Apuntes en caliente

Aubameyang se lo quiere poner difícil a Haaland: los apuntes en caliente del Nápoles-Barça

El gabonés, autor de cuatro goles en dos partidos, participa en el festival azulgrana en el Maradona

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Aubameyang celebrando su gol en Nápoles.

BarcelonaEl Barça superó al Nápoles con autoridad al retorno de los decimosextos de final del Europa League con goles de Jordi Alba, De Jong, Piqué y Aubameyang. Los italianos no tuvieron ninguna opción de levantar la eliminatoria. A continuación, los apuntes en caliente del partido.

Mérito del entrenador. El Barça ha acabado de llenar el vaso. Juega en el purgatorio de la Europa League, pero vuelve a competir como un equipo de Champions. Más allá de la diferencia marcada gracias a los fichajes de invierno, el contraste con las versiones derrotadas de Múnich o Lisboa es indiscutible. Marcar cuatro goles en el estadio del equipo menos batido de Italia es más fácil con Adama, Ferran Torres y Aubameyang, sí. Pero el gran matiz está en el juego, en el plan de un entrenador empeñado en jugar de una determinada manera, que estudia a los rivales y coloca las piezas con sentido. El Barça está volviendo y el gran responsable es Xavi. Con tiempo y recursos, su libro de estilo dará alegrías a corto plazo. Ya lo está demostrando.

De Jong, en las manos de Xavi. La victoria es coral, pero es de justicia poner el foco en el gran papel de De Jong. Si hace unas semanas no quedaba muy claro cuál de los dos, si Frenkie o Luuk, aportaba más, la goleada en Nápoles acaba con la broma y explica por qué el primero está en la agenda de media Europa a pesar de no haber brillado en el Camp Nou. La clave es dejar de esperar que el ex de Ajax gobierne los partidos como Busquets. No es de pívot donde lucirá mejor su repertorio. El buen De Jong disfruta presionando, conduciendo y llegando a portería, como demostró con el disparo del 0-2. A las órdenes de Xavi, que sabe bien lo que significa ser centrocampista del Barça, el neerlandés puede encontrar por fin el encaje. Otra cosa es que después el club necesite venderlo.

Una sequía puntual. Pese a la cantidad de recursos que tiene el Barça en ataque después del mercado de invierno, hay un jugador que no descansa casi nunca. Es Ferran Torres, que sigue negado de cara a portería mientras ve como Aubameyang empieza a marcar goles incluso sin querer (¡que tiemble Haaland!). El valenciano repitió titularidad en Nápoles, volvió a generar ocasiones, igual que a la ida, y tampoco las convirtió. Pero que no sufra, porque le entrarán. Lo tiene todo para acabar la temporada con buenos registros. Ahora bien, convendría que Xavi no convierta esta sequía puntual en un tema que pueda poner en riesgo el físico de Ferran, que tanto en Mestalla cómo en el Maradona se diluyó después de ser muy protagonista a la primera parte.

Mal día para levantar la voz. En la previa del partido, el normalmente medido Ter Stegen mostró cierto malestar con lo que lee en la prensa sobre su rendimiento. Él mismo, implícitamente, reconoció que no está jugando como antes y que la lesión que le afecta la rodilla desde hace dos años lo condiciona. Por lo tanto, no se acaba de entender la crítica, más cuando en el caso del ARA las informaciones se fundamentan en la observación de lo único que los periodistas pueden ver: los partidos. Si levantar la voz formaba parte de una estrategia para ir a más, al alemán no le salió muy bien, porque hizo un penalti evitable y en el lanzamiento posterior, a su derecha, ni siquiera reaccionó.

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