Un año del beso que lo sacudió todo: ¿qué se ha hecho de Luis Rubiales?

BarcelonaEste martes, 20 de agosto, se cumple el primer aniversario de la Copa del Mundo conseguida por la selección española femenina de fútbol. Una selección llena de jugadoras del Barça –en concreto, ocho– logró imponerse al resto de selecciones para ganar un Mundial por primera vez en la historia. Pero el protagonismo no se lo llevaron las futbolistas. El entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, acaparó todas las portadas tras pegarle un beso no consentido en la delantera del combinado Jennifer Hermoso. Ahora, un año después, la vida de Rubiales ha cambiado radicalmente: lejos de Madrid, apartado de la RFEF y con dos causas pendientes.

Pero situémonos al principio. Acabada la celebración del Mundial, por las redes sociales empezaron a circular vídeos donde se veía a Rubiales besándole a Hermoso, imagen que en directo pasó desapercibida para muchos. El episodio acabó de degenerar pocas horas después, cuando el dirigente de Motril tachó de "idiotas" y "estúpidos" a quienes se pronunciaban de forma condenatoria. La RFEF intentó aplacar la polémica difundiendo un vídeo en el que Rubiales aseguraba que "seguramente" se había equivocado. Ahora bien, el gobierno español le pidió una disculpa más contundente, lo que hizo que se enrocara. Su dimisión llegó tres semanas más tarde, dos después de una asamblea extraordinaria en la que, en lugar de dimitir, se situó como una víctima del "falso feminismo".

Su renuncia no llegó hasta después de que Hermoso interpusiera una demanda contra él, lo que llevó a la Fiscalía a abrirle una vía de investigación por agresión sexual y coacciones. Ésta se ha convertido en una de las dos causas que ahora mismo pesan sobre él. Desde entonces, poco a poco se ha ido apartando de los focos, si bien durante los finales del pasado año concedió diferentes entrevistas a diferentes periodistas y podcasts de extrema derecha, como por ejemplo el de ahora eurodiputado Alvise Pérez . De hecho, en esa entrevista, Rubiales acusó al gobierno español de haber utilizado el beso no consentido para tapar las negociaciones de la amnistía. También aseguró que todo se trató de una "venganza" de las jugadoras por no haber cesado a Jorge Vilda meses antes. El juicio por este caso se celebrará durante febrero de 2025.

De la República Dominicana a Granada

Ahora bien, este caso no es el único por el que la justicia española lo tiene entre ceja y ceja. Durante este mes de marzo, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) realizó una serie de registros por la investigación de presuntos contratos irregulares relacionados con la Supercopa de España en Arabia Saudí. Entre las intervenciones, destacó la entrada en la sede de la Real Federación Española de Fútbol en Las Rozas. En el momento de los registros también se realizaron siete detenciones. Pero Luis Rubiales, justamente, no estaba en España, ya que estaba de vacaciones en República Dominicana.

Su detención llegó dos semanas más tarde: el 3 de abril de este año, el expresidente de la Federación llegó al aeropuerto de Barajas, donde fue detenido en cuanto pisó tierra, y, de hecho, le interrogaron en las mismas dependencias policiales del aeropuerto. Respondió las preguntas de los inspectores, Rubiales quedó en libertad sin medidas cautelares. Este caso no pasará a disposición judicial hasta que la juez del juzgado número 4 de Majadahonda lo solicite. Por estos presuntos contratos irregulares se investiga el de Motril por blanqueo, corrupción y administración desleal.

El núcleo de esta investigación se centra en los contratos firmados entre la RFEF y la compañía pública saudí Sela, operación en la que Kosmos, la empresa del ex azulgrana Gerard Piqué, hizo de intermediario. Con este movimiento, el gobierno saudí acordó pagar 40 millones de euros a la Federación por acoger la Supercopa de España, competición que pasaría a tener cuatro participantes. Además, también están bajo la lupa algunos contratos de unos eventos celebrados en China y los de unas obras en el Estadio de la Cartuja, en Sevilla.

Uno de los domicilios registrados durante marzo fue el del propio Rubiales en Granada, donde se desplazó desde Madrid una vez terminada su vinculación con la RFEF y donde reside hoy. De hecho, el traslado no estuvo libre de polémica: Rubiales, después de haber estado recibiendo una ayuda de alquiler de 3.000 euros por parte de la RFEF durante su presidencia, puso a la venta su ático con piscina en la calle Ferraz de Madrid por 2,5 millones de euros. Esta ayuda habría sido recibida de forma irregular, ya que la casa era de propiedad.