El calor funde el sueño de Badosa y abre un debate sobre la integridad de los deportistas
La tenista gerundense abandona los Juegos por las altas temperaturas, que provocan quejas a la organización de Medvédev
BarcelonaPaula Badosa ha abandonado los Juegos Olímpicos en silla de ruedas. Y no porque se haya roto ningún hueso de las piernas o del pie, sino porque el calor de Tokio la ha dejado aturdida después de jugar solo un set en los cuartos de final ante Markéta Vondrousová (6-3). La tenista gerundense se estaba ganando el derecho a soñar con ser medallista catalana, pero no ha podido competir bajo el sol de justicia de Ariake Park de la capital nipona, sede de los torneos individuales, dobles, femeninos y masculinos de esta cita olímpica. Su cuerpo no ha podido soportar en plenitud una sensación térmica de 40 grados provocada por una temperatura superior a los 30 y un nivel de humedad del 70%.
"A los 10 segundos del calentamiento ya estábamos sudando de lo lindo", ha explicado Javier Martí, preparador de una Badosa que ha comprobado cómo su físico empezaba a acusar las condiciones extremas a partir del séptimo juego. Con 3-3 en el marcador de la única manga que se ha disputado, la de Begur ha perdido la agilidad inicial y no ha mejorado ni siquiera después de recibir la asistencia de su recuperador. Vondrousová no ha tenido oposición para llevarse el set por la vía rápida, mientras que Badosa ha decidido irse y centrarse en evitar un susto con el golpe de calor. Ha abandonado la pista tapada con una toalla empapa y los médicos del recinto olímpico la han refrescado con hielo y una ducha fría. "Incluso después de todo esto le dolía la cabeza", explicaba Martí.
"Es una lástima acabar unos Juegos así, pero mi cuerpo no ha podido resistir a unas condiciones tan exigentes", ha explicado Badosa una vez recuperada. Después de competir a un gran nivel en Grand Slams como Roland Garros y Wimbledon, la catalana llegaba a los Juegos con posibilidades de éxito en el cuadro individual y en el doble mixto (con Pablo Carreño) y femenino (con Sara Sorribes). El calor de este miércoles la ha apartado de los primeros dos concursos. Del otro quedó fuera martes en los octavos de final. A pesar de la decepción, ha querido remarcar su firme voluntad de volver a ser olímpica. Ha disputado sus primeros Juegos con 23 años y con 26 podrá participar en los segundos.
¿Los Juegos más tórridos de la historia?
Los problemas de Badosa para soportar el calor no han sido exclusivos. De hecho, este miércoles, en el cuadro masculino, el ruso Daniil Medvédev ha sudado la gota gorda para derrotar al italiano Fognini en tres sets. Tanto, que el tenista, que ha necesitado varias veces la asistencia de los fisios, se ha encarado con el juez de silla cuando estaba al límite: "Puedo acabar el partido, pero también puedo morir. Si muero, ¿tú serás el responsable?" El partido ha acabado y Medvédev ha conseguido el objetivo que tenía: jugar las semifinales. Aún así, sus quejas y la eliminación de Badosa abren un debate sobre la integridad física de los deportistas debido al calor y la humedad. De hecho, sin público en las gradas para absorber la temperatura, estos Juegos podrían ser los más calurosos de la historia. Los de Tokio de 1964 se celebraron en octubre, no como los de ahora.