Ópera

La esencia rusa inaugura la temporada del Liceu

'Eugene Onegin', de Chaikovski, abre la programación del curso operístico 2023-24

Svetlana Aksanova y Audun Iversen en una escena de la ópera 'Eugene Onegin' en el Liceu
3 min
  • Dirección de escena: Christof Loy. Dirección musical: Josep Pons. Coreografía: Andreas Heise. Escenografía: Raimund Orfeo Voigt. Vestuario: Herbert Murauer. Iluminación: Olaf Winter. Producción: Den Norske Opera (Oslo), Teatro Real (Madrid) y Gran Teatre del Liceu.
  • Con Audun Iversen, Svetlana Aksanova, Liliana Nikiteanu, Alexey Neklyudov, Sam Carl, Mikeldi Atxalandabaso, Josep Ramon Olivé, Elena Zilio y Victoria Karkacheva.

Sin lugar a dudas, Eugene Onegin es una de las mejores óperas rusas de la historia y una de las máximas creaciones de Piotr Ilich Tchaikovsky. Fiel a la novela homónima en verso de Alexander Pushkin, el autor de El lago de los cisnes supo plasmar su drama interno, focalizado en los amores de Tatiana hacia Onegin, un misántropo seductor que con los años acabará rendido a los pies de la joven, que finalmente lo rechazará por lealtad a su marido.

Hacer frente a este drama musical implica ser un gran hombre de teatro. Y Christoph Loy lo es. Fiel a otras propuestas que le hemos visto en el Liceu (y fuera), el montaje coproducido con Oslo y Madrid parte de una lectura psicologista de las acciones y de los personajes. Loy no solo explica el relato de raíces pushkinianas, sino que muestra sus intersticios, los diversos interlineados en escenas clave. La minuciosidad en la dirección de actores, la exitosa construcción de los personajes y las escenas pasmosas, casi chekhovianas, atraviesan un espectáculo de ambientación atemporal, revestido de un minimalismo que se acentúa en la segunda parte, dentro de la caja blanca donde transcurre la acción de la segunda mitad del segundo acto y del tercero. Hay escenas sensacionales, como la del duelo, la polaca o el cuadro con Monsieur Triquet. Lástima que en la eficiente escenografía de Raimund Orfeo Voigt no ayude demasiado la iluminación plana de Olaf Winter.

Josep Pons lee la ópera con una paleta cromática de contornos gruesos, apelando al gran sinfonismo de Tchaikovsky, pero sin que la suya sea una lectura demasiado teatral. O al menos, menos teatral que en otros repertorios que el director de Puig-reig ha abordado en el Liceu. El primer cuadro, con preocupantes descuadraturas, dio paso a un progresivo equilibrio entre voces y foso orquestal, con notable rendimiento de los músicos de la orquesta, especialmente la madera. El corazón titular, muy desigual, tendió en momentos concretos a gritar ya exhibir carencias que necesitan una reforma urgente de la formación.

Solistas de relieve como com Audun Iversen

El elenco vocal tuvo solistas de relieve, empezando por el Onegin de Audun Iversen, barítono que fue del notable al excelente a lo largo de la función, gracias a una voz de autoridad y a una expresividad sincera y bien cincelada. Excelente el lirismo del tenor Alexey Neklyudov, un Lenski de gran categoría con aria interpretada de forma ejemplar. También lo hizo Sam Carl como Gremin (y también como Zarestky), con rotundidad en los graves y riqueza de armónicos. En ese contexto, fue una lástima que la soprano Svetlana Aksanova no fuera una Tatiana a la altura de sus compañeros de reparto. En la zona aguda hay tiranteces, los graves sordean y la proyección es escasa. De entre los secundarios, mención especial para el gran Triquet de Mikeldi Atxalandabaso y para la Larina de Liliana Nikiteanu.

Era noche de estreno, con público mayoritariamente ajeno a lo que suele verse en el Liceo: políticos, expolíticos, actrices, deportistas, modelos, actores, famosos recién llegados y parásitos diversos ocupaban las butacas y los palcos del Liceu. Los verdaderos y sinceros aplausos arrancan el 29 de septiembre con la primera función del segundo reparto de una propuesta, en conjunto, muy estimable.

El cineasta Albert Serra en la inauguración de la temporada 2023-2024 del Gran Teatre del Liceu.
El cineasta JA Bayona en la inauguración de la temporada 2023-2024 del Gran Teatre del Liceu.
Albert Serra y JA Bayona, entre los invitados en el estreno de la temporada

Antes de la función, Salvador Alemany, el presidente del Patronato de la Fundación del Gran Teatre del Liceu, ha recibido a las autoridades y los invitados en el estreno. Entre las autoridades, han asistido la presidenta del Parlament, Anna Erra; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, la consejera de Cultura, Natàlia Garriga; la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret; la síndica de greuges, Esther Salinas; el delegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto; los expresidentes de la Generalitat Artur Mas y José Montilla, y el director del Instituto Nacional de Artes Escénicas y de la Música (Inaem) español, Joan Francesc Marco, exdirector del Liceu. Entre los invitados del ámbito artístico, destacaron los cineastas Albert Serra y JA Bayona, el músico Arnau Tordera, los artistas Jaume Plensa y Yago Hortal, las cantantes Mushkaa y Rigoberta Bandini, la dibujante Pilarín Bayés, las escritoras Najat el Hachmi y Marta Pesarrodona, y los actores Joan Pera, Joan Gràcia y Pep Tosar, entre otros. Xavier Cervantes

La presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; la presidenta del Parlament, Anna Erra; el presidente del Liceu, Salvador Alemany, y el delegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto, a las puertas del Liceu.
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