Música

La Élite: "Pensé que sería una buena idea hacer lo contrario que el cantante de Manel"

Dúo musical formado por Nil Roig y David Burgués

Nil Roig y David Brugués, La Élite, frente al Macba.
6 min

Barcelona"Hola, me llamo Nilo, tengo 31 años y soy de Tàrrega". "Yo me llamo David, también tengo 31 años y también soy de Tàrrega". Así se presentan Nil Roig y David Burgués, los componentes del dúo La Élite, que surgió hace ocho años como una anomalía inesperada de punk electrónico desgarrado que conectaba con la parte más nihilista del rock radical vasco. Después del disco Nuevo punk (Montgrí, 2022) y unos directos muy estimulantes, publican Escaleras en el cielo (Discos Gele, 2024), y este viernes actúan en el Festival B, que este fin de semana programa en el Fòrum conciertos de Rodrigo Cuevas, Guillermo Gisbert, Julieta, Mushkaa, Sen Senra, La Zowi, Maria Hein y Ralphie Choo, entre otros.

¿Cómo piensa que Tàrrega se refleja en su música?

David Burgués: Nuestra música refleja bastante nuestro día a día. Aunque hemos pasado temporadas fuera, gran parte de nuestra vida ha transcurrido en Tàrrega, donde hemos tenido una vida bastante guay, porque hemos podido crecer bastante libres.

Nilo Rojo: Y tenemos amigos superdiferentes, que les muelen cosas superdiversas.

DB: Quizá lo malo es que no hemos tenido acceso tan directo a algunas cosas.

Cuando empezó, una de las cosas más sorprendentes era su estilo. Qué música escuchaba para que le salieran canciones como Bailando.

DB: Nos gusta mucho la música desde pequeños. He escuchado muchísima, pero cuando empezamos con La Élite nos gustaba bastante el punk de los 80.

NR: Escuchábamos mucho punk de los 80, postpunk, New Wave...

DB: Y también fue algo fruto de los elementos que controlábamos. Nil controlaba más el tema de producción con caja de ritmos y sintetizadores, y yo iba tocando la guitarra.

El resultado era una mezcla entre el dúo estadounidense Suicide y los grupos vascos Eskorbuto y Cicatriz, algo muy cool ya la vez desgarrada.

NR: Sí, un poquito es esa movida.

Del "miedo y asco a casa" de la canción Transpotting del disco anterior pase a "miedo y asco por la noche", como síntesis del disco nuevo.

NR: Sí, y siempre miedo y asco. Es verdad que el nuevo disco es muy nocturno, es de vampiros.

DB: Supongo que este último año y medio hemos dado mucho la vuelta y hemos visto mucha noche.

La noche como escenario...

NR: Como dice David, durante el año que hemos estado escribiendo las canciones, hemos hecho un montón de conciertos y hemos estado viviendo de noche. Y esto se acaba reflejando en las letras.

¿Y qué le inspira más, la noche o las amnesias que provoca la noche?

NR: Todo.

DB: A veces el mundo de la noche es bastante inspirador, como todo lo que ocurre cuando el mundo está más parado y así.

NR: Cuando lo normal es estar descansando.

Antes de que La Élite fuera el proyecto central de su vida, ¿cómo se la ganabais, la vida?

DB: Hacíamos de todo. Justo antes de La Élite estaba haciendo de educador social en un centro abierto. Y antes había hecho de todo. Había trabajado en fábricas, en todo lo que puede haberse trabajado sin estudios.

NR: Yo, más o menos, lo mismo. He trabajado unos diez años en la hostelería, de camarero, y después estudié y acabé haciendo un máster y currando en una agencia de diseñador gráfico.

Se lo pido porque la precariedad laboral forma parte del universo de sus letras, y da la sensación de que la conoce perfectamente y de primera mano.

DB: Bien, no es una precariedad de no poder comer.

NR: Existen varios niveles, de precariedad. Nosotros hablamos de la cosa esta más de la clase popular del país, que te incitan a estudiar para tener una vida mejor y de repente tienes 23 o 24 años y no tienes ni un lugar para vivir ni un trabajo digno, porque los salarios son miserables, y te das cuenta de que parece que te hayan engañado. O que no encajas.

DB: Te habían vendido unas expectativas de vida, según las cuales tenías que seguir un camino, pero al final da igual si lo sigues o no porque ahora mismo no tienes acceso a lo que podríamos considerar una vida digna de acuerdo con unos estándares occidentales.

Esto es la rabia esta que hay detrás de canciones como Otra noche más, cuando decís: "Que alguien me enseñe a vivir en esta puta sociedad".

NR: Esa letra la escribió Genís, Pokito Paranoiko, pero es un poco eso. Somos gente que no acabamos de encajar en la idea de sociedad que nos han vendido.

Otra colaboración interesante del disco es la de Diego Ibáñez, de Carolina Durante, en Plan de mierda, posiblemente el tema más pop del disco. Aunque usted, en realidad, trabaja bastante los estribillos, y tiene un elemento pop.

NR: Sí, porque no somos músicos. No sabemos mucho música. Nuestras habilidades para hacer una canción son como megabásicas, y los estribillos son lo más básico del mundo. A partir de ahí ya no podemos ir más allá. También nos mola juntarnos con gente que hace más indie-pop y otros estilos por eso, porque salen cosas nuevas, sumas, y al final aprendes. Y somos peña superabierta, no nos cerramos sólo en un estilo.

¿Lo más bestia que os ha pasado en directo fue en ese concierto en la Mercè del 2022, que se acabó suspendiendo después de que una persona subiera al escenario para denunciar la violencia del pogo?

NR: Hostia, sí, fue bastante heavy.

DB: La cosa más random, seguramente. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer según nuestros principios: si alguien necesita un espacio para decir algo, pues se lo damos y ya está. No hace falta que ahora suba todo el mundo a cada concierto, pero si es necesario este espacio para decir lo que sea, allí lo tienen, obviamente.

Había como dos realidades, lo que estaba ocurriendo en el escenario, que era una reacción legítima, y ​​luego todo lo que se envolvió abajo, con una pelea que nada tenía que ver con el concierto.

NR: Y otras cosas que no sabemos ni nosotros mismos que debían de estar pasando por allí. Fue muy surrealista. No se puede terminar de encontrar una explicación de esto.

¿Qué referentes le han ayudado a tener la puesta en escena tan potente que tiene?

NR: Quizá la mayor referencia que tenemos son los trapers y raperos que van con un DJ y el autotune y se inventan la mitad de canciones. Y otro referente más guapo son los karaokes. Siempre hemos sido público.

DB: Hagamos lo que nos muela ver cuando pagamos la entrada para ver a un grupo que nos muela.

NR: Muela interactuar. Al final lo que hacemos es esto: un karaoke. Es la mejor definición. Todo el mundo interactúa y canta las canciones como si fueran suyas.

DB: Nosotros las hacemos pero son para compartirlas. Y luego está lo más enérgico del directo, que creo que va muy ligado a lo que ocurría después de la pandemia: empezó a haber conciertos mucho más divertidos, con la peña mucho más activa. En este sentido, Amyl and the Sniffers es un grupo también superpotente y superdivertido si lo ves en directo.

NR: Se trata de hacer un show entretenido, teniendo en cuenta que ni sabemos cantar ni sabemos...

DB: La otra gran referencia sería el cantante de Manel, porque pensé que sería una buena idea hacer lo contrario que él.

NR: Es que Guillem es muy buen músico y muy buena persona, tío.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene relacionado con la música, y cuál le gustaría olvidar?

NR: El primer recuerdo que tengo... Me acuerdo cuando éramos muy pequeños, que compré el CD y DVD Bullet in en Biblia (2005) de Green Day, con numerosos conciertos grabados.

DB: Además, me acuerdo que me dijiste que te la habías comprado y pensé: "¡Uau, esto es bestial!" Y un día que iba a Sabadell a ver familia y pasamos por El Corte Inglés, me lo compré. Ese vídeo quizá lo vi 300 veces.

NR: Era algo antes de YouTube. Entonces no tenías la oportunidad de ver tantas cosas, y ver todo ese show tan guapo es un recuerdo muy bonito. Y cosas por olvidar... no te lo sabría decir.

DB: De la música, creo que no olvidaría nada. Todo ha sido muy guapo. Como grupo hemos tenido la suerte de que todo ha sido brutal. No recuerdo ninguna mala experiencia.

Sin perder el estilo, sois capaces de hacer canciones de amor, aunque no lo parezcan, como Cucaracha sexy y Plan de mierda.

NR: Plan de mierda es de amor hacia los colegas, y después los hay de amor más sentimental.

DB: Y siempre ha habido. Jamás hemos renunciado a hablar de nuestros sentimientos. Durante un tiempo, en la mayoría de bandas que se asocian de algún modo al punk el amor era un tema del que no se hablaba, pero al final es una parte más de lo que sientes.

NR: No nos metemos límite a nada. Sale lo que sale.

Cuando eligió la lengua para cantar, ¿no pensó nunca en inglés o catalán?

NR: De hecho, queríamos hacerlo en inglés, pero no sabíamos.

DB: En ese momento muchos referentes que teníamos para encarar sobre todo el tema vocal eran grupos de Euskadi que cantaban en castellano. No teníamos tantos referentes de aquí, en ese aspecto. Imitábamos un poco lo que nos gustaba, sobre todo al principio, y entonces había mucha chicha en catalán, que después ha habido, muy guapa. Pero, bueno, que nunca se sabe qué puede pasar, pueden haber temas en inglés, pueden haber temas en catalán, pueden haber temas en cualquier idioma que alguien nos enseñe a hablar.

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