Un fin de semana con la mejor actriz francesa del mundo
Isabelle Huppert, protagonista del fin de semana Big Bang del Festival Temporada Alta, con dos funciones de 'Bérénice' y la película 'La ceremonia'
GeronaExpectación máxima en el Cine Truffaut de Girona para recibir la grandísima actriz francesa Isabelle Huppert (París, 1953), una de las mayores de la historia. La intérprete venía a presentar el domingo por la noche la película La ceremonia (1995), de Claude Chabrol, aprovechando que, una hora antes, había terminado su segunda y última función de Bérénice en el Teatro Municipal, en el marco del Festival Temporada Alta.
Al Truffaut le esperaba una sala llena a rebosar de espectadores cinéfilos, con muchas ganas de oírla y verla de cerca. La última vez que Huppert pisó el Truffaut, hace 22 años, fue para presentar La pianista (2001), de Haneke, coincidiendo en aquella ocasión con una función en el Teatro de Salto del durísimo monólogo Psicosis 4.48, de Sarah Kane. Este domingo, antes de la proyección, la actriz, con un ademán absolutamente natural y cercano, pero a la vez con una presencia y una pericia exultante, ha comentado brevemente la película, acompañada de los críticos Àngel Quintana y Imma Merino.
“Me gusta mucho más interpretar a personas que a personajes, porque los personajes son siempre falsos, mientras que a las personas, a veces, pueden ser de verdad, y yo, además de actriz, también soy persona”, ha explicado a propósito del papel de Jeanne, la cartera charlatana y entrometida, que hace dupla con Sandrine Bonnaire al entramado de La ceremonia. "Es una película excepcional, sobre la lucha de clases, es marxista y también una tragedia, porque los oprimidos no ganan a los poderosos", ha añadido la actriz, contenta de proyectar esta obra en el cine que lleva el nombre del gran amigo y maestro de Chabrol.
Albert Serra, La Veronal y el Museo del Cine
Huppert ha estado en Girona durante el fin de semana para protagonizar la interesante revisión de Romeo Castellucci del clásico Bérénice de Racine, el espectáculo con más reclamo de la semana de programadores (ahora rebautizada como Big Bang), del Temporada Alta. En la obra, muy aplaudida tanto el sábado como el domingo, la actriz encarna a la princesa judía repudiada por el emperador romano Tito, en una versión extremadamente condensada del texto original, que toma una nueva dimensión con una puesta en escena onírica y pictórica. En la apuesta de Castellucci, Huppert lleva todo el peso dramático de la pieza: detrás de un telón que difumina el escenario y rodeada de un grupo de figurantes escultóricos, la actriz recita los versos con un aplomo admirable, sin cantinela ni atonía , con una voz reverberada y distorsionada, que va penetrando progresivamente hasta la sacudida final. "Es la mejor actriz del mundo", "una diosa", "una reina", repetían a la salida los espectadores más entusiastas.
Durante su estancia en la capital gerundense, Huppert ha querido descubrir la ciudad. El sábado, después de la primera función, cenó en pequeño comité con el cineasta banyolí Albert Serra –que estaba en el teatro–, el domingo por la mañana visitó la catedral gerundense y asistió al espectáculo de danza esotérica Totentanz. Morgen ist die Frage, de La Veronal, el otro gran nombre del Big Bang y para el lunes tenía previsto descubrir el Museo del Cine y el Museo de los Judíos. La actriz, además, ha venido acompañada de su hijo Lorenzo Chammah, actor, productor y programador del Cinéma Action de París, que el sábado gozó del derbi catalán en Montilivi.
Aparte de la dupla Castellucci & Hupert y la obra de Marcos Morau, en los escenarios gerundenses, desde el jueves, también se han podido ver otras propuestas muy atractivas como el Kill me de Marina Otero, las extravagancias del Conde de Torrefiel, el documental de Lola Arias y una nueva instalación poético-sonora de los Cabosanroque.