Beckett monta una fiesta de una sola noche para celebrar la muerte de Franco

BarcelonaCuando Franco murió el 20 de noviembre de 1975, quien lo celebró lo hizo dentro de su casa. "Muchos empezamos una botella de cava que guardábamos en la nevera desde hacía meses, pero la fiesta no pudo hacerse", recuerda el director de la Sala Beckett, Toni Casares, que entonces tenía 10 años. 50 años después, el teatro de Poblenou ha organizado una celebración-espectáculo de la mano del escritor y director Eduard Olesti, y con la complicidad de Club Editor. La cita, que lleva por título Fracaso renal agudo, tendrá lugar el 19 de noviembre a partir de las nueve y media de la tarde y será, por encima de todo, un encuentro alegre y carnavalesca con música en directo, incursiones sorprendentes y los textos de Mercè Rodoreda, Blai Bonet y Joan Sales.

"El objetivo es hacer la fiesta antes de que sea demasiado tarde. Tiene un sentido especial en la Europa contemporánea, donde hay mucha gente que sigue encontrando que es un privilegio celebrar la muerte de un dictador. A veces la alegría es lo que mejor manifiesta la posición de las personas", subraya la editora de Club Editor Maria Bohigas. El sello eligió a Olesti como ideólogo de la fiesta después de que éste publicase Perros de pie, una novela que habla, justamente, de un grupo de jóvenes que quieren montar una obra de teatro. El escritor ha escogido textos de Cuánta, cuánta guerra, de Mercè Rodoreda; El mar, de Blai Bonet, y El viento de la noche, de Joan Sales, que los poetas Oriol Sauleda y Enric Lizano recitarán a lo largo de la celebración.

"Será una fiesta de una sola noche con el fantasma de Franco. Tendrá un sabor trágico, porque todo lo bello esconde cosas terribles", explica Olesti, quien añade que la celebración también girará en torno a que "un solo cuerpo, el del dictador, representaba un sistema político muy grande". El encuentro contará con la música en directo de la Marxing Band del Taller de Músics y la escenografía y vestuario de Helena Calafell.

30 años de un pilar teatral

Aparte de esta celebración, Beckett también conmemora este otoño otro aniversario: los 30 años de la compañía Hongaresa Teatre, formada por Lluïsa Cunillé, Paco Zarzoso y Lola López. Lo hará a partir del 13 de noviembre con el estreno deEl camino de la sal, un texto de Zarzoso protagonizado por él mismo, Lara Salvador y Sergi Torrecilla. "Es una obra que habla del amor en el teatro y del amor en la vida. La he escrita para dos amigos, y eso es fundamental, porque cuando escribes para amigos sale a la luz lo mejor de ti", dice Zarzoso. Esta representación se hará en paralelo a otra obra de Hungaresa en cartel: Querencia, en el teatro La Fábrica, que se suma así al cumpleaños de la compañía. El texto se estrenó hace diez años en Buenos Aires y ahora la compañía lo ha reanudado y le lleva por primera vez a Barcelona.

La programación de la Beckett se completa con el estreno deOficina de vida independiente, un espectáculo de Núria Vizcarro que gira en torno a los cuidados, la diversidad funcional y la vulnerabilidad. "Es una comedia romántica que trata de forma ligera, pero no banal, el hecho de asistir a las personas con diversidad funcional", señala la directora del montaje, Carmen Marfà. En el escenario, Marina Gatell interpreta a una mujer que busca un asistente para su madre. En este proceso conocerá a Benito (Eladio Herranz), que no le pondrá las cosas fáciles.

Uno de los grandes retos del espectáculo ha sido combinar los distintos recursos de accesibilidad transformándolos en elementos artísticos. La obra de teatro incluye, por ejemplo, audiodescripción todo el rato a cargo de Júlia Molins y uno de los actores (Javier Díez) interpreta en lengua de signos, por lo que todas las funciones son accesibles.