Barça

El Barça de Xavi bajo la mirada de Flick: ¿quién podría hacer qué?

El nuevo técnico azulgrana deberá adaptarse a un nuevo contexto y también a futbolistas distintos a los de su histórico Bayern campeón de todo

Marc Mayola
5 min
Fotocomposición con Xavi Hernandez y Hansi Flick en dos imágenes recientes

BarcelonaPresiones feroces, defensas atrevidas y ataques contundentes. Éstos serían los pilares del fútbol que siente y aprecia Hansi Flick. Un fútbol que el nuevo entrenador del Barça, nacido en Heidelberg, pudo poner en práctica durante su etapa en el Bayern. Durante el 2020, el conjunto alemán fue un ciclón que arrasó en todos sus rivales para levantar los seis títulos a los que optaba.

Ahora llega al Barça, donde deberá adaptarse a un nuevo contexto y también a futbolistas distintos a los de aquel Bayern. En Múnic se alinearon todos los astros: una plantilla excepcional, jugadores en el mejor momento de su carrera deportiva y un convencimiento absoluto de que no sólo podían ganar con esa idea futbolística, sino que estaba clarísimo que lo harían y, además, con una contundencia nunca vista.

Aquel Bayern ganó los 11 partidos de la Champions 2019-2020 y acabó la competición con casi 4 goles de media por partido. Flick fue el padre de ese equipo mítico, que firmó el mejor año en la prolífica historia del Bayern. Su mérito es incuestionable porque el propio equipo, con Niko Kovac en el banquillo y pese a algunos resultados positivos, iba por el pedregal. Pero, a pesar de todo, parece atrevido pensar que el Barça podrá emular esa forma de jugar. Es probable que Flick busque una propuesta más similar a la que intentó instaurar, sin éxito, en la selección alemana. Un fútbol también ofensivo y proactivo, pero con mayor pausa y control.

Sea como sea, ¿cómo se juega al fútbol que realmente siente Flick? Las presiones agresivas nacen de la clara voluntad de ahogar la salida de pelota del rival. No teme, en su caso, ir a buscar al portero del equipo contrario dentro de su área pequeña. Los futbolistas trabajan esta presión de forma coordinada y con sincronía, por lo que si el delantero centro salta ya sabe que sus compañeros traseros tejerán una telaraña para tapar las líneas de pase del jugador rival que dispone del balón.

El Bayern de Flick quería recuperarla muy arriba. Así pues, la presión alta y la activación después de perder la pelota (el famoso gegenpressing) eran rasgos distintivos del equipo. Para garantizar el éxito de la maniobra era necesario trabajar bien la profundidad defensiva, la reducción de espacios al rival en dirección al balón. El Bayern defendía hacia delante y situaba la última línea arriba. En ese sentido, la potencia y velocidad a campo abierto de Boateng, Alaba y Davies ayudaba a apagar incendios cuando el rival podía salir de la presión y jugaba en largo.

Aunque la mayoría de observadores apuntaban que jugar con la línea defensiva tan alta era un riesgo exagerado y una actitud incluso suicida, la realidad es que el Bayern de Flick sufría de verdad si el rival era capaz de jugar en campo contrario y hundir a la defensa bávara. Era entonces cuando los centrales o los laterales, acostumbrados a jugar lejos de Neuer, podían cometer errores de posicionamiento y permitir remates sencillos al rival. Precisamente Neuer fue también fundamental para el éxito de la idea. Su capacidad para hacer de portero-libre y jugar muy lejos del área le convertía en un valioso activo a la hora de cortar los contragolpes del otro equipo.

Con pelota, Flick procura varias alternativas. No es un entrenador de sólo una velocidad y una sola dirección. Intenta atacar rápido y aprovechar los espacios, y apuesta por un ritmo frenético y una rápida ejecución de las acciones, pero también es consciente de la necesidad de madurar las jugadas si así lo pide el rival o el momento del partido. En este sentido, la alternancia de pasadas (cortas, largas, de seguridad o en el desmarque del compañero) son habituales en sus planteamientos. Sí es cierto que los extremos son muy agudos con los desmarques de ruptura, pero también sirven para estirar las líneas enemigas y encontrar espacios interiores. Estos eran aprovechados de maravilla, en el Bayern, por jugadores como Müller, Thiago o Kimmich. Estos dos últimos marcaban el ritmo de los partidos.

Com juga Flick?
Els dos sistemes que podria utilitzar amb el Barça

4-2-3-1

4-3-3

Lewandowski

Lewandowski

Ferran

Lamine Yamal

Raphinha

Lamine Yamal

Gavi

Fermín

Gavi

De Jong

Gündogan

Balde

Gündogan

Cancelo

Balde

Kounde

Cubarsí

Araujo

Araujo

Kounde

Ter Stegen

Ter Stegen

4-3-3

Lewandowski

Ferran

Lamine Yamal

Fermín

Gavi

Balde

Gündogan

Cancelo

Araujo

Kounde

Ter Stegen

4-2-3-1

Lewandowski

Raphinha

Lamine Yamal

Gavi

De Jong

Gündogan

Balde

Kounde

Cubarsí

Araujo

Ter Stegen

4-3-3

Lewandowski

Ferran

Lamine Yamal

Fermín

Gavi

Balde

Gündogan

Cancelo

Araujo

Kounde

Ter Stegen

4-2-3-1

Lewandowski

Raphinha

Lamine Yamal

Gavi

De Jong

Gündogan

Balde

Kounde

Cubarsí

Araujo

Ter Stegen

¿Cómo se adaptarán Pedri, Joao Félix o Lewandowski al esquema de Flick?

En el Barça, en caso de que Flick tenga la intención de reflejarse en su Bayern, será importante que Ter Stegen se sitúe siempre lejos del área cuando el equipo ataque. Koundé o Fort podrían ser su Pavard para salir y encerrar con tres. En el eje de la defensa, Araújo debería ser importante por su capacidad de corregir con muchos metros en la espalda (si juegas con la línea defensiva muy arriba necesitas defensas potentes y rápidos). Flick también aprecia a los centrales con buena salida de pelota y creatividad en el pase. Precisamente por eso Cubarsí podría ser su Alaba. Veremos cómo vuelve Balde de la lesión, pero en sus mejores momentos parecía un Alphonso Davies en miniatura.

De Jong, en escenarios de transiciones, podría convertirse en su Goretzka particular, y entre Pedri y Gundogan debería encontrar a su Kimmich o Thiago que dicte el tempo del partido. Raphinha, que no tiene el regate de Coman, es, en cambio, generoso en la presión. Quizás Flick valore este aspecto del brasileño. Gavi y Fermín tienen una energía y voracidad que, de entrada, parecen casarse muy bien con el estilo del técnico alemán. Además, también deberemos ver qué rol tiene pensado para Lewandowski, que evidentemente ya no es el propio futbolista que hace cuatro años. Otra cuestión interesante será seguir la evolución de Lamine Yamal bajo la batuta del entrenador alemán y comprobar hasta qué punto tienen cabida en su proyecto futbolistas como Cancelo o, sobre todo, Joao Félix.

Hansi Flick: camaleónico en función del rival que tenga por delante

Si un equipo de Flick puede correr y liquidarte con rápidas transiciones, lo hará. De hecho, las transiciones ofensivas son una de las fortalezas del catálogo táctico del entrenador alemán. Pero ni mucho menos su único argumento ofensivo. Si un equipo de Flick no puede correr con grandes espacios porque el rival se planta detrás en el autobús, él trabaja muy bien un mecanismo a menudo infravalorado porque hace poco moderno: el centro y el remate. El Bayern de Flick llegaba bien por fuera, con buena simbiosis lateral-extremo, y después cargaba el área de forma feroz. Lo hacía con gran número de efectivos para tener más opciones de remate, pero también de forma muy inteligente: los delanteros se repartían para buscar las cosquillas a todos los defensas y ocupar las diversas zonas de remate.

En realidad, el fútbol que ama Flick tiene un punto de alocado y salvaje… ¿y no es divertido esto? Y también competitivo, porque este fútbol se piensa, diseña, estructura, entrena y ejecuta teniendo en cuenta las virtudes y defectos de los futbolistas. En realidad, de sus características nace la propuesta definitiva.

Marc Mayola es un analista experto en el Bayern de Múnich

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