrar mucha energía": "Por ejemplo, en el edificio de la Filharmonia no hay ningún tipo de calefacción puesta, y la verdad es que hace bastante frío en la sala. Tampoco está puesta el agua caliente... La gente me comenta que tienen muy asumido que en invierno los dejarán sin luz, y están intentando guardar madera en casa para calentarse".

Ignasi Cambra y Jakob Viñas llegaron a Lviv después de volar primero a Dublín y de ahí a la ciudad polaca de Rzeszów, donde los recogió un coche. Si todo va bien, el sábado harán el concierto y el domingo lo aprovecharán para hacer una grabación antes de volver hacia Polonia, volar hasta Bristol y de ahí a Barcelona. El viaje a Lviv lo han hecho porque tenían "el compromiso". "Y porque si ellos están dispuestos a hacer el concierto, nosotros lo mínimo que podemos hacer es ir. Eso sí, desde el principio ya nos dijeron que no estaban en condiciones de pagarnos, lo dejaron muy claro. Ahora lo que intenta hacer el país es recoger fondos para su causa. Dicho esto, para nosotros es toda una experiencia de vida. Tengo la suerte de poderme dedicar al piano y vivir como vivo, y hacer esto es una gran experiencia", dice Cambra.

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