Música

Love of Lesbian: "A veces es complicado seguir a Santi porque es como Jack Sparrow"

Grupo musical. Publica el disco 'Ejército de salvación'

El cuatro componente del grupo Love of Lesbian: Oriol Bonet, Santi Balmes, Julián Saldarriaga y Jordi Roig.
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BarcelonaEl grupo barcelonés Love of Lesbian publica este viernes el disco Ejército de salvación (Warner, 2024). La gira de presentación la empezarán en noviembre en México, donde realizarán nueve conciertos, y la primera parada en Catalunya será los días 10 y 11 de enero en la sala Razzmatazz de Barcelona, ambos con las entradas agotadas. Del disco, de listas negras, de vulnerabilidades, de hermandad y del Primavera Sound hablan en esta entrevista Julián Saldarriaga, Oriol Bonet, Jordi Roig y Santi Balmes, los cuatro en torno a una mesa en la oficina de Panda Artist Management, en la calle Torrent de la Olla de Barcelona.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tenéis de estos tres años, desde que se publicó el disco anterior?

Jordi Roig: La primera gira que hicimos por Estados Unidos, porque era muy complejo organizarla. Aquello fue volver quince años atrás, por las condiciones del viaje, por el tipo de salas, por un público nuevo... Obviamente, tocar en California era cumplir un sueño, pero también fue interesante porque rompió ciertas dinámicas. Volvimos a hacer músculo y hermandad. A veces, en una gira, aunque cueste creer, está la soledad, y esa gira nos unió más.

Santi Balmes: Ir en patinete por Austin fue muy divertido. Esa sensación tan estúpida de decir: ¿qué estamos haciendo? Pues estamos en Estados Unidos con un patinete

Julián Saldarriaga: Para mí el mejor recuerdo es el del concierto del Palau Sant Jordi en la pandemia. Era algo muy arriesgado. Recibimos mensajes muy duros de gente que estaba pasándolo muy mal, que se le había muerto la familia, y pensaban que nosotros lo hacíamos para ganar dinero. Pero la idea era fortalecer todo el sistema cultural. Aquel concierto se retransmitió por la radio. En una época en la que la gente tenía miedo a relacionarse, hubo quienes nos explicaron que habían quedado en casa con amigos para escuchar el concierto en un transistor y que se habían emocionado. Nosotros mismos lloramos todos en el escenario. Aquello fue muy fuerte.

El concierto en el Palau Sant Jordi, de hecho, fue en marzo del 2021, justo antes de publicar el disco anterior: Viaje épico hacia la nada (VEHN).

JS: Nos saltamos los planes de la salida del disco para dar ese concierto. En la discográfica no nos lo permitían, pero lo entendieron. Estamos muy acostumbrados a salir de conciertos, y en ese momento nos desacostumbraron a la vida. Y ver a toda aquella gente reviviendo los conciertos a través de las ondas, que era como si estuviéramos en los años 20 del siglo XX, fue muy bonito, muy especial.

SB: Un amigo me dijo: "Lo hemos estado siguiendo desde Canarias, como los americanos cuando escuchaban a Aldrin, Armstrong y Collins llegando a la Luna".

¿Y tu recuerdo, Oriol?

Oriol Bonet: Es muy complicado quedarse con una sola cosa. Recuerdo el final del primer tema del Sant Jordi, que nos echamos a llorar. Sufrimos mucho, todos, con la pandemia, y nuestra crew, nuestro equipo, sufrió muchísimo. Al principio de la pandemia fueron capaces de juntarse con una acción que le dijeron "Somos crew", para recaudar fondos, para que quien no podía pagar la cesta de la compra tuviera un dinero. Ha habido muchos momentos muy bonitos y ahora pensaba: solo han pasado tres años.

SB: Parece que hayan pasado treinta. En aquella gira, cuando no había bares para salir, porque todo estaba cerrado, pues quedábamos en una habitación. Por eso la canción La hermandad habla de la habitación 105. Quedábamos todos, músicos y equipo. Fue un momento bastante precioso, la verdad, porque nos echó más raíz.

OB: También recuerdo la vuelta a los conciertos en México, porque había pasado mucho tiempo desde que habíamos tocado.

Jordi hablaba de recuperar la hermandad. Tú, Santi, de La hermandad, que es la canción himno de este disco.

SB: Sí, supongo que es el tema que más fácilmente entra, y el que reivindica la amistad desde un punto de vista positivo, enérgico y optimista. Está bien que sea uno de los temas que se haga suyo la gente, ojalá sea así. La intención del disco era hablar de la amistad desde un punto de vista positivo, sin esconder los claroscuros precisamente para valorar aún más la amistad, que no es algo únicamente de pasarlo bien y frívola. Con las amistades de verdad lo has pasado mal; te has sentido ignorado, incomprendido; has ignorado, has incomprendido...

¿Y que el ritmo de la canción sea tan marcial es para convenceros de que la hermandad existe?

SB: Sí, porque siempre hemos tenido la sensación de que éramos un ejército. Esto son interpretaciones que haces a posteriori, una vez hechas la canción. Quiero decir que premeditadamente no hemos intentado que suene a ejército napoleónico yendo hacia Waterloo. Pero al final ocurre y de alguna manera intentas darle explicaciones a procesos que han sido completamente inconscientes.

¿Es inconsciente que al principio del disco se repita el concepto de ayuda, en las dos primeras canciones? En Canción de emergencias y en Qué vas a saber, la que cantáis con Amaral.

SB: Aquí entramos en terrenos de masculinidad, que nos costaba mucho explicarnos que estábamos pasando por un mal momento o que nos sentíamos vulnerables. Hace unos años quien empezó a llorar abiertamente fuiste tú, Oriol, y siempre te hacíamos coña. Y creo que a medida que ha ido pasando el tiempo todos nos hemos amoñado, en este sentido. Fíjate la palabra que estoy utilizando: amoñado. Es una palabra despectiva cuando, en realidad, lo que hemos hecho ha sido sensibilizarnos, abrirnos a mostrar más nuestras emociones. Pero nos ha costado toda su vida. Ahora quizá notemos que las hormonas están un poco más a la baja, y hay menos, de esa testosterona que hace que seas poco empático.

OB: Llorar es el resultado físico de una emoción. Recuerdo que un día dije: o lloro o dejo de tocar. Y dije: no puedo dejar de tocar.

Tengo la sensación de que en este disco asumíss que no es necesario estar siempre a la altura del presente. Es decir, que sois vosotros y que no es necesario que estéis renovando el discurso musical y de letras porque sí.

JS: Ha llegado un momento en el que nos hemos visto con cierta fuerza como para hacer lo que nos da la gana, después de haber hecho tantos discos que han sido importantes. Por ejemplo, los discos suelen tener dos colaboraciones. Santi quiere que haya cinco. ¿Por qué no? Otro: jamás habríamos salido en una portada de un disco, siempre lo habíamos evitado. Y mira [Efectivamente, salen en la portada del disco Ejército de salvavación].

Las cinco colaboraciones son las de Amaral, Rigoberta Bandini, Zahara, Leiva y Jorge Drexler. En Contradicción, la canción con Rigoberta, hay un verso sobre listas negras. Vosotros, como en Love Of Lesbian, ¿habéis estado alguna vez en una lista negra?

JS: Mira, hay situaciones o cosas que pensabas que era sólo cuestión de tiempo que pasaran, y que nunca han pasado. Y entonces dices: de acurdo, estamos en una lista negra. Pero no es una lista negra, sino que siempre lo hemos traducido como "es una línea editorial". Y pongo un ejemplo muy claro. Nosotros nunca hemos tocado el Primavera Sound.

SB: Bueno, sí, una vez, en el 2004, cuando cantábamos en inglés.

JS: Al principio nos moslestaba, porque es un festival de nuestra ciudad. Pero cuando lo miras con perspectiva y madurez, no piensas "nadie me quiere", sino que ellos tienen una línea editorial y que hay grupos que entran y grupos que no entran. Por tanto, tienes que aceptar este tipo de cosas. Pero ya no es una lista negra.

SB: Supongo que si en un caso remoto Gabi Ruiz se cayera del caballo, se hiciera daño y tal, lo que nos ofrecerían sería un horario y un caché que nosotros diríamos: "¿Pero qué estás diciendo?".

JR: Es como dice Juli, una línea editorial.

JS: Mira, Santi, yo creo que si nosotros desaparecemos durante unos años y tenemos un comeback, es el tipo de cosa que el Primavera sí firmaría.

SB: ¿A qué precio?

JS: No pienses que nos despreciaría, no lo creo.

SB: Yo creo que sí. En situaciones así, primero no entiendes qué está pasando, es como la no aceptación que decía Juli. Luego viene el "que os follen", después la resignación y finalmente una aceptación más racional, que es donde estamos en estos momentos, y piensas: de acuerdo, es una idea editorial y les daría la sensación de que están haciendo el mismo festival que el resto.

JD: Sí, exacto. En la revista Rockdelux salíamos cuando cantábamos en inglés y no nos jodía caso ni Dios. En el momento que empezamos a tener un cierto éxito, Rockdelux desaparecimos completamente.

JR: Todo ello nos quita cero el sueño, y más cuando has tocado en el otro 99% de sitios.

Musicalmente, ¿qué habéis hecho en este disco que no habías hecho antes?

SB: Cuando eres un autor y tienes años y oficio, ya sabes qué canción puedes alargar y acortar. Cuando hablábamos de los temas de las colaboraciones, pensaba, ningún problema: tenemos la canción Ejército de salvación, que no tendrá ningún tipo de colaboración, que será un tema que sobrevivirá, como Allí donde solíamos llamar. Cuando tienes ese lingote de oro, que no tiene nada que ver con las modas ni tiene letras coyunturales, entonces dices: venga, más colaboraciones, porque, total, da igual, tenemos Ejército de salvación. Es de esos temas que todo el mundo ha metido un grano de arena dentro de la creación y esto ha hecho que cada vez fuese a más, a más, a más, a más...

Escuchando la canción La Champions y el Mundial, he pensado en Los Planetas, porque ellos también utilizaban el fútbol como metáfora, en canciones como La Copa de Europa. Y de repente he recordado Segundo premio, la película de Isaki Lacuesta sobre Los Planetas, que ofrece una visión muy interesante sobre un grupo musical: el grupo es tan importante, que conlleva concesiones personales muy íntimas, y se lo juegan todo a una carta, un disco, que no tienen ninguna certeza de que pueda funcionar.

JS: Es cierto. Hemos hablado muchas veces con el símil futbolístico, imaginando la zona de juego de cada uno. También pongo el ejemplo de un coche. Las ruedas no pueden pretender ser el volante. Tú debes ser parte de una maquinaria, y debes dejar que el volante sea volante y sepa qué debe hacer. En nuestro caso, debes tener fe en los demás. Santi es quien lleva el volante, y muchas veces tienes que hacer el acto de fe y sacrificar parte de lo que tú quieres para darle la potestad. A veces resulta complicado seguirle porque es como Jack Sparrow. Es como un capitán cuya brújula está completamente chalada, que no apunta a ningún sitio. ¿Y qué haces? Como hay confianza, haces el acto de fe. Y como bien dices, existen una serie de sacrificios individuales, personales, que hemos hecho.

El propósito es hacer Champions y Mundial, y entonces sale el disco y tal vez bajáis a Segunda.

JS: Sí. Tienes que crear las herramientas suficientes para creer que quieres ganar la Champions.

Santi, la brújula cuando la enfocarás al catalán, porque has dicho a menudo que hacer canciones en catalán es una de tus asignaturas pendientes?

SB: Estoy haciendo letras ahora. Le leí una letra en catalán a mi hija el otro día y flipó, como diciendo: "Uau, ¿estás seguro?" Sí, estoy bastante seguro. Pero me estoy encontrando a otra persona. El disfraz del castellano permite ser mucho más imaginativo siendo otras personas. Para mí, que soy catalanohablante, no deja de ser como una especie de máscara, de poder ser un superhéroe. En catalán eres lo que eres. Y, hostia, debes aceptarte. Ahora estoy empezando a disfrutar con el proceso, ya disfrutar muchísimo. Ya tengo temas. ¿Y cuándo los grabaré? No lo sé, pero es lo que le decía hace poco a los compañeros, que me gustaría que después del proceso no me diera cuenta de que soy un Antònia Font de Hacendado, ¿sabes? Quiero decir, debe tener una firma propia y una vida propia para que yo lo considere digno. Pero para mí ya va más allá. Para mí es una cuestión de carne.

Hablabas del lingote de oro, el hit atemporal, referido a la canción Ejército de salvación, pero no a Ya sale el sol. Sin embargo, este tema hace la pinta de ser uno de los más potentes en directo.

SB: Sí, de despedida. Tenía otro título llamado Apuntes para un musical de vampiros. Porque realmente parece una canción de un musical, que pasan muchísimas cosas y que puedes escenificar con el final iluminando al vampiro y fundiéndose. Una especie de Mar i cel de Coppola.

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