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El Barça nunca ha obligado a Messi a hablar en catalán

El club promueve su lengua oficial en los contratos profesionales desde el primer mandato de Joan Laporta

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Messi, en un partido de esta temporada.

BarcelonaLas 30 páginas del contrato de Leo Messi con el Barça marcan la actualidad de los últimos días en el Camp Nou. Y es normal: se trata del acuerdo más caro de la historia del deporte. Ahora bien, el tema principal de la tercera entrega de El Mundo sobre el millonario documento que el delantero argentino firmó con Josep Maria Bartomeu a finales del 2017 (con vigencia hasta junio del 2021) no es ninguna novedad. El rotativo madrileño denuncia que el Barça "impone aprender catalán" a Messi a través de la cláusula 1.2.7 de su contrato, que literalmente le pide "hacer los máximos esfuerzos para integrarse en la sociedad catalana, respetando y asumiendo los valores culturales, comprometiéndose especialmente en el aprendizaje de la lengua catalana, vehículo fundamental de su integración". Una serie de recomendaciones, y no condiciones, que el futbolista no sigue al pie de la letra a pesar de que en su coche suenen a veces, a petición de sus hijos, canciones como El Joan petit quan balla. Messi lleva más de media vida en Catalunya, pero no habla catalán. Y, de hecho, a pesar de las últimas informaciones, no estaba obligado a hacerlo. Ni él ni tampoco las decenas de deportistas profesionales que han firmado por el Barça, con esta cláusula por el medio, desde la temporada 2003/2004, la primera con Joan Laporta como presidente.

"Ya hace muchos años que se introduce el tema del catalán en los contratos con ánimos de promoverlo, no de imponerlo. Al final, es la lengua oficial del club según los estatutos", apuntan desde el club, donde no entienden que se vuelva a polemizar ahora sobre una medida que está consolidada en el Camp Nou desde principios de siglo y que ninguna junta ha discutido. "Tiene gracia, pero fue una decisión que consensuaron Laporta y Rosell cuando todavía trabajaban juntos. Era una forma de hacer entender a los jugadores que venían de fuera dónde estaban llegando", explica Raül Sanllehí, el ex director de fútbol azulgrana que negoció todos los contratos del primer equipo durante 11 años. "Cuando algún representante no veía clara la cláusula tratábamos de reformularla para que viera que era una cuestión más de valores que de cumplimiento obligado", recuerda el ejecutivo barcelonés, que hasta hace unos meses trabajaba en la dirección deportiva del Arsenal. De hecho, Sanllehí fue una figura clave en el fichaje de Neymar, que cuando firmó por el Barça también se comprometió a integrarse "en la sociedad catalana", tal como desveló el portal Football Leaks en 2016, con el correspondiente debate mediático posterior. El brasileño, ahora en el PSG, no solo no se expresó nunca en catalán sino que tardó muchos meses en empezar a atreverse con el castellano. El contrato, igual que el de Messi, no era perentorio en este sentido.

Aún así, el Barça sigue poniendo facilidades a sus profesionales para que aprendan la lengua oficial del club. Arthur Melo, ahora en el Juventus, empezó las lecciones cuando todavía jugaba en el Grêmio de Oporto Alegre y, meses antes de irse a Turín a cambio de Miralem Pjanic, se exhibía en Twitter dando clases en red. También ha aprendido catalán Marc-André ter Stegen, que, no contento con expresarse ya en un castellano casi nativo, mostró sus progresos en un vídeo de La Marató en el que aparecía promocionando el uso de la mascarilla. O Nikola Mirotic, estrella del equipo de baloncesto, que, igual que la mayoría de los deportistas de las secciones, firmó el compromiso de integración al llegar al club. "Los idiomas nunca han sido un problema para mí. Hablo castellano, serbio, inglés y ahora me tocará aprender catalán. Un idioma más, ¿por qué no?", dijo el alero en una de sus primeras entrevistas. La medida se ha aplicado en casi todos los contratos rubricados desde el 2003. Solo alguna excepción reciente, con Bartomeu en el palco, lo ha rechazado.

Messi, decidido a ir hasta el final

Más allá de este tema, Messi sigue asesorándose para defender su honor después de que un diario haya tenido acceso a su contrato con el Barça. Según ha podido confirmado el ARA, su abogado prepara una demanda contra El Mundo por revelación de documentos confidenciales. Así mismo, el argentino quiere que la investigación se extienda a las pocas personas que tenían acceso a su compromiso con el club. Por eso tiene previsto incluirlas en la querella para que la justicia las haga declarar sobre la filtración. Son Josep Maria Bartomeu, Jordi Mestre, Òscar Grau, Carles Tusquets y Román Gómez Ponti.

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