Una estadística inverosímil no evita el triunfo del Barça

BarcelonaEl Barça ha construido su historia rodeado de aficionados sufridores. El pesimismo es tan inherente en el club azulgrana como el escudo. El entorno culé sabe perfectamente que el partido más importante siempre es el que llega después de una derrota, ya que cuando se encadenan dos decepciones la palabra crisis comienza a aparecer en las conversaciones de los aficionados del Barça. Buen conocedor de la idiosincrasia de la casa, Roger Grimau tenía subrayado el partido ante el Valencia Basket (74-70), que acabó con una sufrida victoria local que sirvió para quitarse el mal sabor de boca de la derrota de Vitoria. Respira al equipo, respira la afición.

El triunfo no fue nada sencillo. El Barça falló 25 de los 30 triples que intentó. El acierto desde la línea de 6,75 metros fue del 16,7%. Pero, sin embargo, la victoria se quedó en el Palau Blaugrana.

Bien construido por Luis Arbalejo, el Valencia Basket es un equipo mucho más físico y fiable que otras temporadas. Àlex Mumbrú cuenta con una plantilla larga de notable consistencia atlética. No es un rival nada sencillo. Duros como una roca, sus jugadores no tienen miedo al contacto y obligan a los adversarios a ir a por todas en cada duelo directo.

Obligado a cambiar el estado de ánimo después de la derrota en la pista del Baskonia, el Barça empezó el partido con hambre. El equipo azulgrana sacó petróleo de los disparos de media distancia de Jan Vesely, una habilidad que nunca pasa de moda. Los bajos porcentajes de acierto fueron una losa para el conjunto valenciano, que pronto se vio con una desventaja de once puntos en el marcador (25-14).

La defensa visitante acentuó su intensidad durante un segundo período en el que el Barça tuvo problemas para anotar. El equipo azulgrana tan sólo anotó cuatro puntos en seis minutos y medio, una circunstancia que el Valencia Basket aprovechó para enjugar la diferencia de puntos (29-28). La mala puntería desde la línea de 6,75 metros fue una losa para los locales, que fallaron 14 de los 15 triples que intentó durante la primera mitad (37-33).

El tercer cuarto fue un intercambio de golpes constante. El Barça intentaba dar velocidad a la circulación del balón y el Valencia Basket contestaba acumulando jugadores físicos cerca de canasta. Adaptarse al exigente nivel de contactos fue una obligación para ambos equipos, que llegaron en los últimos diez minutos con todos los escenarios abiertos (54-52).

Cinco minutos decisivos

El partido llegó empatado en los últimos cinco minutos (60-60). Un parcial de 8-0 con, ahora sí, dos triples de Abrines y Kalinic empezó a dibujar de azulgrana el duelo (68-60). Pese a verse contra las cuerdas, el Valencia Basket no se rindió y reaccionó con personalidad para obligar a los locales a mantener la concentración hasta el final.